EL AGUIJÓN
El nombre de la película Frankenstein, es sin lugar a dudas el reflejo
de su creador, quien imbuido por el desespero del reconocimiento científico,
avanzó en investigación sobre el cuerpo humano, para crear figura semejante a
él. Es como verse en el espejo, y lo reflejado es: un monstruo.
Así se encuentra el régimen venezolano y su partido político, todo lo
que hacen o ponen en práctica es para ir contra los ciudadanos y las
instituciones de la República. A cada supuesto logro revolucionario, su reflejo
es desastre, desidia, generando monstruos a su paso por la administración
pública.
Hay gobernantes que al salir de sus gestiones administrativas logran, a
pesar de la crítica (siempre va a existir) mostrar gestiones a favor de los
ciudadanos. Evidencian construcciones de puentes, carreteras, hospitales,
ambulatorios, escuelas, alumbrado público, y expresan los miles de millones
invertidos, permitiendo su contraloría para verificar lo anunciado, sin excluir
que pueda aparecer algún pecado cometido que deba ser sancionado por el órgano
competente.
En la revolución siglo XXI ocurre todo lo contrario, (por eso se llaman
revolucionarios), son capaces de desaparecer las reservas internacionales sin
que aparezca el o los responsables. Crear hambre y muerte en cuestión de
segundos; expropiar (o robar) lo que les venga en gana y en el momento deseado,
generar odio en las familias, y además les sobra saliva para culpar de eso a
otros.
En la revolución siglo XXI se vive de slogan, temor, abusos, cárcel,
inseguridad jurídica y ciudadana. En ella no importa lo legal, eso es risa
entre los revolucionarios. Las celebraciones son la que corresponden a
violadores, matones, inescrupulosos. El fuerte es quien asesina, y el débil es
el ciudadano respetuoso (la mayoría).
Frankenstein se volvió una pesadilla en sí mismo. No pudo controlar el
monstruo que llevaba por dentro y lo exteriorizo hasta que la muerte se encargó
de hacer defecación su empeño.
En Venezuela el régimen está avanzando en la estructuración de una
sociedad compuesta por monstruos. Su legado es al estilo Frankenstein. La
educación y las buenas costumbres les saben a estiércol, porque eso es lo que
saben hacer.
Josue Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@jarturoms1
Tachira - Venezuela
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