miércoles, 6 de octubre de 2021

CARLOS E. AGUILERA A.: EL PERIODISMO FÁCTICO DEL RÉGIMEN

“Pese a las adversidades, el buen periodismo siempre tiene plena y absoluta vigencia” CEAA

Los comunicadores sociales padecemos desde hace tiempo la natural angustia, ante las permanentes amenazas que enfrentamos como también las empresas periodísticas, acosadas y expuestas al escarnio ante la opinión pública por Nicolás Maduro, su Ministro de Información y sus áulicos camaradas, que sin empacho alguno, afirman que los medios de comunicación ya no cumplen su papel en estos tiempos de la llamada revolución socialista del siglo XXI. En tanto que día a día los medios periodísticos del oficialismo en televisión radio y periódicos, exaltan hasta más no decir las “bondades” del régimen socialista, marxista y mal llamado bolivariano. Es decir, para ellos este es el auténtico periodismo fáctico.

Pretenden mediante sus falaces argumentos hacer creer que los ciudadanos necesitan tomar sus decisiones mediante una, veraz y objetiva información, pero exhibiendo en la inundación de sus mensajes contextualizados, subliminales cuñas con supuestas realidades de la “revolución bonita”, denominada socialista y por ende comunista -como lo afirmara hace años Fidel Castro a una periodista de VTV. “Chávez vive” es el mensaje goebeliano, que todos los días atormenta el cerebro de los venezolanos, que de él precisamente no tienen buenos recuerdos, por ser el autor de la peor desgracia que vive el país.

Pero los periodistas, los genuinos periodistas, no hemos renunciado ni renunciaremos jamás a la presión de un régimen, que califica a la oposición como dueños de un poder mediático y por el contrario, les recordamos a los corifeos gubernamentales que un auténtico comunicador social, no puede prestarse al perverso juego de mal informar a la opinión pública, ávida de una verdadera información objetiva, veraz y oportuna.

De nada valdrán las artimañas, la intimidación y la constante amenaza que ejerce el régimen con los medios de comunicación y periodistas, para ahogar la protesta social que en los últimos tiempos se está generando en el país, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, cuya cobertura noticiosa es calificada denigrantemente como “terrorismo mediático”, en su empeño por impedir que cumplan su papel. Insisten reiteradamente, además de la apropiación del poder social y ciudadano, aplicar sanciones, como en efecto las han aplicado, para liquidar a los medios que no se alineen a sus ambiciosos deseos hegemónicos. La detención desde hace 11 meses del colega periodista Roland Carreño, acusado infamemente por los supuestos delitos de conspiración, tráfico ilícito de armas de guerra y municiones y financiamiento al terrorismo, es una manifiesta demostración de lo que en párrafo anterior afirmamos.

Le preocupa al régimen – y de ello estamos seguros - lo que está ocurriendo con los medios gubernamentales que, pese a tener todos los recursos y acceso a información privilegiada, languidecen entre el tedio y la burocratización, pues solo sirven para ocultar las abulias que el poder no desea se hagan públicas. Ocurre todo lo contrario con el periodismo que ejercen por ejemplo el argentino Jorge Lanata, para destapar la corrupción en su país, o la persistente bloguera cubana Yoani Sánchez para denunciar los abusos del castrismo, o también el periodismo que ha tenido que esperar año tras año, para enfrentarse al poder y reconstruir etapas oscuras, como las de las dictaduras del continente.

En un verdadero estado de derecho un gobierno no actúa bajo amenazas, manipulaciones, escarceos ni nada que se parezca, y peor aún no emite sentencias prefabricadas que constituyen la manifestación más abyecta de la prostitución de la normal legal y tampoco priva a sus ciudadanos de su derecho a la libertad de expresión y a los medios de comunicación a informar libremente, en otras palabras, a ejercer con autenticidad la LIBERTAD DE PRENSA.

De allí la necesidad de resaltar la importancia de la vigencia de la norma constitucional, que es la antípoda del ejercicio caprichoso y abusivo de los derechos de los ciudadanos, que constituyen la columna vertebral de la convivencia social, y que hace a una nación merecedora del respeto de propios y extraños, y no del escarnio de ser considerada tierra de bárbaros.

Por todo lo anteriormente indicado y aunque el difunto hijo de…..Sabaneta y ahora su devenido heredero, hoy ilícito inquilino del Palacio de Misia Jacinta, siente una verdadera animadversión por los medios de comunicación, en un gobierno democrático como del que presumen Maduro, Cabello y otros capitostes del régimen en sus discursos (¿), los medios y los comunicadores deberían merecer, por lo menos, el mismo respeto que reconocen a otros grupos y sectores identificados con su causa. De esta manera darían fiel cumplimiento de los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Un voto solidario para nuestros colegas, que atenidos a la ética moral y profesional demuestran en su diario ejercicio periodístico, el esfuerzo creador para enriquecer la expresión humana, llenando el espíritu de la universalidad, gusto, estilo e imaginación, como jamás se había visto en Venezuela, en la historia de la comunicación social.

Carlos Aguilera
careduagui@gmail.com
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela

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