Al parecer, existen muchos políticos y ciudadanos que no han comprendido el espeluznante embrollo en que se encuentra sumergido el país, por tal motivo aún permanece condenado a un retroceso cada vez más aprisa que nos llevó del subdesarrollo de la cuarta república al actual tercermundismo comunistoide/populista. Para afrontar la peor crisis en la historia de Venezuela es necesario comprender:
1) No importan cuantas dictaduras han sucumbido a los mecanismos democráticos como diálogos y elecciones, la cepa castrista es inmune a ellos, al contrario, se aprovecha de éstos para sus nefastos planes, no es una hipótesis ¡es una realidad! son más de 60 años en Cuba y más de 20 en Venezuela que pueden corroborar este planteamiento. Los lugares donde el castrismo ha sido echado ha sido mediante el ejercicio de la fuerza como en Angola y Chile. El castrismo difícilmente cederá perder Venezuela ya que aquí finalmente encontró el control absoluto de su financiamiento.
2) La abstención no obedece a ningún lineamiento político ni partidista, es una reacción, un mecanismo de defensa popular ante instituciones corruptas, inservibles, responsables de la descalidad de vida. No importa quién convoque a votar, sea Maduro o Guaidó, el venezolano no asistirá a las urnas mientras el castrismo venezolano continúe en posición (des)institucional. Esto tampoco es una hipótesis, es un hecho consumado, demostrado en los últimos 6 procesos electorales, desasistidos de interés, de participación.
3) Siempre ha sido un error, pero ahora más que nunca. La dirigencia política debe asimilar en esta Venezuela lo partidista, lo “ideológico”, está demás… embadurnar los oídos de los venezolanos con prédicas relacionadas a éstos solo genera apatía. Los venezolanos exigen ¡resultados!, pragmatismo, unión asertiva de los factores políticos que pueda seguidamente propulsar unión en la colectividad, así incrementar la necesaria presión social.
4) Las sanciones internacionales evitan el régimen venda o hipoteque activos de la república, lo cual es importante, sin embargo, las sanciones no inducirán la salida del castrismo pues Venezuela es un país inagotable en recursos/riquezas naturales, el régimen aún mantiene control sobre estas, siempre encontrará una vía para continuar financiando su establishment a costillas del sufrimiento del pueblo, lanzado a la voracidad del “paralelo”.
5) Al parecer las causas y los objetivos están siendo perdidos de vista, no hay que olvidar que la actual coyuntura de usurpación es producida por instaurar una constituyente y sucesivos procesos electorales inconstitucional y antidemocráticamente, incluyendo las presidenciales, lo cual ilegalizó e ilegitimó al chavismo, todo cuanto hoy retienen es al margen de la ley, por eso las sanciones que el mundo impone. Los 3 objetivos iniciales de Guaidó son la ruta que el 90% del pueblo desea se cumplan en estricto orden, cualquier acción lejos de éstos solo trae rechazo, enojo, dudas.
6) Hay que aceptarlo, la radicalización es real porque el régimen tiene 20 años radicalizando la nación ¡cada día más! por eso (y todo lo expuesto arriba) se requiere una oposición radical, no hay lugar para romanticismos ni prédica pastoriles, creer el régimen cederá dócilmente entregar el poder que usurpa, y con el cual se protege, es de ilusos o de personeros que el chavismo ha tarifado.
Esta es la realidad país, obrar fuera de este contexto no traerá ningún resultado favorable para quienes intentan rescatar la nación, constitucionalizarla, democratizarla ¡Pongamos los pies sobre la tierra!
Leandro Rodriguez
@leandrotango
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