SIMILITUDES
Los tiranos que se
valieron de las bondades de la
democracia para acceder al poder no fueron totalmente falaces. En actuaciones
previas, así como en el inicio de sus funciones, lanzaron mensajes encriptados
que debieron ser descifrados por los líderes del Sistema Democrático. Es lo que
se conoce en la jerga gallerística como enseñar la punta de las “espuelas
embotadas”.
En ese aspecto Adolfo Hitler y Chávez guardan sorprendente
similitud. Vivieron enyugados a valores antidemocráticos, además de ser patrioteros
y fetichistas.
Así tenemos que Hitler
al recuperar la libertad, luego del conocido golpe de Múnich o de la cervecería
utilizada como puesto de comando, se dedicó a perorar denunciando el Tratado de
Versalles como conspiración de judíos, comunistas y masones para conducir a su
amada Alemania al infierno de la miseria; prometiendo sacarla de su postración
mediante la resolución del Tratado y la reunificación de los pueblos germanos.
El fetiche pangermánico cobra corporeidad en el patrioterismo, el odio racial,
la intolerancia político-religiosa y de género que desembocó en la Segunda
Guerra Mundial, holocausto incluido.
Así, en 1933 el
Bundestag lo eligió Canciller (Primer Ministro) La violencia ejercida por las
hordas NAZI, obligó a los parlamentarios a obedecer las exigencias de la
minoría que, para el momento, era ese partido. Le fue aprobada la Ley de
Emergencia y corrió desbocada la actividad delincuencial amparada en leyes
restrictivas consustanciales al totalitarismo. El control de instituciones fundamentales
del Estado como el Poder Judicial y de toda actividad social. Se desataron los
demonios. Autorizó incendiar el Reistag
y la Noche de los Cristales Rotos; emprendió una guerra expansionista y
con la derrota el derrumbe del Tercer Reich, el suicidio. Junto con la
devastación física y económica, infligió graves lesiones a la moral y ética
alemanas. El pistoletazo con el cual el enloquecido tirano segó su diabólica
vida, marcó el inicio de la liberación de la miseria en la que había hundido
buena parte de la civilización mundial.
Por su parte el
teniente-coronel Hugo Chávez comenzó su andadura política antes de egresar de
la Escuela Militar. Quienes lo conocieron aseguran que en vacaciones colaboraba
con la Juventud Comunista, animando las veladas de canto, joropo y ron, así
como en jornadas de propaganda. Desde entonces se distinguió por su insuperable
cualidad de parlanchín y de un ego tan inflado como el de Narciso. De
Sub-teniente se mantuvo agazapado hasta que el azar lo hizo comandante de una división
de paracaidistas en la guarnición de mayor concentración de efectivos y poder
de fuego.
El parlero incansable abrió paso al insigne demagogo para, desde la
posición de comando, ampliar su área de influencia en mandos medios y
subalternos, magnificando errores y focalizados casos de corrupción, en
momentos en los cuales el descenso de los precios del petróleo amenazaba la
calidad de vida del venezolano. Deturpó la historia, embojotó a Bolívar con su
patrioterismo y avanzó en su perverso accionar. Cuando creyó “dadas las
condiciones objetivas” hizo armas contra el gobierno constitucional
(04-02-1992). Fue derrotado y encarcelado. El Presidente Caldera opto por el
sobreseimiento de la causa (27-02-94). La impunidad hizo de garrocha para
saltar por sobre una acción delictiva que inundó de sangre y alfombró de
cadáveres las calles de Caracas, Valencia y Maracaibo.
Recobrada la libertad,
de la mano de Luís Miquelena, viejo comunista agazapado, recorrió el país
predicando el fracaso de la democracia representativa, la que había ocupado el
territorio nacional con escuelas, liceos, universidades, teatros y orquestas;
sembrado acueductos, redes cloacales, medicaturas rurales y hospitales;
cruzándolo de autopistas, carreteras y caminos de penetración agrícola; construido
puentes de primera importancia; ampliado la frontera verde y proporcionando
seguridad alimentaria; extendió la comunicación radio-eléctrica hasta los
confines de la patria; que nacionalizó las industrias petrolera y del hierro.
Pero que el ajuste de la economía muy mal ofertado y la Reforma del Estado
impulsada por el Presidente Carlos Andrés Pérez, más el bajonazo de los precios
del petróleo causaron desasosiego en el empresariado, sindicatos, partidos y en
el ciudadano de a pié,
Los electores compraron la oferta engañosa del demagogo
como si fuera el vengador de los pobres y de la clase media. El que sacaría de
la marginalidad a unos y a los otros permitiría reanudar los trajines del tá
barato, dame dos. Por su parte los empresarios, mayoritariamente beneficiarios
de créditos blandos otorgados por el Estado y los más de ellos no honrados,
financiaron al catequista creyéndolo amarrado al botalón de sus intereses.
Lucía seguro ganador. A todo lo cual es menester agregar la parálisis
cataléptica que inutilizó a los partidos pivotes de la democracia.
Chávez triunfó.
Incumplió gruesas promesas. Coartó las libertades, expropió empresas y las hizo
improductivas, arruinó el país con el robo y las donaciones. Degolló la moral y
la ética. Cooptó el Poder Judicial. Impuso la tiranía castro-comunista que, en
18 años, ha destruido una civilización construida a pulso en el curso de 500.
Por cobarde o narcisista no se suicidó pero nos dejó a Nico, muñeco de
ventrílocuo que, en manos de Raúl y el alto mando militar, ha profundizado la
destrucción del país, protegiendo la corrupción y el narco tráfico hasta en su
entorno familiar. Por ser reos de lesa patria inhabilitan líderes de la
oposición con peso específico y se proponen ilegalizar los partidos. Aspiran ir
a elecciones sin confrontación. Un candidato presidencial y una lista para
diputados, todos del PSUV. El propio
“huevo de la serpiente”.
German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico
Miranda - Venezuela
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