La educación entró en terapia intensiva. El año
escolar se vuelve a perder. Y lo peor es que, según el régimen, en educación
primaria y media todos pasan. Según UNICEF, tres de cada cinco niños en América
Latina perdieron el año escolar, pero lo insólito es que en Venezuela aprueban
sin conocer los contenidos, ni superar los objetivos. Mientras no existan las
condiciones, no haya educación presencial o al menos mixta, pasar sin aprender
perjudica al alumno. La educación a distancia deja a bastante más de la mitad
de la población estudiantil sin posibilidades. Tenemos uno de los Internet más
lentos y precarios del globo, con una conectividad casi nula e intermitente. En
un país donde hay también escasez de electricidad en casi todas las regiones
“al que no lo agarra el chingo lo agarra el sin nariz”.
Las universidades públicas también han sido destruidas
debido a la desidia gubernamental. No cuentan con las plataformas mínimas para
garantizar la educación a distancia. Aunque parezca insólito, en Venezuela a
contracorriente del mundo, hay cada vez menos gente conectada a internet y con
equipos inteligentes.
En los últimos días se plantea una nueva ley para
restringir las redes y lo que va quedando del internet. Ya establecieron la
supervisión estricta cuando prorrogaron una vez más el Estado de Excepción. De
cualquier manera, la cuenta que a nivel mundial suspenden de Facebook es la del
propio Maduro, al comprobarse que lo del Carvativir milagroso es un cuento
chino. Tan fantasioso como la promesa de que pronto vamos a estar en el 5G,
cuando en realidad no estamos sino muy por detrás de todo el mundo.
Venezuela solía estar a la vanguardia de América
Latina y ahora estamos a la saga. Tuvimos una democracia próspera y hoy tenemos
un régimen autocrático que nos ha arruinado. No puede haber educación digna con
tanta hambre.
Hay que cambiar la actual debacle, y meterle el pecho
al problema del hambre y de la educación. Un profesor en la educación pública
en cualquiera de sus niveles no llega a diez dólares mensuales. Hoy no hay
quien quiera estudiar educación. Los profesores siguen cruzando las fronteras para
sobrevivir. Los que quedan tienen como decimos en criollo que hacer cualquier
cosa distinta para obtener los ingresos mínimos necesarios.
En medio de la represión, las amenazas, las
violaciones a los derechos humanos, las detenciones a periodistas, el bloqueo
de los distintos portales de internet, tenemos siete años seguidos de fuerte
contracción económica y caída del ingreso. Los países no tocan fondo, pero si
se desintegran. Cuando vemos el desastre de lo que está sucediendo en el alto
Apure y en la frontera, no nos queda sino concluir que podríamos desaparecer
como nación. Es la caída libre de nuestro país. El asesinato de población
inocente, los desplazados de Venezuela hacia Colombia. Es muy doloroso lo que
sucede a todos los niveles.
La alternativa democrática tiene que unirse de cara a
la salida de un régimen que lo ha colapsado y corrompido todo. Vamos todos
juntos a dar lo que nos queda por el cambio en Venezuela. El cese del
desgobierno es una necesidad. Elecciones presidenciales libres y justas ya. Se
trata de revocar a Maduro y todos debemos empujar en esa única dirección.
Oscar Arnal
oscar.arnaln@gmail.com
@OscarArnal
oscar.arnaln@gmail.com
Venezuela
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