El derecho a una vida digna, es un derecho ya
desaparecido en el estado Zulia y en todo el país. Maracaibo mi ciudad natal y
donde aún vivo, si es que se le puede llamar vida, localidad que desde hace
muchos años fue bautizada como la tierra del sol amada porque esa es su fuente
de luz, ya que a pesar de haber sido la primera ciudad con luz eléctrica
también es la urbe con el peor servicio eléctrico de toda Venezuela, en las que
pasamos hasta 10 horas al día sin el servicio y muchos sectores desde el mes de
diciembre no disfrutan del servicio ni de vez en cuando, debido a
transformadores que han explotado por falta de inversión y mantenimiento, de la
misma manera y aunada a la falta de electricidad se suma la escasez del
servicio de agua, que por la falta de las bombas, no llega el vital líquido;
carreteras oscuras en unos casos por los constantes racionamientos eléctricos,
y en otros por la falta de alumbrado público llevándonos así al matadero
humano, producto de la delincuencia desatada e inducida por el mismo gobierno
por su incompetencia y complicidad de un cuánto hay pa’eso y no he visto
nada. Total de los totales, en la tierra
del sol amada vivimos oscuras dentro y fuera de nuestras propias casas, de día
nos alumbra el sol radiante y picante, y de noche cuando el relámpago del
Catatumbo hace su entrada.
Las calles solitarias hacen de la brillante y
pintoresca Maracaibo una ciudad desértica al peor de los estilos de las
ciudades fantasmas del viejo oeste.
Maracaibo, una ciudad echa trisas, triste, oscuras,
hoy sus zonas son conocidas como bunker, zonas invisibles donde ya no existe
ningún tipo de comunicación al menos que sean señales de humo porque no existe
ninguna operadora de telecomunicaciones compatible con las zona, ya que la
delincuencia organizada se robaron los cables dejando la ciudad a oscuras y sin
comunicación, mientras ellos siguen cometiendo sus fechorías porque no existe
un gobernante que les ponga un alto y les haga pagar por sus delitos, volvimos
a la época de las cavernas, en el que teníamos que cazar y sembrar nuestros
alimentos, alumbrarnos con fogatas, hacer trueques para sobrevivir, tomar aguas
de pozo que nos han traído de vuelta las enfermedades ya erradicadas en la mal
llamada cuarta república.
¿Y entonces? ¿Dónde quedan los derechos de los
ciudadanos? O peor aún: ¿Saben nuestros gobernantes cuáles son sus deberes? ¿En
manos de quien están nuestros derechos? En fin, ¿Dónde están los que tienen que
velar porque nuestros derechos sean respetados y no violados?
Sepan que ya se les acabo su tiempo, llegó la hora es
el momento de la reconstrucción, de levantarnos entre las cenizas con nuestro
tricolor sucio, rasgado, baleado, quemado por las tantas batallas y luchas que
hemos dado y seguimos dando cada vez con más fuerza. Con la valentía de los
venezolanos que creemos en este país, nos volveremos a levantar, a mirar el
arco iris salir, a reír bajo la lluvia, volveremos a ver nuestras calles
llenas, las cornetas de nuestros autos sonar por las ahora ansiadas colas
porque nuestros hijos, hermanos y amigos que tuvieron que abandonar nuestra
Patria, volverán para vivir en el mejor país, ese que extrañamos los propios y
extraños, ese por los que Bolívar, Páez,
Sucre, Miranda, Urdaneta lucharon y nos regalaron y por las que nuestros
héroes del siglo XXI como Paúl Moreno, Juan Pernalete, Adrián Duque,
Neomar Lander y cientos más que dieron su vida, con la convicción que el
país renacería. Ellos que sin lugar a dudas vivirán eternamente en el recuerdo
de los que podremos -Dios mediante- disfrutar una nueva Venezuela, la que ellos
lamentablemente no tuvieron.
Desde Unidad Visión Venezuela, apostamos a una
Venezuela no de cuarta, ni mucho menos de quinta, si no de primera, un país de
primer mundo.
Sigamos adelante que ya viene esa Venezuela, que viva
Venezuela libre, levantémonos para
recibirla como se merece de pie y ondeando nuestro tricolor nacional.
Abajo cadenas.
¡Que viva Venezuela en libertad!
Esther Perozo
@stherp1
@visionvenezuela
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