domingo, 23 de agosto de 2020

RAUL AMIEL, LA RECETA REPUBLICANA

Nuestra lucha es la de encontrar el modo correcto de hacer las cosas.-  Platón

Una verdad de Perogrullo, la izquierda tiene razón en esto: el “modelo” no funciona. En general es cierto lo que dicen los socialistas de las debilidades de la economía, y que la riqueza no se “derrama hacia abajo”. Es verdad. Lo malo del socialismo (y del nacionalismo) es su “remedio”, ¡es peor que la enfermedad!

“El sistema” vigente es un estatismo híbrido, de mercantilismo y socialismo, por partes aproximadamente iguales. Está compuesto de:

a) Por un lado, leyes mercantilistas aseguran a los ricos y a las grandes empresas “establecidas” sus ventajosas “protecciones”: nichos monopólicos en los mercados intervenidos. ¡Eso no sirve para crear riqueza en abundancia, suficiente para todos!

b) Ahí están los socialistas con sus leyes, que ofrecen a los pobres unas consolatorias “compensaciones sociales” en educación, atención médica, alimentaría, etc., a cargo del Estado. Estas dádivas nunca llegan completas a los pobres, o lo hacen en forma harto deficiente. Pero en cambio sirven para asegurar a los intermediadores políticos _las izquierdas y los populismos­_ sus no menos ventajosas posiciones en el aparato estatal, o en entidades dependientes del estatismo.

El Poder Legislativo ha sido la madre de este sistema. Por muchos años, hemos elegido dos clases de legisladores: los de ideas mercantilistas, y los de ideas socialistas. Unos y otros han hecho las leyes respectivas, a su modo, y luego han intercambiado los votos. Así de simple.

Pero el enfoque está equivocado, por eso deja a casi todos descontentos. La riqueza no se “extiende” porque la riqueza no se crea de arriba hacia abajo, sino al revés: de abajo hacia arriba. A través del tejido económico particular, formado por millones de relaciones contractuales, establecidas entre agentes privados libres y operando en mercados abiertos y competitivos, por ende altamente eficientes. Estas relaciones se van desarrollando en tanto crecen los actores.

Es una cuestión de filosofía política. La del mercantilismo es: “Los ricos estamos completos con nuestros privilegios”. La de los socialistas: “Con nuestras maravillosas leyes sociales ¿quién quiere ser rico?”  

Y la nuestra es: “Todos podemos ser ricos, sin necesidad de compensaciones engañosas”.

Una propuesta como la que idealizamos requiere de un mensaje impactante, fresco y atractivo, realmente “fuera de serie”. Aquí hay algunas propuestas o sugerencias:

1. El “modelo” no funciona para todos. Sólo para los ricos, las grandes empresas establecidas y los bien “conectados” políticamente. Porque las políticas implementadas en los postulados del plan “socialismo del siglo XXI” han fracasado. Y no se traducen en verdadero bienestar para la gente.

La idea es poner al Estado en su lugar. Y “empoderar” a la gente, traspasando al sector de mercado _empresarios ahora informales, maestros y educadores, médicos y enfermeras, etc._ las competencias y los recursos que hoy se pierden en manos estatales. Con tres series de “vouchers” para atender a los más pobres (en educación, salud, y planes de jubilaciones y pensiones), en la transición a una economía moderna, dinámica y en expansión. Por vía de la privatización de la industria petrolera. Petróleo para el pueblo.

Para ello se requiere derogar un cúmulo de “leyes malas”: contrarias al trabajo y a la inversión, a la productividad, a la justicia y al sentido común.
¿Qué ideas fomentamos los Republicanos?

# Gobierno DeLimitado a sus funciones naturales y específicas en seguridad, 
justicia y obras públicas, y asimismo limitados en atribuciones y recursos.

# Mercados libres de violencia y fraude, y competencia abierta para todos.
# Irrestricto respeto a los derechos a la vida, a la libertad y a la propiedad privada.

En base a lo anteriormente señalado, pueden identificarse 6 promesas básicas creíbles:

a) Seguridad, justicia, y obras públicas eficientes, con impuestos bajos.
b) Nuevas inversiones, empresas y empleos, con salarios e ingresos dignos.
c) Transformación de las actuales PYMEs en GEs: ¡grandes empresas!
d) Moneda sana y estable, y aumentos sustanciales en los ingresos reales _sueldos, salarios y beneficios_ y no meramente nominales.
e) Mejor educación y atención médica para todos.

f) Repatriación de capitales y profesionales venezolanos en el exterior.
Sólo un discurso así de “evolucionado” puede impactar y hacer la diferencia. Puede ser la clave para el “Partido outsider” del 2021. Pero el tiempo es ahora.
La decisión es nuestra. Por lo pronto dediquémonos a impulsar la Consulta Popular, ese Plebiscito Ciudadano. Como contrapartida a las elecciones ilegales del 6 de diciembre.

Finalmente, disfrutemos del aroma y el sabor de lo que ya esta en su punto. Brindemos por la eminente puesta en marcha del Webside de la Organización Social y Política PROYECTO REPUBLICANO. Bajo la Coordinación General Nacional del repúblico Rafael Guillen.

Y recuerda… Ciudadano en acción. ¡Juntos es mejor!

Raúl Amiel
raulamiel@gmail.com 
@raulamiel

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