El
18 de noviembre del 2015 escribí a raíz de los atentados en Francia lo
siguiente: “Las democracias y sus mecanismos (ONU, OEA) están enfermos, los
dolores que le causan el terrorismo islámico y el narcoterrorismo comunista,
están presentes en estos acontecimientos. Esto continuará a pesar de las
reacciones inmediatas producto de la rabia. Esto seguirá agravándose porque el
trasfondo no es solo religioso, es contra el occidente democrático”
Todas
estas células de ISIS estén donde estén tienen la misma orientación y apoyo de
la red internacional Al-Qaeda y de la extrema izquierda. Algunos países socialistas
latinos le han otorgado pasaporte a radicales islámicos. No es cierto que son
diferentes, es solo una matriz parcializada de una opinión pública que
justifica subliminalmente sus acciones y luego lloriquea en cada atentado con
flores y carteles de solidaridad con las víctimas.
La
región Francesa que incluye a su vecina Bélgica bajo su influencia desde la
edad media, han sido
alcahuetes de las ideologías socialistas mesiánicas y Tolerantes del
islamismo radical, hasta que le tocó dos veces la puerta en casa. Su ancestral
irreverencia por las reglas convencionales y su bohemia intelectual no ha de
sorprenderse de esa realidad, ya que fueron ellos defensores de aceptar la
inmigración musulmana sin control con un exceso de humanismo que llega a la
idiotez.
El
terrorismo islámico y el narcoterrorismo, tienen orígenes y procedimientos algo
diferentes pero un mismo objetivo, no se pueden desligar, no se pueden separar.
Los radicales son hombres de una sola idea y de un solo fin, cambian los métodos
pero su cinismo y crueldad son similares. Lo mismo Corea del Norte y las FARC,
que la ortodoxia comunista que manda en China, Rusia y Cuba.
Una
crisis de líderes de las democracias occidentales con el temple y la firmeza
necesaria, ha permitido el avance de estos flagelos de la humanidad que se
creían controlados. Definitivamente solo los místicos, soñadores y pacifistas
sostienen que la paz es el estado natural del hombre. La paz es frágil y la
democracia un bien que se debe preservar mediante la vigilancia de los fuertes
y las alianzas entre los de ideas afines. ¿Se atrevería Francisco a predicar
sus buenas nuevas en el estado Islámico?
Cesar
Guillen Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
"Adhuc
Stantes"
“Todavía
en Pie”
Caracas- Venezuela
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