lunes, 14 de diciembre de 2020

ROMÁN IBARRA, LA TORTA

Cuando los venezolanos decimos: ¨pusimos la torta¨, tiene que ver con la comisión de algún error significativo, muchas veces con efectos irreversibles, y que producen daños severos.

Ni más, ni menos es lo que acaba de ocurrir –en nuestra opinión- con la elección del poder legislativo en nuestro país, el 6 de diciembre de 2020. La oposición representada por quienes dirigen la AN, pusieron una súper torta llamando de nuevo como en 2005, a la abstención.

Por ello, el gobierno de Maduro se ha hecho del control de todo el poder institucional. Solo le faltaba el poder legislativo, y lo logró. A fuerza de perversidad; marramucias judiciales; control del CNE; atropello de las FAN, pero por sobre todas las cosas, contó con la estupidez recurrente de esa oposición dirigida por el G4, que controla la mayoría de la AN hasta el 4 de Enero 2021 a las 12:00 de la noche.

El día 5 de Enero asumirá la nueva Asamblea Nacional, elegida por cuatro (4) gatos que participaron, en un proceso lleno de violaciones constitucionales, y legales que el CNE protagonizó, y el resto de aparato judicial cohonestó, pues a pesar de haberse recurrido judicialmente como hicieron el ex presidente del CNE, Andrés Caleca, y otro distinguido grupo de destacados juristas y académicos, jamás se pronunció. Otra omisión del TSJ, que solo actúa bajo órdenes de Miraflores.

Hicieron campaña por la abstención con grandes recursos económicos, y humanos; se emplearon a fondo en ello, e influyeron de alguna manera. Que lastima y que vergüenza que no hayan usado esos recursos, y esfuerzo físico en organizarse para participar en una alianza electoral que derrotara al gobierno y defendiera los votos en cada mesa, a pesar del ventajismo y abuso del oficialismo.

Hubiera sido una buena carta de presentación y esperanza para los venezolanos que sufren a diario la crisis, quienes por cierto, les llevaron a ganar el 6D/2015.

No participaron y satanizaron a quienes decidieron hacerlo, y ahora de manera paralela y con ingentes recursos, convocan una consulta mundial durante 7 días, donde ellos mismos son el árbitro, con preguntas tontas y obvias que en nada resuelven el drama real. Es como preguntarle a un hambriento, si quiere comer!

Presentan la abstención como un triunfo, y además sostienen que lo correcto es ¨prorrogar el mandato de la AN¨ bajo subterfugios jurídicos inexistentes e inaplicables. Absolutamente inviable.

De otro lado, uno de los dirigentes del partido del presidente de la AN, ha dicho desde España a donde logró llegar, presumiblemente luego de haber negociado con el gobierno su salida de la embajada de ese país, ha dicho que luego de conversaciones con aliados internacionales, la invocación de la ayuda internacional por la vía del R2P, es imposible. Todos lo sabíamos porque había sido reiterado por todos los voceros de la comunidad internacional, pero él tenía que verlo con sus propios ojos.

Uno de los culpables del extremismo opositor; coautor del Maduro vete ya; la salida; los guerreros de escudos de cartón; con delincuentes no se negocia; operación 30 de abril u operación libertad (la suya); operación Gedeón, y la abstención, ahora sostiene todo lo contrario.

¨El camino es la negociación; Maduro puede participar en unas elecciones nuevas; gobierno de transición con parte del chavismo¨, entre otras menudencias, pero incorregible en su megalomanía, incapaz de hacer un mea culpa.

Es que acaso los venezolanos no se merecen por lo menos una autocrítica de uno de los artífices del desastre que es hoy la oposición?

La gente de a pie fue abandonada en su sufrimiento por el gobierno y la oposición de la AN. Ahora solo queda la agonía, y la frustración.

Pusimos la torta!

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

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