domingo, 8 de noviembre de 2020

VICENTE BRITO, LA PRIORIDAD OFICIAL SON LAS ELECCIONES DEL 6 DE DICIEMBRE.

Se hace evidente que quienes ejercen el poder concentran toda su estrategia política y recursos disponibles, en lograr una mayoría total en las elecciones convocadas para el 6 de diciembre. Esta luce como la prioridad oficial, por encima de las distintas soluciones que reclaman los venezolanos como urgentes y prioritarias a las limitantes que afectan nuestra calidad de vida.

Las múltiples expectativas creadas por algunas opiniones emitidas por el sector oficial, en donde ratificaron su compromiso de buscar alternativas para lograr algún tipo de solución a la tranca política, en la cual nos encontramos los Venezolanos, se convirtieron en letra muerta al no haberse logrado solución alguna al múltiple laberinto en el cual se encuentra hoy la nación Venezolana. Lo cual nos coloca en un panorama poco alentador donde solo se impone la estrategia oficial de concentrar el esfuerzo de lograr una participación masiva de electores, que permita que la elección, les sea numéricamente favorables para lograr la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional, algunos de sus voceros hablan de alcanzar hasta de un 90% de los diputados a ser electos.

Lo que se observa es que buena parte de los actores políticos y de la sociedad civil, insisten en no apoyar estas elecciones del 6 de diciembre, al considerar que la manera como se designó la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral, así como la suspensión de las directivas de buena parte de los partidos políticos que integran la oposición nacional, no dan las garantía y necesaria transparencia para llevar adelante estas elecciones tan importantes para el país, como es elegir a los diputados que conformarán la nueva Asamblea Nacional.

No obstante a  pesar de la participación de algunos movimientos políticos que se identifican como opositores, la mayoría de la base disidente luce a la expectativa y manifiesta su desacuerdo como se han implementado estas elecciones para elegir una nueva asamblea Nacional. La maquinaria electoral oficial anda a todo vapor y muestra su músculo sostenido en el partido oficial y de todas las organizaciones sociales y políticas creadas. Tales como los consejos comunales, misiones y organismos de organización ciudadana. Lo que pone en desventaja a los movimientos políticos no oficiales que han decidido participar, los cuales en su mayoría no disponen de la logística necesaria y los recursos para librar la lucha electoral ya en desarrollo.

La gran incógnita es, con una población de votantes registrados de veinte millones de electores, cuántos van a participar en este proceso electoral. Los distintos analistas estudiosos de las encuestas realizadas a la fecha, estiman que la tendencia actual de participación no alcanza ni una tercera parte de los electores, así lo indican las entrevistas efectuadas a los ciudadanos.

Surge la pregunta que es presentada por los que llaman a la abstención. Con cuantos votos emitidos por los electores serían necesarios para considerar una presencia numérica necesaria que algunos estiman tiene que estar sobre los 10 millones de votos, para tener al menos un suficiente respaldo de participación ciudadana.

¿Se podrá lograr esta meta con tan precaria motivación de la base popular de asistir y votar para elegir a los diputados que aspiran conformar la Asamblea Nacional?

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución

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