Ahora admiten que están
negociando con el gobierno, a pesar de que como se recordará, antes se
opusieron ferozmente y hasta nos acusaron de colaboracionistas, y traidores,
porque siempre fuimos promotores de la participación, incluso en condiciones
adversas, intentando convertir el ventajismo y adversidad en oportunidades de
avanzar.
Luego de constatar que
esa política fue un fracaso, hoy se reúnen con el gobierno, pero no dejan de
cometer errores importantes:
Quieren excluir
precisamente a quienes con su tenacidad, y a pesar de las críticas, lograron lo
que ellos no quisieron hacer cuando tenían el control de la AN, es decir, la
designación del CNE. El actual, designado a pesar de ellos, es claramente más
equilibrado que todos los anteriores en 20 años.
Quieren imponer
condiciones, no solo al gobierno, sino a otros sectores de la oposición, sin
tener fuerza real o institucional para lograrlo. Es decir, regalaron el
parlamento, no representan sino a sus respectivos partidos, pero quieren decir
quienes entran y quienes no, en las negociaciones y acuerdos con el gobierno.
No han reconocido
públicamente su responsabilidad en el fracaso de la abstención, y mucho menos
en cuanto a la violencia extremista que emplearon cuando se empeñaron en lanzar
a la muerte a los estudiantes con escudos de cartón; los presos; los heridos;
la operación Libertad; la Gedeón; los trancazos; las guarimbas, y demás
ridiculeces. No le han pedido perdón a la sociedad que les confió su voto y su
esperanza, y que
fueron defraudados por
la farsa de la autoproclamación, y el interinato eterno.
Intentan imponer
métodos y candidatos, ignorando liderazgos naturales de las regiones, y
localidades, despreciando incluso, a quienes tuvieron la valentía de
participar; ganar, y defender a sus electores de la patraña oficialista con sus
protectores de estado.
Parece que ni olvidan,
ni aprenden de sus propios errores, y no terminan de entender que sin unidad
real, y sin exclusiones odiosas, no podremos derrotar jamás al oficialismo.
Deben decidir ya si van
a participar o no de manera definitiva, en lugar de estar amenazando con la
posibilidad de retirarse, si no se cumplen sus caprichos. Si participan, hay
varios mecanismos que pueden utilizarse para ayudar en la organización, en
vista de que el tiempo es corto.
La primera es repetir
como candidatos a los gobernadores, y alcaldes en ejercicio, como
reconocimiento a su labor y tenacidad. Luego, procurar candidatos de consenso
de reconocida solvencia moral, y liderazgo social en cada estado o municipio, y
finalmente, donde el consenso no sea posible, escoger mediante encuestas
aceptadas por todos, o primarias, la selección de los candidatos de la
oposición.
Buscar los mejores
candidatos posibles para enfrentar al gobierno, y comenzar a acumular fuerzas
reales que nos permitan ganar muchas gobernaciones, y alcaldías, diputados a
los concejos legislativos regionales, y concejales, para contrastar con el
oficialismo mediante el ejercicio de buenos gobiernos, recobrar la confianza de
la ciudadanía y ganar las elecciones presidenciales para cambiar el gobierno
cuando corresponda constitucionalmente.
Evitar caer otra vez en
la trampa del referéndum revocatorio, y concentrarnos en horadar el piso
político del oficialismo, mediante el trabajo eficaz.
El gobierno a gobernar,
y la oposición a presionar y controlar al gobierno para evitar abusos de poder,
y más desastres de los ya existentes.
La dirigencia opositora
debe tomar una decisión ya, y evitar perder más tiempo deshojando la margarita,
con lo cual, crea más desconfianza en la población.
No hay tiempo que
perder, y la ciudadanía está ávida de esperanzas en el porvenir, y sentir apoyo
para sus iniciativas, para seguir creyendo en el país, y en su capacidad
emprendedora.
Estamos en la
obligación de vencer los obstáculos que ponen desde el gobierno, para
derrotarlos y evitar su intención de perpetuidad.
Si nos unimos y trabajamos todos. seguro
que lo vamos a lograr.
Roman
Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra
Venezuela
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