El expresidente Chávez entró en desgracia cuando el 3 de diciembre de 2006, resultados en mano y sabiéndose reelecto, sustituyó la “camisa del amor” color azul con la que realizó su campaña electoral y se soldó la roja. A partir de ese momento el “socialismo” impregnó su discurso, sus intenciones reales, sus acciones. Los efectos fueron inmediatos; en 2007 perdió la reforma constitucional, en 2008 comenzó perder las alcaldías y gobernaciones más importantes, en 2010 perdió la AN (solo que por artilugio antidemocrático el CNE permitió obtuviera más diputados con menor votos que la oposición) y en 2012, según declaraciones del mismo Jorge Giordani, tuvo que saquear las arcas nacionales para ganarle a Capriles… todos estos hechos están registrados.
El
punto fuerte de Chávez es que supo como extraer el mayor provecho a la
autodestructiva “viveza criolla”, de la mano (in)fortuita del mayor boom
petrolero de la historia, comenzó hilvanar programas de populismo salvaje que
le redituarán en votos, no fueron políticas sociales como las de Lula quien
permitió salir de la pobreza a más de 20 millones de brasileros, fueron/son
estipendios mensuales que no permiten la superación de la pobreza personal ni
familiar, sino crear dependencia, esclavitud electoral.
Sin
embargo, ante el progresivo deterioro de la calidad de vida, sobre todo después
de la destrucción de Pdvsa, todos esos programas populistas (Misiones) quedaron
prácticamente en el olvido, sus aportes no alcanzan ni para comprar medio
cartón de huevos. Así, bajo el ardid del inefable “Carnet de la Patria”, el
régimen intentó motivar a su remanente de acólitos, pero sin éxito. Desde 2017,
con la “constituyente”, lo electoral quedó sepultado, el venezolano ha
demostrado desde esa fecha que no volverá a votar mientras las instituciones
del Estado sean forzosamente chavistas, pues asesinaron el voto: no premia, no
castiga, no genera ningún cambio, luego de cada proceso electoral el país
empeora dramáticamente.
La
idea del Estado Comunal en Venezuela no es nueva, hace 14 años fue rechazada
por los venezolanos, pero (opinamos) ni los gobernadores ni alcaldes rojos
rojitos del momento lo querían porque perdían sus espacios naturales de poder,
además, esa reforma solo contemplaba la reelección indefinida de Chávez, no de
los demás cargos de elección popular.
Sea
como sea, en 2021 el régimen desempolva nuevamente el Estado Comunal
sencillamente porque no tiene más remedio, siendo incapaz de volver obtener un
triunfo electoral democrático, constitucional y transparente, trata de
consolidar este sistema donde los gobernantes “podrían” escogerse desde las
comunidades en elecciones de primer grado y luego hacía arriba en elecciones de
segundo y tercer grado, de este modo, con comunidades asediadas por colectivos
y demás métodos intimidatorios, el partido del régimen Psuv jamás perdería un
espacio… exactamente igual a pobre Cuba.
Es
nuestra opinión, el Estado Comunal representa un retroceso inconmensurable solo
equiparable con el tercer mundo, asegurando la perpetuidad de una élite
todopoderosa a costillas de toda una nación sometida a una pobreza inducida, a
una sobrevivencia indignante de controles, racionamientos y castración de
derechos/libertades. El chavismo (minoría de minoría dentro del país) trata de
imponernos el Estado Comunal mientras más del 90% desea democracia,
instituciones públicas profesionales, apegadas a la ley. Parafraseando a
Churchill “Nunca tan pocos hicieron tanto daño a tantos”
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
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