domingo, 21 de marzo de 2021

JESÚS RAFAEL GONZÁLEZ BRICEÑO, LOS TRES COLOSOS ACTUALES

Rusia, República Popular China Y Estados Unidos están afectados por severos conflictos en su lucha por la supremacía mundial 

Los recientes acontecimientos del inicio de la tercera década del presente siglo nos muestran una geopolítica muy compleja y cambiante en que compiten las tres grandes potencias mundiales al enfrentar los desafíos de la supremacía en que una de ellas pretende implantar un nuevo orden internacional, dentro de una crisis estructural política, social, económica y tecnológica marcada definitivamente por la pandemia del COVID-19, iniciada y desparramada desde Wuhan, China, a fines de 2019 y hasta el presente, aún no remitida, que podría inclinar las balanza hacia el coloso asiático del dragón, al intentar imponer su hegemonía ante la Federación Rusa y Estados Unidos de América que, además de confrontar los conflictos geopolíticos mundiales, se enfrenta a graves debilidades internas del terrorismo, violación de los derechos humanos, decadencia de la gobernanza y debilitamiento de sus tradicional status quo bipartidista. 

Uno de los tres grandes del mundo trata de imponerse tras la flaqueza interna y externa estadunidenses puesta de manifiesto , con mayor énfasis , en el último mandato de Donald Trump, enero del 2017-2021, al romper los moldes institucionales de los mandatarios precedentes, las desavenencias con sus amigos y socios tradicionales del bloque occidental, creándose una crisis de inestabilidad que todavía no es fácil de predecir por su complejidad y brevedad del nuevo mandato de su sucesor demócrata Joe Biden que ha asumido la responsabilidad de resolver algunos de sus problemas más urgentes, los siguientes problemas para enfrentar: 

-El desbordamiento de la pandemia de covid-19, la más grave a nivel mundial con secuelas letales y sanitarias, disociación familiar y un elevado saldo de casi treinta millones de contagiados, y más de medio millón de fallecidos, 

-Los resabios históricos y crecientes de un racismo afroamericano y el fortalecimiento de la supremacía tradicional blanca, que han originado constantes disturbios y desórdenes internos y el asalto lamentable al CAPITOLIO, El 6 de enero pasado; y el fortalecimiento del movimiento Black Lives Matter en su lucha contra el racismo pero infiltrado por otros intereses distintos y foráneos que pueden representar un peligro para la estabilidad interna nacional. 

-La avalancha inmigratoria sin precedentes en su trayectoria histórica multiétnica que, además de sus consabidas causas socioeconómicas y políticas continentales, contienen, a su vez, factores estratratégicos externos de perturbación de su orden interno y sus relaciones internacionales. 

- Desatención de su liderazgo mundial en defensa de la democracia occidental y recomposición de las alianzas del bloque democrático anticomunista para la restauración de sus alianzas diplomáticas, económicas, comerciales, militares y estratégicas para atender a conjuntamente los desafíos de sus enemigos tradicionales fortalecidos a finales del siglo y del presente por la penetración incesante de Rusia, la República China e Irán que con su apoyo logístico, financiero 

y comercial, preferentemente los del Grupo de Puebla, representan una amenaza continental para la democracia y la estabilidad regional- 

-El desproporcionado déficit financiero y comercial de EUA, de aproximadamente 20,5 billones de dólares( BM), igual o superior a su PIB, ,y en especial con la China comunista, $1,130 billones, representa un pesado hándicap difícil de manejar, con una franca tendencia a incrementarse durante la pandemia de la Covid-19, al tener que erogar muchos billones de dólares para atender la crisis sanitaria, la ayuda a pequeñas y medianas empresas y a los gobiernos federales y locales, y a más de 2, 5 millones de personas apuntados al paro, etc., lo que significa en la actualidad una pesada carga que impedirá al gobierno de Biden negociar en igualdad de condiciones con sus adversarios y sus acreedores, además de los peligros de aumento inflacionario, descenso de sus ingresos internos y el recalentamiento de la economía estadunidense que , seguramente, se profundizarán durante la presente legislatura demócrata. 

De las tres grandes colosos mundiales pareciera que China está en mejores condiciones de imponerse por haber salido de la crisis pandémica mucho mejor que los demás jugadores de la geopolítica mundial tanto en su crisis social con un número irrisorio de fallecidos como de las consecuencias económico- financieras aunque se estima que haya frenado su expansionismo comercial y financiero, como se deduce en su nuevo Plan Quinquenal recientemente aprobado, marzo 2021. 

La Federación Rusa no parece haberse resentido demasiado de la tragedia viral mundial pero, al igual que su socio asiático, no han podido superar su pasado nefasto del comunismo, con debilidades estructurales de los derechos humanos, minorías étnicas, culto a la personalidad y violación de los principios fundamentales de los derechos políticos. No obstante disponen de argumentos sólidos para aspirar a liderar o compartir una parte relevante de la geopolítica mundial vinculada estrechamente de cómo la nación norteamericana supere esta severa coyuntura política, institucional, social y financiera. 

La solución del actual desequilibrio mundial que será arduamente disputado entre los tres gigantes por lograr su hegemonía a nivel planetario y/o regional, dependerá de la sagacidad de sus liderazgos nacionales, de sus capacidades de aprovechamiento de sus potencialidades totales y de su actitud para negociar la paz y la convivencia entre ellas, o permanecer en una nueva GUERRA CIBERNÉTICA POSPANDEMICA, en vez de una conflagración  mundial de consecuencias catastróficas para la humanidad. 

Para las próximas entregas nos hemos fijado los objetivos de analizar las posibilidades de la Rusia de Putin, ¿un asesino, según Biden?, de la China de Xi Jinping, con su intencionalidad de implantar una hegemonía comercial-financiera y de la Europa Unida (con la salida del Reino Unido), de ser parte relevante del juego estratégico mundial, capaces de compartir el nuevo orden internacional en concordancia con sus debilidades y argumentos, o se involucrarán en un conflicto cibernético.

Jesús Rafael González Briceño
jesusrafael768@gmail.com
@jesusgonzalezbr
Venezuela

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