miércoles, 24 de julio de 2019

OSCAR ARNAL: DÓLAR Y GOBIERNO DE FACTO

El dólar sobrepasó los 11 mil bolívares. Se disparó de nuevo y toma cuerpo como moneda corriente. Se despega una vez más del mercado paralelo. La divisa norteamericana circula casi que a la par del bolívar. ¿Quién iba a pensar en una dolarización de hecho? Y es que nadie quiere los bolívares que se deprecian a diario. Apenas se tienen bolívares en el bolsillo se sabe qué hay que salir de ellos lo más rápido posible. Pierden valor al instante y todo cuesta más bolívares. Cada vez que el desgobierno emite bolívares para por ejemplo cubrir el gasto, el dólar sube de precio. Es el círculo vicioso de la hiperinflación. Cuando una divisa está devastada el único resguardo para quien produce está en adquirir moneda dura. También para los pocos que pueden ahorrar. 

Una manera de acabar la hiperinflación es adoptar la moneda dura y desaparecer la propia. De cualquier manera para el oficialismo que acusa de todos los males a los EE.UU. es una nueva derrota la dolarización. Es un gobierno antiimperialista que sucumbe al uso de la moneda del supuesto autor del drama que nos aqueja. Intentaron prohibir que el precio del crudo se expresara en dólares. Trataron de inventar una “criptomoneda” para combatirlo. Han preferido transar en cualquier otra divisa y hasta en euros para boicotear al dólar. Sin embargo, ahora pareciera perdieron esa pelea y se dieron cuenta que luchar contra el dólar es como tapar el sol con un dedo. Al menos, cuando los precios se marcan en dólares, se mantienen en la misma divisa, lo que paradójicamente es antídoto contra la inflación. En Ecuador y El Salvador la dolarización va rumbo a cumplir cuatro lustros de vida ininterrumpida, y los gobiernos socialistas prefirieron bailar al son del dólar y a la economía le fue mejor. Panamá tiene más de cien años con esa historia.  

Otro antídoto es producir lo suficiente. Lo que ocurre es que hace veinte años sacabamos del subsuelo unos 3.700.000 barriles diarios y ahora extraemos tan solo 700.000. Lo que prueba que nada tienen que ver las sanciones con la destrucción de la moneda nacional. Un desgobierno que además tiene a China y a Rusia de su lado no tiene excusa. Destruyeron a Pdvsa y para cubrir el déficit empezaron a imprimir dinero cuando la producción se les derribó en un mar de corruptelas. Violaron también todo lo que establece la Constitución económica. ¡Ya basta! El cambio va. 

Oscar Arnal 
@OscarArnal 

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