Bastante más grande en términos comerciales que la Unión Europea con sus 26 Estados miembros y que el Area de Libre Comercio de las Américas con sus 34 signatarios, China lidera desde la semana pasada el bloque comercial más vasto del planeta, el RCEP, habiendo podido reunir en su seno a Japón, Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Vietnam, Tailandia, Filipinas, Laos, Camboya, Myanmar, Malasia, Singapur, Indonesia y Brunei. La India está en la fila de quienes se sumarían en breve.
El paso fue dado por las 15 naciones de Asia y el Pacifico luego de ocho años de muy complejas negociaciones sobre los aspectos técnicos y comerciales de la iniciativa, dando así nacimiento a una zona que tendrá influencia en las vidas una tercera parte de la población planetaria -2,2 millones de personas- , impactará a 30% de la producción mundial.
La Unión Europea es el esfuerzo integracionista existente que más se parece a la recién nacida organización multilateral habiéndose igualmente iniciado como una organización de libre comercio en la que tanto los aranceles como los procedimientos aduaneros desaparecen paulatinamente, dotando al conjunto, de esta manera, de una dinámica de intercambios que favorece la producción y la manufactura en cada uno de los Estados miembros.
Todos los participantes de esta nueva asociación se beneficiarán en el mediano plazo de la facilitación del comercio entre ellos pero, no cabe duda que unos extraen mayores ventajas por la talla de su mercado interno, la estructura y fortaleza de su producción o por su nivel de integración tecnológica. Las ventajas que presenta esta fórmula de libre tránsito de mercancías y de personas la convierte en un poderoso imán para los inversionistas, sin duda.
La construcción de las condiciones que harán exitoso este proyecto en el tiempo serán tan complejas como la negociación que precedió la firma del convenio.
Temas cruciales de naturaleza comercial han sido resueltos, pero otros de inmensa trascendencia aún se encuentran sin normas claras, lo que provocará todo género de fricciones entre los asociados y de éstos con sus socios comerciales, por fuera de RCEP, susceptibles de ser afectados por el reacomodo comercial. Asuntos espinosos como la cuantía del valor agregado nacional incorporado en un producto para poder beneficiar del libre comercio intra-zonal pudieron ser resueltos, pero no así la protección de derechos intelectuales – tema vital para China- las prácticas existentes en cada socio en materia de tecnología de la información, la integración de las políticas laborales y los asuntos relativos a la protección del medio ambiente. Estos se irán adecuando sobre la marcha pero con no pocos escollos.
El reto que comporta para los Estados Unidos esta nueva asociación que apenas nace es inmenso, porque el nuevo pacto consolida la influencia china en la dinámica económica de sus socios. Detenerse a examinar las razones por las que India no se sumó al acuerdo aporta pistas en este sentido.
Esta determinante gravitación de lo chino en las negociaciones previas es lo que explica los cabos sueltos a los que hemos hecho referencia. China se las agenció para no amarrarse en tópicos que la afectan particularmente.
Y, si los vemos más de cerca, concluiremos que son éstos los que han provocado la mayor cantidad de desencuentros con quien aún ostenta - a pesar de Pekín- la calificación de Primera Potencia Mundial.
Beatriz de Majo
beatrizdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo1
España-Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario