Luego de
tanta presión nacional, e internacional para que la alta comisionada de los
DDHH de la ONU produjera un informe acerca de la situación en nuestro país,
finalmente envió una comisión de sus funcionarios, y el resultado en contra de
la dictadura de Maduro, es harto elocuente por la gravedad de las violaciones
encontradas, tales como la sistematización de la tortura, y ejecuciones
sumarias realizadas por el SEBIN; DGCIM; FAES, y Colectivos Paramilitares.
Ya era hora
de que produjera un informe, puesto que antes había adelantado opinión diciendo
que: ̈si bien era cierta la crisis, ello
se había exacerbado por las sanciones internacionales ̈. No señora Bachelet,
las sanciones fueron contra funcionarios específicos, y no contra el país.
Desde luego,
la dictadura intentó –como siempre- tapar evidencias ordenando pintar, y
maquillar hospitales, escondidos tras la mentira y la estafa que les son
características. A través de sus colectivos asesinos intentaron ahorcar a un
médico para esconder evidencias.
Ya no hay
forma de ocultar las tropelías y delitos de la dictadura feroz que hay en
Venezuela; no importa la censura y auto censura de medios de comunicación,
hasta en eso la tecnología con sus redes ayuda para decirle al mundo la verdad
de lo que ocurre en nuestro país.
Vistas las
evidencias y como respuesta a Bachelet, la dictadura sin importar la presencia
en el país de la comisión de la ONU, procedió a allanar la vivienda de dos
importantes figuras de la oposición y del entorno presidencial como son:
Roberto Marrero, Jefe de la Oficina del Presidente (e) Juan Guaidó, a quien
además de atropellarlo le sembraron armamento de guerra para inculparlo, y al
Diputado Sergio Vergara.
Hasta el
momento de escribir este artículo, el Fiscal de la usurpación no ha dicho nada
a favor de los atropellados. Eso también es costumbre, pues cuando era Defensor
del Pueblo, solo defendía al gobierno del cual es militante, y ahora como
Fiscal usurpador, exactamente igual. Solo defiende los intereses de la tiranía,
con lo cual, se hace cómplice de la comisión de delitos de lesa humanidad. Más
tarde, o más temprano, tendrá que encarar la justicia internacional.
Están
desesperados en la cúpula de la dictadura, y saben que tienen los días
contados. Por eso reaccionan con la violencia típica de los sátrapas.
Ellos son y
representan el delito; la mediocridad; el odio; la destrucción, y la muerte!
Ahora,
volvieron a traer al negociador impresentable de Rodríguez Zapatero, quien está
buscándoles un exilio dorado en España para el disfrute de sus fortunas mal
habidas, por las cuales, hoy los venezolanos somos más pobres que nunca.
Pues que se
vayan muy lejos, y nos dejen comenzar el tortuoso camino de la reconstrucción
de nuestro país. Tendremos que hacerlo todo de nuevo, pues el socialismo ladrón
que ellos encarnan acabó con todo lo bueno que había sembrado la democracia
civil que en mala hora fue desplazada por la antipolítica, el militarismo, y el
odio del payaso eterno, y ahora de su mediocre heredero.
Al
Presidente Guaidó y su equipo más cercano, que se cuiden. Esto es una señal
clara de que en la desesperación, son capaces de lo peor, y luego –cobardes al
fin- echarle la culpa al ̈imperio ̈, la ̈ultraderecha ̈, o a quien sea con tal de
librarse ellos.
Nuestra solidaridad
plena con Roberto Marrero, y Sergio Vergara, así como con todos los presos
políticos injustamente humillados.
Respaldemos
al Presidente Guaidó, y sigamos acorralando a la dictadura para que se vaya
cuanto antes. Presionemos por la liberación de todos los presos políticos.
Cada hora
cuenta; cuidemos al Presidente Guaidó.
Román Ibarra
@romanibarra
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