domingo, 10 de enero de 2021

ROMÁN IBARRA, PRIMER ROUND

Para los amantes del boxeo, y de la política como es nuestro caso, pudiéramos hacer analogías entre ambas, habida cuenta de que la política lleva un ritmo de vértigo, tal como ocurre en una pelea por el campeonato mundial. 

Se recrea uno en las redes sociales rememorando algunas de las más grandes confrontaciones del boxeo mundial como aquellas célebres entre Cassius Clay (Muhammad Alí), y Joe Frasier; Marvin Hagler y Tommy Hearns; Roberto Mano e´ Piedra Durán y Sugar Ray Leonard, y la última de las cuatro entre Manny Pacquiao, y Juan Manuel Márquez, en la que éste último le propinó el más dramático knock out, que al menos yo recuerde, por la significación de la víctima. 

Hago esta muy apretada selección, a riesgo de que mi pana Jairo Cuba, verdadero especialista del boxeo, me llame la atención por omitir un interminable número de épicas batallas dentro de los cuadriláteros del mundo, pero la idea es solo intentar una analogía del boxeo con la política de nuestros días. 

Los combates citados fueron protagonizados por los más grandes boxeadores de su tiempo, y aunque ello no quiere decir que la política venezolana esté siendo dirigida por los más grandes y sabios de nuestra política contemporánea, es nuestro deseo porque así fuera. 

Es una desgracia de nuestro tiempo político actual, que ya no estén entre nosotros, políticos de la jerarquía de Rómulo Betancourt; Raúl Leoni; Gonzalo Barrios; Luís Beltrán Prieto Figueroa; Andrés Eloy Blanco; Carlos Andrés Pérez; Jóvito Villalba; Rafael Caldera (solo hasta su actuación del 4/F-92 y siguientes); Godofredo González; Arístides Calvani; Teodoro Petkoff; Pompeyo Márquez, entre otros ya desaparecidos lamentablemente. 

También es de lamentar que otros dirigentes cultos e inteligentes, y que gracias a Dios están vivos para seguir orientando, no sean respetados o atendidos por la sociedad como Eduardo Fernández, entre otros distinguidos venezolanos. 

Para seguir con la comparación del tema boxístico, la política venezolana de estos primeros días del nuevo año, anuncia una refriega muy fuerte y dolorosa en este ambiente polarizado e irracional, dentro del cual, ahora el gobierno de Maduro es dueño y señor total del escenario institucional de la República, en vista del nuevo regalo que la oposición –presuntamente mayoritaria- le ha hecho al abstenerse otra vez en las recientes parlamentarias del 6/D-2020. 

Es el anuncio de un primer round cruento y feroz, en el que el gobierno tiene todas las de ganar, frente a una oposición abstencionista; ineficaz, irresoluta, e ingenua que cree que por la vía equivocada e irreal de la ¨Prórroga Constitucional¨ del mandato de la AN elegida en diciembre de 2015, puede seguir contando con amplio apoyo. 

Pues no, el apoyo interno se está diluyendo a gran velocidad, y el internacional ya comienza a resquebrajarse con la declaración de la Unión Europea, que ya no reconoce a Guaidó como presidente interino, por lo cual, debería alguien advertirles a quienes dirigen a esa oposición, que es hora de plantearse con seriedad el tiempo de la negociación y acuerdos que permitan resolver los problemas socioeconómicos de la población en general, pues de lo contrario habremos perdido no solo el país, sino a su gente por el crecimiento desmedido de la diáspora, o por la muerte prematura por la imposibilidad de gestionar sus vidas y la de sus familiares.

Es de recordar también, que los responsables de la dirección política de esa oposición pusieron todas sus esperanzas en el presidente Trump, que no solo perdió las elecciones en EEUU, sino que ahora ha protagonizado uno de los más bochornosos sucesos con el asalto al Capitolio Federal. 

El 2021 apenas comienza y ya es agotador. Racionalidad por favor! 

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

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