domingo, 14 de marzo de 2021

ROMÁN IBARRA, TPS VENEZUELA

En menos de 100 días de haber comenzado su gobierno, el Presidente Joe Biden cumplió su promesa de campaña electoral, y ha otorgado el Estatus de Protección Temporal, o TPS por sus siglas en inglés, a todos los venezolanos en territorio de los Estados Unidos, amparando a quienes hubieran ingresado a territorio norteamericano hasta el día ocho (8) de marzo de 2021.

Esta es una medida de gran alivio para todos nuestros compatriotas, debido a que ahora podrán obtener permiso de trabajo, social security, y desarrollar legalmente cualquier actividad por un lapso de 18 meses, inicialmente.

 El TPS otorgado por el gobierno del Presidente Biden, se suma al mecanismo de protección para nuestros hermanos que residen en Colombia, otorgado por el Presidente Duque, el cual permitirá a nuestros ciudadanos establecerse en tierras del país vecino y progresar, Dios quiera que sea en paz.

En cuanto al caso colombiano, vale la pena poner de bulto, las diferencias abismales que hay entre el Presidente Duque, y la demagogia barata de la Alcaldesa de Bogotá, quien está intentando sacar provecho del sentimiento anti venezolano, sembrado -por cierto- por políticos irresponsables como esa Alcaldesa, quien olvidó la discriminación de que fue víctima por ser lesbiana, y ahora usa a los nuestros, como carne de cañón de su fusilamiento mediático.

Actúa como si Colombia hubiera conocido el delito con la llegada de nuestros compatriotas, cosa que desde luego es insostenible, incluso por las estadísticas de las propias fuerza policiales del hermano país. Lamento su conducta y maltrato hacia los venezolanos. 

La respuesta clara y certera de los Presidentes Duque, y Biden, debería ser la guía y el norte de todos los gobiernos del mundo, en los cuales, hay presencia venezolana. 

Los venezolanos en medio de una de las más grandes crisis conocidas en el mundo, producto de un gobierno ineficaz; corrupto, e indolente, lo hacemos por necesidad, y no con ánimos de invadir a nadie, ni robarle el pan a nadie. Lo hacemos por razones políticas reales, y estrictas razones de supervivencia; intentar establecernos trabajando duro, y ayudando materialmente a quienes se quedan en nuestra tierra, pues sabemos que sobreviven en condiciones dramáticas. 

El país expoliado; deshilachado, y destruido que hoy tenemos es efectivamente producto del peor desempeño gubernamental, no solo en lo social, y económico, sino en lo político y espiritual que hay en todo el hemisferio, y es suya –sin dudas- la mayor responsabilidad. 

Pero es también producto de una clase política opositora que no ve más allá de su nariz, y no admite su cuota de responsabilidad en esta crisis, por la incapacidad de articularse para construir una fuerza poderosa y suficiente que controle, y mantenga a raya al gobierno. 

Ha dilapidado el más grande capital político que en muy largos años se haya visto en nuestro país, como resultado del proceso electoral del 6D/15, en el que obtuvimos dos tercios de la población electoral nacional para acceder al control de la Asamblea Nacional. 

De esa fuerza unitaria y políticamente poderosa, hoy solo quedan escombros y lamentos, porque los resultados de la gestión en cinco años, pero especialmente en los dos últimos, son desastrosos. 

Divisiones; luchas internas sin sentido; guerras fantasmagóricas e irrealizables; escasa inteligencia, y falta de metas claras, acabaron todas las posibilidades, pero lo peor de la errática ejecución, fue el abandono a su suerte de la sociedad que les confió su esperanza. 

Hoy solo queda seguir luchando para reorganizar, pero mientras tanto agradecemos a Colombia y a los EEUU, la protección legal que brindan a los nuestros. Ojalá otros gobiernos del mundo sigan el ejemplo. Los venezolanos somos gente de bien. Dios bendiga a los venezolanos dondequiera nos encontremos!

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario