Pero, después de mis enfrentamientos con prominentes
panistas, me ha quedado claro que las ideas de Gomez Morín hace mucho tiempo se
archivaron para darle una nueva fisonomía a su partido. Una nueva realidad que
lo dibuja como una organización política similar a todos los partidos europeos
que en sus nombres incluyen dos palabras, juntas o separadas; cristiano y
social. Un movimiento político que básicamente es un socialismo disfrazado en
donde hablan de humanismo, conciencia social, responsabilidad social y, de
tanto insistir en lo social, el resultado ha sido una capirotada que ni ellos
mismos entienden. Por eso, teniendo la gran oportunidad en el 2000 de
verdaderamente transformar el país fracasaron rotundamente. Porque no tienen
ideas solo tienen ocurrencias.
El que un expresidente de ese partido, excandidato a
la presidencia y, en una época, su prospecto más brillante, Ricardo Anaya,
abiertamente exponga su apoyo para el marxismo que le han ordenado a Biden
establecer y le dieron la receta, explica el por qué el fracaso de su
organización política y, más claro, el vergonzoso fracaso de su aventura
tratando de lograr la presidencia. Gilberto Valenzuela fue el primer sonorense
que, rebelándose a la creación de Calles, contendiera por un puesto de elección
popular blandiendo la bandera del PAN, cuando el único partido que ganaba era
el PRI, porque compartía las ideas de su buen amigo Manuel Gomez Morín, las
verdaderas. Años después afirmaba que el PAN había sido un reflejo más cercano
al Plan de Agua Prieta, del cual él fue su autor. Cerca de su fallecimiento reconocía
no era tal.
Un panista sonorense que, definitivamente no está
hecho de la madera de aquella hegemonía sonorense que partiera de Agua Prieta
para combatir a quien pretendiera inaugura el dedazo en la elección de 1920,
Venustiano Carranza, y llevar a la presidencia al Gral. Alvaro Obregón, tiene
meses jodiéndome. Y lo hace expresando su burla por mi apoyo a Trump con una
estruendosa marcha pro Biden, pero lo lleva a cabo exhibiendo una conducta
enfermiza sin listar motivos de sus ruidosas porras para el plan marxista que,
no es de Biden, es la orden que ha recibido del anticristo George Soros y vale
más que la cumpla. Y la única explicación que tengo para entenderlo, es que
este hombre es parte del carcajo que dejó tirado su partido en la retirada después
de sus contundentes derrotas.
Pero, también, lo puedo diagnosticar como uno de los
afectados por ese virus más poderoso que el chino; “Destructivo Síndrome Trump”
DST, que abrazó a todo el país.
Un penoso virus que se manifiesta provocando que sus
afectados pierdan la capacidad de análisis, extravíen toda clase de conexión
con el área lógica del cerebro y, la boca, ya conectada al estómago emita solo
ocurrencias y balbuceos inentendibles, una pérdida total para razonar
inteligentemente porque el virus atrofia esa área del cerebro. Les provoca
actuar impulsivamente y convierte sus conductas en explosiones de
resentimiento, odio incontrolable contra Trump de graves propulsiones hacia la
destrucción sin saber qué objetivo definir. En pocas palabras, los regresa a la
era de sus antepasados neandertales o cromañones antes que descubrieran las
maravillas del idioma por eso solo emiten gruñidos.
Y, lo más patético, se asombran que otro neandertal
les haya arrebatado el poder de liderar la manada. No se dan cuenta que ese
espécimen descubrió la forma de conectar el cerebro con la boca, inventó un
lenguaje especial, y con esa arma los pudo derrotar pues las de ellos son los
gruñidos, tiran peñascazos y es comprensible, puesto que solo recientemente
aprendieron a caminar en dos patas, todavía no han descubierto el fuego que los
ilumine de noche y, sobre todo, que con alguna chispa que se podría escapar de
la fogata, les pudiera iluminar un poco el cerebro que permanece a oscuras y
así quedan estacionados en la era de las cavernas.
Sin embargo, creo no todo está perdido pues he visto
una luz de la esperanza. Uno de ellos, de los pocos de mente inquieta y sin
cerebro atrofiado, Pancho Burquez Valenzuela, en lugar de sumarse a la bacanal
panista inició un proceso de búsqueda de la verdad. Tuvo que recorrer un largo
y penoso camino que nunca abandonó. Lo caminó con ese impulso que solo tienen
quienes se atreven a llevar su barca mar adentro perdiendo la vista de las
playas porque, como afirmara James Allen: “Solamente cavando, cavando se
encuentra el oro y los diamantes camino hacia la fortaleza y la verdad”. Así lo
hizo Pancho y se ha convertido en un hombre diferente. Ahora claramente
entiende la política y, más importante, las ideas que han provocado la grandeza
de los países en donde siempre, además de los conceptos económicos, existe ese
factor tan escaso que nunca debería de faltar, la moralidad.
Pero no es el único, otro buen amigo mío, Jeffrey
Jones, un ganadero de Chihuahua que también participó en política con la
bandera panista. Es asimismo esa combinación tan interesante de su defensa de
la libertad económica, su individualismo, independencia, con un arsenal de
valores que son los que guían a los mormones asentados tanto en Chihuahua como
en Sonora, que han convertido esas regiones, a base de trabajo duro y sin
descanso, en paraísos terrenales no solo para ellos, también aportando para el
desarrollo de esas zonas. Y lo único que ellos han recibido de parte del
gobierno mexicano, es rechazo, abusos, intromisiones ilegales, agresiones,
robos. Ellos son mexicanos ejemplares y no hay muchos.
En la cinta City Slikcers, unos citadinos de NY con
una gran confusión en sus vidas van a pasar una temporada en un rancho tratando
de salir de la depresión que les provocaba “no saber”. Ahí conocen un viejo
vaquero sabio que los empieza a aconsejar. En una ocasión que los viera tan
perdidos les dice. “El secreto de la vida es solo uno”, señalando su dedo
índice al cielo. Los citadinos se quedan esperando y ante el silencio del vaquero
gritando le preguntan ¿Cuál es? El vaquero sonriendo les responde, “es lo que
ustedes tienen que descubrir”.
Estos hombres que pudieron descubrir ese secreto son
los únicos que también pudieran rescatar al PAN de la oscuridad en que se
encuentra, y sus miembros dejen de estar haciendo el ridículo con sus
ocurrencias comportándose como mulas lazadas de las verijas o, de plano, den de
baja el partido que ha sido la gran desilusión de México.
chero@reflexioneslibertarias.com
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
Mexico – Estados Unidos
El mercado libre no ofrece garantías,
privilegios especiales, favores, monopolios, oligopolios, subvenciones,
ventajas, protecciones, subsidios, apoyos, tratamientos especiales,
distinciones, dádivas, cancelación de deudas, en pocas palabras, como lo
afirmara Milton Freedman, no hay free lunch. Por eso es tan impopular y por
muchos odiado.
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