domingo, 24 de abril de 2016

JOSE FELIX DIAZ BERMUDEZ, CERVANTES, 400 AÑOS,

Tras la gloria inmortal del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, obra cumbre de las letras españolas, se olvida, por la celebridad del libro, el origen y los infortunios de su autor, don Miguel de Cervantes Saavedra.

Hijo de Rodrigo de Cervantes, “hombre hixodalgo, e muy pobre, que no tiene bienes nengunos”, y de Leonor de Cortinas, fue “procreado de legítimo matrimonio”. Algunos de sus ancestros fueron “de alta sangre”, “hombres ricos de León y Castilla”.

A sus 30 años se registra en testimonios de su época que “poco más o menos, y de diez años a esta parte a servido como buen soldado a Su Magestad el Rey Don Felipe” en las más penosas circunstancias, entre ellas: “en las guerras que a tenido en Italia, y la Goleta, y en Tunez, y en la batalla naval que el Señor Don Joan de Austria tubo con el Armada del Turco”, donde fue herido “de dos arcabuzazos en el pecho, y otro en la mano izquierda” (1571).

Héroe con pundonor, estuvo muy enfermo en la acción, y a pesar de que sus compañeros le indicaron que se guardarse bajo la cubierta de una galera, Cervantes respondió “que no hacía lo que debía, metiéndose so cubierta, sino que mexor era morir como buen soldado, en servicio de Dios y del Rey”, tal y como lo exigía su deber a favor de la cristiandad en la batalla de Lepanto. Por su valor recibió “quatro ducados más”.

Otro hecho se destaca cuando “captivo, que está en la cibdad de Argel” (1575) estuvo cinco años encarcelado, intentando escapar. Arnaute “le tenía mucha estima” al haber encontrado las cartas con las cuales Don Juan y el duque de Sessa indicaban sus méritos ante el rey y aspirando recibir un rescate, le respetó la vida.

Desesperado por su propia suerte, Cervantes quiso venir a América para ocupar “un oficio en las Indias”, solicitando entre varias posiciones “la contaduría del Nuevo Reyno de Granada o la Gobernación de la Provincia de Soconusco, en Guatemala, o Contador de las Galeras de Cartagena, o Corregidor de la ciudad de La Paz”, las cuales no les fueron concedidas; España y el Mediterráneo eran su destino.

Comisario de abastos en Sevilla (1587), preso en Castro del Río (1592), estableció su casa sobre una taberna en Valladolid (1603), donde escribió la primera parte del Quijote, para gloria de España y de su nombre. Murió el 22 de abril de 1616 en Madrid: “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son”.

Jose Felix Diaz Bermudez
jfd599@gmail.com
@jfdiazbermudez

Anzoategui – Venezuela

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