Con base en la importancia de los prolongados y complejos momentos que vivimos los venezolanos, he considerado conveniente para la democracia, que las fuerzas que componen estos sectores actúen con la misma discreción y respeto por el contendor interno tal y como lo han hecho numerosos carabobeños. Carabobeños, que, por cierto, como una tromba se han lanzado a apoyar sin reservas al amigo Julio Castillo. Lastimosamente, por razones de espacio me veo obligado a omitir los nombres de quienes firman la carta que a continuación transcribo, solo señalaré a la Asociación de columnistas de Carabobo. Finalmente, les invito a leer la publicación oficial de esta carta donde aparecerán innumerables firmas, ya verán, no se imaginan.
Quienes suscribimos esta CARTA DE CARABOBO somos todos vecinos de este estado que tanto ha significado en la vida nacional. Como todos los venezolanos estamos preocupados y angustiados por la prolongación de la crisis que ha ocasionado la nefasta administración del país en los últimos veinte años.
Somos indeclinablemente demócratas y creemos que ese es el mejor mecanismo de resolver nuestros problemas. La mayoría de las democracias más decentes e importantes del mundo nos han acompañado en esa lucha por recuperarla para nuestro país. Hoy en México, se ha puesto en evidencia ese apoyo y lo necesario que es que avancemos en el logro de las mejores condiciones posibles para que podamos recuperar el valor del voto y la participación ciudadana como medio de resolver nuestras controversias.
Como sabemos, la Constitución y las leyes prevén que se deben renovar los mandatos de gobernadores y alcaldes este año, pues su periodo fenece. A tal efecto se han convocado unas elecciones para elegirlos el próximo 21 de noviembre.
Pensamos que se trata de una oportunidad para hacer valer nuestros derechos y para que se logre, en el marco de la negociación que se ha emprendido, bajo los auspicios del Reino de Noruega, un ambiente que nos permita renovar la dirigencia regional y local.
En Carabobo necesitamos recobrar la seriedad y el respeto de las instituciones. Necesitamos que desde el capitolio regional se gobierne con sentido de amplitud para todos, atendiendo a los principales problemas de la región y también que haya un vocero sin ataduras políticas con el régimen de Nicolás Maduro para que defienda consecuentemente nuestros derechos.
Quienes suscribimos este documento queremos proponer el nombre de JULIO CASTILLO encabece esa cruzada de rescate de la seriedad y el buen gobierno. Julio es un dirigente regional de aquilatada experiencia. Ha sido desde su juventud un líder que desempeño los más importantes cargos de la dirección del movimiento estudiantil carabobeño: Ha sido concejal de Valencia en dos ocasiones, Síndico Procurador Municipal de Valencia; Secretario de Desarrollo Económico en el gobierno del doctor Henrique Salas Römer; diputado en dos periodos y dos veces vicepresidente de la cámara de diputados, ha sido alcalde del municipio Naguanagua reelecto en el cargo y profesor de nuestra Alma Mater, Universidad de Carabobo.
Ha estado siempre ligado al acontecer social, deportivo y cultural de la región y es conocido como un hombre honesto, con capacidad gerencial y con una gran capacidad para relacionarse con todos los sectores sociales y políticos.
Estamos conscientes de que seguramente varios otros nombres podrán ser postulados por organizaciones políticas y sociales para la misma responsabilidad, pero no tenemos dudas de que Julio, es, en este momento el nombre que mejor encarna nuestras aspiraciones y esperanzas de cambio. Por esa razón proponemos a toda la opinión pública carabobeña, la consideración de su liderazgo como candidato a la gobernación del Estado.
Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
Venezuela
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