sábado, 26 de marzo de 2016

JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ, EL FRACASO DEL SINDICALISMO EN LA VENEZUELA DEL SIGLO XXI

Esta aseveración se la plantean los estudiosos de los fenómenos sociales y es evidente que los trabajadores en estado de indefensión y frustración están en el convencimiento de que sus sindicatos no sirven, no funcionan y que están en manos de esquiroles, entreguistas y oportunistas sin cabeza, corazón y coraje. 

Es evidente que la desviación sindical, corrupción y partidización del sindicalismo se acentuó y expandió en los años 80 y 90 para trafulcar a los trabajadores y en especial a los obreros. Esta secuela y mal ejemplo fue aprovechado por los revolucionarios de pacotilla para pervertir y corromper al máximo a la blandengue estructura adeco copeyana (CTV, CODESA y CGT) y obviamente a la dócil y poco combativa CUTV (Comunista). La idea pervertida era dominar, controlar y descoyunturar las pocas estructuras sindicales combativas que quedaban en la base de sectores de trabajadores. Hasta hoy lo han logrado.

Con la CTV llena de vicios, corruptelas y en mano de improvisados líderes (Jamás fundaron un sindicato de base) que habían hecho carrera a expensas de promociones partidistas “fichas de líderes políticos” (sería útil estudiar las carreras sindicales de todos los lideres que han pasado por la CTV, Codesa, Cutv y CGT (no menciono a las Centrales de esquiroles que creó el Chavismo porque ninguna se ha ganado el calificativo de sindicalistas). La CTV es hoy un reducto de mequetrefes en busca de prebenditas y rematadores de los espacios (bienes y locales) que le quedan, ellos son muy parecidos a los bandidos que quebraron “robaron” el Banco de los Trabajadores. El Sindicalismo en Venezuela no sirve, esta entregado a prebenditas pecuniarias, trafico de gestoría laboral con los patronos y mafias de nefastos intereses en los sectores de la construcción, minas, pdvesa y empresas con grandes ingresos. ¿Eso es sindicalismo?

El sindicalismo debe ser un Movimiento Organizado Libre y Autónomo de intereses de gobierno, patrones y partidos, que se basa en la asociación de trabajadores (Empleados y Obreros) para tener una representación común de intereses económicos, políticos y sociales. Con líderes probos, aguerridos, corajudos y formados en valores y principios morales y éticos.
Los sindicatos buscan mejorar las condiciones sociológicas de los trabajadores dentro de la organización social existente. Son los representantes “ejecutores de políticas sindicales y sociales” para beneficio del bien común de los afiliados “trabajadores”. Deben rendir cuenta de lo actuado y no deben proceder ante acontecimientos laborales, salariares, contractuales y legales a mutuos propio, sin antes haber realizado asambleas consultivas y reuniones de análisis estratégico y táctico. La rendición de cuenta de lo actuado debe ser por escrito y de viva vos en la asamblea informativa. Todos los trabajadores deben hacer contraloría sindical.

En la actualidad los líderes sindicales (en su gran mayoría) usa el permiso sindical para montar negocios (algunos son hasta prestamistas que explotan a sus representados “los trabajadores”), dan clase en la estructura educativa y cumplen actividades diversas, esto es una degeneración corrupta del fuero sindical y terminan pervirtiendo la función sindical y están entregados a los peores y bastardos intereses “anti sindical”. En los últimos treinta (30) años “de acuerdo con el período y contexto político”, son pocos los que cumplieron fielmente su cometido y otros “la mayoría” funcionaron como apéndices del poder o como opositores politiqueros. Su objetivo vivir, comer y tomar a costilla del trabajador.

Lo surgido a fines de la década de 1989 en Venezuela, bajo la influencia de las obras del populismo, socialismo y comunismo a anarquizado la relaciones obrero, patronal y la legalidad laboral, al extremo que todo se ha corrompido “tarifado” y que al no haber renovación de los contratos colectivos y total indefensión jurídica. Se concluye que los trabajadores han perdido la seguridad sindical, social y jurídica y están a merced de un sindicalismo gobíernero y corrompido. Para colmo el CNE ha secuestrado los procesos de renovación sindical y atenta descaradamente con las libertades sindicales.

Karl Marx y Friedrich Engels explican el surgimiento de los sindicatos como una respuesta obrera al empeño de los patronos en disminuir los salarios. El sindicalismo de origen anarquista planteaba la creación de una sociedad sin Estado, en la que la producción se destinara a la satisfacción de necesidades y no al logro de beneficios (abolición del capitalismo). Para mí el sindicalismo es una actividad social de justicia humana y profundo contenido gremial en beneficio del bien común “salario, bienestar y progreso social”, en el cual no se atenta contra la empresa “generadora de trabajo o empleo” y no se daña o perjudica al generador del trabajo. Se impulsa una relación humana de ganar, ganar.

A lo largo del siglo XX, el sindicalismo tuvo un papel decisivo, a veces nefasto y otro exitoso, en sus relaciones con el poder. Tanto el régimen soviético (URSS) como el nazismo y el fascismo se apoyaron en el movimiento obrero organizado. También el sindicalismo tuvo un destacado papel en la recuperación económica de EE.UU. Y en los movimientos republicanos españoles (finalmente vencidos), en el movimiento peronista (Argentina, a partir de 1945) y en Polonia en los años ochenta con el movimiento Solidaridad. El sindicalismo transformado en partido político llevó a la presidencia del Brasil a un ex dirigente sindical, Ignacio “Lula” Da Silva (2002), el cual traiciono su lucha y se paso al bando de la corrupción y los grandes patronos constructores. En Venezuela se ha dado una síntesis de todo lo malo y pervertido. Resultado una clase trabajadora empobrecida, martirizada por el hambre y la escasez y con un futuro muy negro.

El sindicalismo debe ser reconstruido desde la base, es necesario el surgir de nuevas y renovadas organizaciones sindicales, con absoluta independencia, autonómia y libres de influencias de la IV y V Republica. Los líderes no deben, ni pueden ser los mismos que se enchufaron en el proceso socialista y los que medraron e envilecieron la CTV, CUTV, Codesa y CGT.

Juan de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
inpresjubiladosypensionados@gmail.com
@rvjuandedios
Solidaridad Independiente
Caracas - Venezuela  

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