La proyección es un
mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas las propias
virtudes o defectos, incluso sus carencias (falta). El tipo de proyección que
el sujeto realice dependerá de su estructura psíquica y de la introyección que
haga de sí mismo y su auto percepción, por lo cual, vera en los demás lo que es
y seguirá siendo. Lo cual, se destaca en el concepto para designar una defensa
primaria en él como mecanismo.
Increíble que tal
fenómeno de la personalidad y modelo político usado en las tiranías como la
Italiana con Mussolini, la alemana con Hitler, la de Stalin en Rusia, la de
Fidel y Raúl Castro en Cuba y en Venezuela por el difunto presidente y su
heredero que sigue la pauta al pie de la letra. Por lo cual, establece este fenómeno
a los ciudadanos, sean actores, comerciante, intelectuales, periodistas,
adversarios políticos (con pocas excepciones) y empresarios en particular. El
común denominador de estos, es el éxito que poseen en sus labores y en lo
personal.
Es el dilema de todo
aquel que requiere de este mecanismo en la política venezolana para buscar en
él, ocultar su praxis política o personal y así etiquetárselas a sus
adversarios o a sus enemigos imaginarios, que sería otro trastorno de la
personalidad para analizar. Lo importante es que esta escuela de los extremos
ideológicos, ambos no mide los efectos que hoy por hoy, son ya identificados y
la gente se los etiqueta a estos mismos que los emiten de forma brutal e
irrespetuosa. (Se vuelve más estéril cada vez)
Ladrón, traidor,
hipócrita, doble cara, bandido y oligarca entre otros fueron emitidos por la
primera instancia del gobierno nacional venezolano contra el empresario,
exitoso, con carisma, aglutinador y venezolano, Lorenzo Mendoza presidente del
grupo Polar; empresa que pertenece al gentilicio venezolano por su génesis y
desarrollo, como de sus pertinencia en la base alimenticia del país.
Por lo cual, es el
momento de decirlo con mucha mas precisión, “la proyección” utilizada en estos
momentos en la nación, además de sonar ridículo pasa por la suma de eventos que
el venezolano vive en el día a día, anti-sonante, fatuo, e irresponsable por
parte del Presidente. Solo a de ver la
panorámica del país para entender que no hay alimentos, medicinas,
electricidad, inflación y una profunda corrupción que asfixia al ciudadano de
todos los sectores y colores políticos. Retomar la sindéresis es la vía de la
presidencia y enfrentar los problemas reales.
Finalmente, invitamos
a todos los ciudadanos a tomar el ejemplo de las mejores muestras que tenemos a
mano, un modelo a seguir en el éxito personal, político, económico, espiritual,
laboral, intelectual y familiar. Ese debe ser la guía de los ciudadanos, del
joven en formación, de las familias y las comunidades. En Venezuela nos sobran
gracias a Dios, no los necesitamos importar ni “proyectar” en lo absoluto.
Reaccionemos y sumemos voluntades.
Jose Ernesto Pons
Briñez
joseponschene@hotmail.com
@joseponsb
Zulia – Venezuela
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