¿Puede el presidente Trump liberar a su pueblo de la garra china comunista?
Una
sociedad libre garantiza el derecho al voto, pues este no es complemento sino
su proceso intrínseco expuesto por los individuos libres. El fraude electoral
roba ese derecho y hace una censura completa a la libertad de pensamiento, que
conllevaría a la ruptura de la sociedad libre. En esta los individuos tienen
responsabilidades legítimas para su salvaguardia e integridad en el país y son
los verdaderos ciudadanos y patriotas.
En
EEUU es la primera ocasión que un presidente anuncia públicamente el robo de la
elección y el solo hecho de pensar en ello bastaría una revisión rigurosa del
proceso electoral para evitar las dudas y restablecer la confianza y
legitimidad del sistema. El presidente Donald Trump continúa con la condena y
clasificación de un fraude masivo electoral que lo priva de su derecho a la
reelección. Esta persistencia, aparentemente, más allá del límite de lo
racional, pero sin la pérdida del sentido común y la efectiva capacidad de
análisis, convertirá el esfuerzo en un triunfo final.
Al
menos, son evidentes los elementos concretos de irregularidades fraudulentas en
las elecciones presidenciales del 2020. La abogada Sidney Powell, heroína y
líder del equipo Nosotros El Pueblo, expuso más de 30 denuncias de fraude
electoral y otras irregularidades en las elecciones del 2020 en Georgia y llevó
a la Corte Suprema de Justicia de EEUU (CS) los casos de Georgia, Michigan,
Arizona y Wisconsin, en presentaciones de emergencias por problemas
constitucionales y trato desigual de los votantes que demuestran un robo
masivo. También el equipo legal del presidente Trump presentó en la CS el caso
del estado de Pensilvania.
El
director de la Oficina de Política Comercial y de Manufacturas de EEUU, Peter
Navarro, publicó un informe de 36 páginas sobre las irregularidades en las
votaciones y describe un patrón consistente de estas en relación con los seis
estados demandados por el equipo legal de Trump, el 17/12/2020. Recientemente,
26/12/2020, en el sitio web Zenger News está el documento de 270 páginas, donde
se exponen las pruebas de la interferencia extranjera directa y el fraude en
las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020 y el robo de la
reelección del presidente Donald Trump, por la letrada Sidney Powell.
La
heroína de la justicia Sidney dijo: “La influencia masiva del dinero comunista
a través de Venezuela, Cuba y China también tiene un papel, con nuestras
elecciones aquí en los EEUU, los sistemas de votación Dominion, el software
Smartmartic Technology y el software que va en otras computarizadas”. Y definió
la injerencia foránea así: “entonces, si quieres hablar de interferencia
electoral extranjera, ciertamente la tenemos ahora”.
Cuba
y Venezuela son aliados estratégicos de China; esta a Venezuela ha dado apoyo
financiero con 50 mil a 60 mil millones de euros en préstamos durante una
década. Venezuela madurista es la cabeza de playa para, a largo plazo y
oportunamente, extenderse por Latinoamérica. En el caso de China y Cuba, la
cooperación militar ha ido en incremento con el pasar de los años desde 2003;
el régimen cubano ocupa el 3cer lugar después de Chile y Brasil en la región.
No obstante, la dictadura castrista adquirió equipos electrónicos chinos para
bloquear la señal de Radio Martí, 1990 y, más tardes, 1999, construyeron bases
de espionajes electrónicas. Esta es una de las fuentes de exportación (Irán,
Rusia y Venezuela) y adquisición de dinero para el régimen castrosocialista.
China
comunista tiene tres bases de inteligencia militar para espionaje del
territorio estadounidense. Esta son la base de Lourdes, en el Wajay, la de
Bejucal y Santiago de Cuba. Para comprender la importancia militar de estas,
recordemos cuando la Unión Soviética operaba la base de Lourdes, aquí conoció
los planes estadounidenses antes del inicio de la operación militar contra
Irak, la Campaña Tormenta del Desierto, 1991. Allí pueden interceptar todas las
comunicaciones por aire, tierra y mar; incluso de los satélites, teléfonos,
faxes y las computadoras. Desde las bases chino cubanas pudieron monitorizar y
garantizar el robo de las elecciones estadounidense; es posible, ya lo
sabremos.
¿Puede
el presidente Trump liberar a su pueblo de la garra china comunista?
Primero
tiene que demostrar el fraude en las instituciones, si no quieren escuchar,
hacer lo público para el país y derrotar a los enemigos internos y después a
los externos de la nación, una buena oportunidad es en el Congreso de los EEUU,
el 6 de enero del 2021. Tal parece que todo depende de un milagro. Las
posibilidades del presidente Donald Trump de revertir el proceso electoral a su
favor y confirmarse su reelección en 2020. Trump y sus compatriotas para lograr
esos objetivos tienen que revertir 99.99 de las posibilidades. Ganar por el
0.01, realmente es un milagro del Dios Bíblico.
No
obstante, digo como el Profeta: ¿Habrá alguna cosa difícil para Dios? También
afirma que el Altísimo da el poder a quien desee y entrega al rey (presidente)
la sabiduría para descubrir los secretos de su reino. Para eso está Trump, su
equipo legal y el equipo Nosotros El Pueblo. Una cosa sé con certeza, que el
presidente Donald Trump da pasos de grandeza en beneficios de su nación; pasos
para una América libre, que asegura el futuro de libertad y democracia de toda
la humanidad.
lanuevanacion@bellsouth.net
@oscarbiscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
Cuba
https://www.diariolasamericas.com/opinion/cuba-pekines-le-roba-eeuu-n4213251
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