Es sencillo, no pueden ser reconocidos como opositores
cuando asumieron ilegítimamente la conducción de los principales partidos
políticos opuestos al régimen ¿Por qué no se utilizó mismo procedimiento de
legitimación de directivas usado por el CNE en 2016? dicho sea de paso, usado
inoportunamente como mecanismo dilatador a la solicitud revocatoria ¿Por qué,
en lugar de permitir a los militantes elegir sus directivas, fueron impuestas
por un TSJ también cuestionado (no reconocido) por su designación anómala?
La respuesta es sencilla; sí se hubiese permitido a la
militancia de Acción Democrática, Primero Justicia, Copei y demás partidos
expropiados, el resultado era obvio, las directivas resultantes, cónsonas con
sus militancias, jamás hubiesen participado en un proceso electoral con
condiciones absurdas, por tal motivo, el chavismo, a través de su control de
las instituciones públicas, entregó esas directivas a un puñado de figuras para
que, usando las siglas de esas organizaciones, participaran a espaldas de los
venezolanos en las parlamentarias, acto rechazado por la inmensa mayoría (70%)
tal como quedó demostrado el pasado 6D. Fue el mismo rechazo dado por los
venezolanos a todas las elecciones perpetradas en el país bajo el esquema
“constituyente” 2017… los hechos son contundentes.
Es grave, el chavismo (minoría) arrastra al país
(inmensa mayoría) por un derrotero opuesto 180° a dónde los venezolanos
queremos ir ¿A dónde? A una nación donde la ley y la democracia sean las
principales virtudes, cuyos gobiernos locales, regionales y nacional sean cuna
de derechos y libertades… no como hoy, pesadas anclas que imponen a la fuerza
un sistema político, económico y social ajeno 100% a lo que históricamente es
Venezuela, un sistema de élites autoengrandecidas, plagado de controles,
racionamientos, condicionantes a los derechos por los que lucharon y dieron sus
vidas nuestros verdaderos próceres.
En Venezuela no hay división opositora, que quede
claro. La conducción opositora legitima/reconocida está muy clara en los fines
y en ella participan Ledezma, María Corina, Guaidó y entre otros, con sus
aciertos y errores, apoyados por las democracias del planeta. Lo otro que
convenientemente exalta el régimen a través de su hegemonía mediática y
confirió las siglas de AD, Copei, Primero Justicia, entro otros, es un pequeño
grupo autoetiquetado “opositor”, ilegítimo, no reconocido internacionalmente,
del cual no se desprenden elecciones, diálogos ni los acuerdos que claman los
venezolanos, es la realidad.
Una vez más, lo repetimos: La abstención en Venezuela
no la controla el régimen ni la oposición, es el sentimiento más legitimo que
encarna la nación en contra de instituciones psuvizadas y una falsa oposición
con despropósitos. Y hasta tanto en Venezuela no se retome el hilo
constitucional, democrático y sean los actores políticos reales quienes asuman
sus roles, en el país podrán fingirse mil elecciones más, pero solo continuarán
generando abstención atroz, instancias no reconocidas y sanciones, punto final.
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
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