PERDONAR AL CULPABLE
ES CONDENAR A LA VICTIMA
“Presupongo tres tipos de
pensamientos en mi, es a saber, uno propio mío, el cual sale de mi mera
libertad y querer, y otros dos que vienen de fuera, el uno que viene del buen
espíritu y el otro del malo”. San Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales.
Esperar es matar
La Comisión Episcopal de Apostolado Laico y Pastoral Familiar, a través
del Área de Niñez y Adolescencia, rechazó la propuesta del gobierno de bajar la
edad de imputabilidad de los menores de 16 a 14 años, esgrimiendo entre otros
argumentos que es una solución “inmediatista y de cortoplacismo”. Le recordamos
que en el largo plazo los niños criminales seguirán violando el 5to Mandamiento
de la ley de Dios: No matar.
Deberían tener en cuenta que estamos en una emergencia y que no se puede
esperar a que el país elimine la pobreza y mejore los institutos penales y que
además es dudoso que esa sea la principal causa de la delincuencia. ¿No será la
crisis moral?
La solución que da la Comisión es: “Acompañemos a nuestros niños y
adolescentes a vivir sus etapas de crecimiento, en un contexto familiar sano y
seguro”. ¿Sano y seguro… como el menor peruano que mato y sus padres eran
narcotraficantes? Todo lo que propone la Comisión significa esperar.
Esperar significa matar, lo cual no tiene reparación posible, esperar
implica mayor sufrimiento para los futuros victimas y familiares incluyendo los
pobres, que la Comisión dice defender, pero que son los más atacados por la
inseguridad.
Delincuente en prisión no puede reincidir, como lo están haciendo actualmente
los menores asesinos.
Desde 1983 ha habido mas de 40.000 asesinatos. ¿Estas víctimas no tenían
derecho a la vida? Este problema necesita precisamente inmediatez en el plazo
más corto posible. Esto es una lógica incontestable. ¿Es tan difícil entenderlo?
San Ignacio: Libertad y responsabilidad.
Del epígrafe, vemos como San Ignacio de Loyola cree en la libertad
humana, el “libero arbitrio” y por ende en la responsabilidad que cada hombre
tiene de sus actos. Sobre esa base otros dos grandes pensadores de la Compañía
de Jesús, los padres Luis de Molina (S. XVI) y Francisco Suárez (S. XV),
defendieron la doctrina del libre albedrío, oponiéndose a la de la
predestinación de las almas de Martín Lutero. A esta última y para ser justos
solo en este sentido, se acerca el determinismo marxista, que afirma que el ser
humano no es libre, sino que esta determinado por la sociedad, es decir que las
víctimas son los culpables.
Según el determinismo social, un niño con conciencia del bien y del mal,
asesina y el no tiene ninguna responsabilidad. Aclaremos que una cosa es el
perdón cristiano y otra dejar suelto a un salvaje que va a volver a matar. Esto
es falta de amor por el prójimo. Para la comisión el gran mensaje de Jesús “ama
a tu prójimo como a ti mismo”, ha sido superada por la teología de la
liberación, elaborada en su momento en las oficinas de la KGB y que hizo pecar
mortalmente apoyando asesinatos a padres como Mujica o Angelelli.
La pobreza estigmatizada
La comisión episcopal aclaro que se estigmatiza a los pobres como
“sinónimos de delincuencia”, con lo cual la Comisión mete a todos los pobres y
a los asesinos en la misma bolsa. La mayoría de los pobres son honestos, pero
la responsabilidad de un asesino no es social, como ya fundamentamos, sino su
decisión individual de matar. La condición social puede ser una atenuante, pero
nunca un justificativo. Con esta posición es la Comisión quien está
estigmatizando a los pobres.
Crisis espiritual
Aclaran los miembros de la comisión, que hay una “corresponsabilidad de
todos los sectores de la sociedad” y en esto tienen en parte razón porque ellos
que deberían estar a la vanguardia de la defensa del 5to Mandamiento, están
favoreciendo inconscientemente su violación.
Argentina vive una profunda crisis moral con bases espirituales que ha
sido y es el principal factor de pobreza y delincuencia.
La Iglesia fue creada por Cristo para evangelizar y salvar almas. “No
sólo de pan vive el hombre”, expresó el Salvador, lo cual no quiere decir que
no debamos afrontar la superación de la pobreza.
Pero precisamente se le ha robado a los pobres y la Comisión no
reaccionó contra esto. Tanto Milagro Sala como Hebe de Bonafini están acusadas
de robarles a los pobres ¿Por qué entonces si se está con los pobres se las
apoya? Robarles a los pobres fue una innovación del kirchnerismo. Con lo que se
robó y despilfarró en estos últimos doce años se podría haber superado la
pobreza. ¿Por qué no se condenó este hecho aberrante?
En definitiva, ¿la Comisión tiene una preocupación por los pobres o una
intención ideológica?
Nos queda una gran esperanza. Parece que una parte de la Iglesia no está
con Argentina, pero Dios sí.
Carlos E. Viana
carlosdeviana@yahoo.com
@ceeviana
Argentina
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