martes, 18 de agosto de 2020

MARYCLEN STELLING, HEMOS TOPADO…

El reciente comunicado de la CEV a propósito de las elecciones parlamentarias ha removido las entrañas de una fragmentada oposición, conminada a decidir entre participación y abstención.

Curiosamente el comunicado ha recibido diversas lecturas y respuestas desde la propia oposición. Es indudable que la interpretación de dicho documento pasa por varios filtros perceptuales. Se ve afectada por la conflictividad interna y la disposición a la participación o la abstención electoral; por las consecuencias de prácticas electorales previas y la relación con la subjetividad, la percepción política y representaciones de la realidad de las distintas facciones.

Sin intenciones de exhaustividad, resumimos algunas de las contradictorias interpretaciones en medios y redes sobre el objetivo perseguido. Los Obispos piden la salida del Gobierno. La intención de la CEV es denunciar la ilegitimidad de las elecciones parlamentarias. El documento no llama a votar. Lo que plantea, promueve e impulsa es una estrategia que genere oportunidades de movilizar. Desde otros espacios de la oposición se percibe como una llamada crítica al liderazgo conminándolo a que promueva el voto y, además, que asuma “la responsabilidad de buscar salidas y generar propuestas para el pueblo”.

Específicamente se le exige que plantee algo que sea creíble, convenza y persuada la tesis abstencionista. Se afirma enfáticamente que la intención central del comunicado es rechazar el llamado de los dirigentes políticos a no participar en las elecciones convocadas por el régimen. El propósito sería entonces denunciar el peligro de abstenerse una maniobra pasiva, insuficiente y desmovilizadora sin una estrategia post abstención. La intención sería poner en duda la capacidad del G4 para “leer” el comunicado de la CEV, mientras que para otros no está dirigido al G4. Hay quien se desmarca de la lectura centrada en los partidos de oposición y plantea que la CEV apuesta por respuestas ciudadanas en términos que implican organización, negociación, condiciones electorales y votación.

Ante tal desconcierto político interpretativo ¿podrá el liderazgo opositor conciliar posiciones, derrotar la estrategia abstencionista, promover la participación electoral y transitar la ruta democrática hacia una AN plural?

Con la Iglesia hemos topado…

Maryclen Stelling
maryclenstelling@gmail.com
@maryclens
@UNoticias

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