viernes, 22 de febrero de 2019

ROMÁN IBARRA, AMERICA LIBRE DE COMUNISMO


Tuve la ocasión de ver por televisión el discurso del Presidente Trump en Miami, dedicado por entero a Venezuela, haciendo énfasis en la profundidad de la crisis de nuestro país creada por estos 20 años ininterrumpidos de asfixia comunista, militarista y corrompida, denominada socialismo del siglo XXI.

Explicó con detalles los mecanismos usados por los dirigentes del régimen de Maduro y sus aliados internacionales para someter a la población por hambre, y bajo condiciones de miseria extrema, a través de la destrucción del aparato productivo, así como de la infraestructura hospitalaria, y el secuestro de las instituciones del estado para usarlas a su servicio y subyugar a la ciudadanía inerme frente al atropello y la fuerza.

Dijo además, estar contento por la determinación del pueblo venezolano, junto a la dirigencia de la unidad democrática encabezada por el Presidente de la AN, y Presidente interino de la República Juan Guaidó, para continuar la lucha por reconquistar la democracia, y ratificó su reconocimiento de manera plena a este esfuerzo mayoritario de la sociedad venezolana.

Advirtió que ayudará en todo cuanto pueda para alcanzar la recuperación de la democracia en nuestro país, y adicionalmente prometió colaborar en el mismo sentido para que países como Cuba, y Nicaragua, también se libren del comunismo que los destruye; creo que le faltó Bolivia, pero ya habrá tiempo. Dijo para finalizar que América será un continente libre de comunismo.

Lo cierto es que la lucha por la defensa de los principios democráticos en América Latina viene avanzando de manera significativa con los triunfos de Duque en Colombia; Piñera en Chile; Bolsonaro en Brasil; Macri en Argentina, entre otros, todos antiguos reductos del populismo, y comunismo disfrazados. Desde luego, nuestro país tiene una importancia descomunal desde el punto de vista geopolítico, por lo cual, se hace impostergable derrotar al comunismo y sus aliados del narcotráfico, guerrillas de las FARC y ELN, el fundamentalismo musulmán, todos entronizados en nuestro territorio, por la necesidad de preservar la democracia y la paz de la región.

Está llegando la hora para la democracia venezolana, y como paso previo dentro de la estrategia se diseñó la recolección y distribución de ayuda humanitaria para socorrer a los venezolanos más vulnerables, y está previsto que entre a Venezuela el día 23 de febrero, a pesar de la actitud miserable de Maduro y sus secuaces del régimen queriendo impedirla.

Tienen la palabra los militares, toda vez, que son ellos quienes cumplen el papel de resguardo y custodia de las fronteras. No obstante, el ministro de la defensa ya adelantó opinión, y advirtió que la ayuda humanitaria  ̈tendrá que pasar por encima de los cadáveres del alto mando militar ̈ en abierta parcialidad con el usurpador Maduro. Veremos.

Es bueno recordar a los militares y a sus jefes del régimen que impedir la entrada de ayuda humanitaria comporta un delito de lesa humanidad, esta vez, en grado de exterminio, que no prescribe. De manera que tienen que pensar qué es lo que van a hacer.

Y para los necios que andan diciendo que lo que viene es una invasión de los gringos, debemos decirles que dejen los nervios y la tontería, pues la única invasión que está por llegar es la de medicinas y alimentos que tanto necesita la población.
Continúa avanzando la estrategia diseñada por la unidad democrática, y el Presidente Guaidó para garantizar el cese de la usurpación; gobierno de transición, y elecciones libres. Todos debemos colaborar en ese sentido.

Con la consecución de estos objetivos, también haremos de América un hemisferio libre de comunismo, Dios mediante.

Román Ibarra
@romanibarra

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