Dentro de una semana
Venezuela amanecerá sin presidente electo democráticamente. Vivimos una enorme
y creciente tragedia, pero el usurpador está empeñado en no cambiar y hacer
irreversible esta criminal hiperinflación, que en 2019 pasará de 10.000.000 %,
con el salario pulverizado, los servicios públicos destrozados y la economía
productiva por los suelos.
Urge una pronta salida y
redemocratización. Nadie del régimen -medianamente informado y sensato- puede
pensar que el país tiene futuro con el actual gobierno y política. Lo sensato
es la renuncia de Maduro o su retiro obligado, seguido de una transición lo más
rápida y unitaria posible. Salir del dictador, restituir la violada
Constitución, tomar medidas inmediatas para frenar la hiperinflación, rescatar
los servicios públicos colapsados y organizar un plan gigantesco de emergencia
humanitaria. Nada de esto es posible sin una fuerte ayuda externa,
refinanciamiento e inversiones, que no vendrán con el usurpador Maduro.
Juramentaciones
El próximo sábado 5 se
juramenta la Directiva de la legítima Asamblea Nacional. Por acuerdos previos
le corresponde presidir a Voluntad Popular que propone a su joven diputado Juan
Guaidó, acompañado en las vicepresidencias por representantes de AD y Nuevo Tiempo.
La coherencia obliga a los representantes de los países democráticos a estar
presentes en la toma de posesión de la AN democráticamente elegida. También la
Iglesia debe expresar su apoyo a la legítima AN y su firme voluntad de abrir
cuanto antes la puerta a la reconciliación y reconstrucción.
El jueves 10 será la
juramentación del dictador (aunque hay extraños rumores de que será el 1 ó el
8). De 2013 al 2018 Maduro se deslegitimó por su ejercicio violatorio de la
Constitución, en adelante también carecerá de la legitimidad de origen y será
un usurpador que no debe ser respaldado por los países solidarios y
comprometidos con la superación de la tragedia venezolana y recuperación de la
Constitución y de la democracia. Los representantes internaciones democráticos
(incluido el Nuncio) no deben asistir a ese acto anticonstitucional, si la
juramentación es ante la ANC; tampoco si es ante el TSJ, pues éste fue
constituido por el Ejecutivo en diciembre de 2015, entre gallos y media noche,
para anular a la legítima AN y todas sus decisiones y leyes, usurpar sus
atribuciones como la aprobación de los presupuestos etc., y judicializar la
persecución política de los partidos y de la oposición.
No nos parece
conveniente la ruptura de relaciones de los países democráticos con el “nuevo”
gobierno de facto, aunque pudieran reducir el nivel de su representación.
Necesitamos en Venezuela países testigos, defensores y amigos del
restablecimiento democrático.
La clave y fuerza para
salir de la dictadura está en la unión constituida por la protesta popular, por
la inmensa mayoría de los venezolanos dentro y fuera del país, por las
democracias amigas, por los dirigentes políticos, económicos y sociales;
ninguno por sí solo, sino juntos y decididos a restaurar la democracia en torno
a la legítima AN. Ésta -seguramente de acuerdo con el TSJ legítimo en el
exilio- debe dirigir la rápida transición, decidiendo la forma más inteligente,
realista y eficaz de hacerlo.
Negociación
Un cambio de esta
magnitud y la muy compleja reconstrucción no podrán hacerse sin la unión de
todos los decididos a salir del actual infierno y restablecer la democracia. Es
indispensable sumar fuerzas de origen diverso para una negociación firme con el
claro objetivo de salir de la dictadura y su desastre socioeconómico. Sería
fatal caer en linchamientos, persecuciones, enfrentamientos armados, y
ejecuciones que dejarían al país sin salida ni posibilidades de reconstrucción.
La política y la economía venezolanas deben nacer de nuevo para la paz (superando
la actual persecución). En adelante la renta petrolera no podrá mantener la
economía (como en los 100 años precedentes), ni alimentar la política
clientelar reparticionista, ni generar empleo productivo para 14 millones.
Política renacida
En el reciente Mensaje
para la Jornada Mundial de la Paz, el Papa Francisco dice que no es posible
alcanzar la paz sin renovar la política con la “caridad y virtudes humanas para
una política al servicio de los derechos humanos y de la paz” y sin “un
programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier
procedencia cultural o religiosa que deseen trabajar juntos por el bien de la
familia humana” (n 3).
Luego señala con
claridad “los vicios de la política”. “Estos vicios, que socavan el ideal de
una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en
peligro la paz social: la corrupción- en sus múltiples formas de apropiación
indebida de bienes públicos o de aprovechamiento de las personas, la negación
del derecho, el incumplimiento de las normas comunitarias, el enriquecimiento
ilegal, la justificación del poder mediante la fuerza o con el pretexto
arbitrario de la “razón de estado”, la tendencia a perpetuarse en el poder, la
xenofobia y el racismo, el rechazo al cuidado de la Tierra…”. Parece un retrato
de la degradada política venezolana. Son vicios multiplicados por el régimen
actual, pero que están en la “cultura política” de millones que los aplauden
siempre que repartan algo, aunque roben mucho. Esta degradación no es una
fatalidad y necesitamos superarla para la reconstrucción nacional.
El Papa
propone las bienaventuranzas del político, que fueron escritas por el fallecido
cardenal vietnamita François Xavier Nguyen Van Thuan, que durante 13 años
(1975-1988) fue preso del régimen comunista. Mencionamos solo 3 de las 8:
“Bienaventurado el
político cuya persona refleja credibilidad”.
“Bienaventurado el
político que realiza la unidad”.
“Bienaventurado el
político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical”.
Frente a la dictadura,
Venezuela entera tiene que hacer de 2019 el año del rescate de la política y de
la democracia constitucional. Esperamos que la Iglesia católica, junto a otros
líderes religiosos, guíe a sus comunidades y nos marque un verdadero camino de
la política como bien común.
MaríaFernanda Mujica
@LaMujica
fernandamujica@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario