“Quienes suscribimos, llamamos a votar”, dicen claramente los proponentes, entre quienes me encuentro. Resaltan, entre otros, los nombres de: Enrique Ochoa Antich, Leonardo Carvajal, Mario Villegas, Rafael Simón Jiménez, Gustavo Márquez Marín, Rafael Quiroz, Josefina Baldó, Francisco Bautista, Oly Millán, Domingo Alberto Rangel, Jesús Puerta, Santiago Arconada, Simón García, Eduardo Semtei, Esteban Emilio Monsonyi, Héctor Navarro, Jorge Alejandro Rodríguez y Douglas Zabala. “En una realidad como la de Venezuela, votar es un imperativo moral”, afirman, para luego concluir que “El voto no es un regalo gracioso ni una concesión del poder autoritario, sino una conquista popular universal de los pueblos y un derecho consagrado en la Constitución de la República”. Y “Los derechos se defienden ejerciéndolos, no renunciando a ellos”.
La soberanía nacional se recoge en la afirmación: “Venezuela debe expresar ante el mundo que es un pueblo soberano comprometido con la democracia y debe hacerlo a través del voto”, y dejan muy claro luego que la mayor victoria será “retomar la ruta democrática, de acumulación progresiva de fuerzas, constitucional, pacífica y soberana”. Más adelante avizoran que “La próxima Asamblea Nacional será un espacio para el diálogo entre los venezolanos, para la búsqueda de consensos y acuerdos sobre los grandes asuntos (..), y para la defensa de los derechos políticos, civiles, económicos, sociales, culturales y ambientales del pueblo”. Esa AN designará los poderes públicos futuros, que deberán reconocer la nueva pluralidad existente. “Retomar la ruta democrática implica (..) prepararnos para ganar tantas gobernaciones, legislaturas, alcaldías y concejalías como sea posible en los próximos comicios”.
“Votar hoy es rechazar las ilegales medidas coercitivas económicas y financieras contra Venezuela y las deplorables propuestas y amenazas de intervención militar extranjera a nuestro suelo patrio”. “Votar es protestar y luchar contra las manifestaciones y atrofias autoritarias, dictatoriales y militaristas del poder”. “Votar este 6D es protestar y luchar contra el desembozado propósito de restringir los poderes que la Constitución atribuye a la Asamblea Nacional contenidos en la llamada Ley Antibloqueo, sancionada por una Asamblea Nacional Constituyente ilegítima e inconstitucional en su origen y proceder”. Denuncia el documento que en Venezuela “la gran mayoría de las familias se debate entre perder la batalla por la sobrevivencia o sucumbir ante la pandemia”, por lo que votar es exigirle a la oposición democrática que impulse un programa que incluya las medidas dirigidas “a la atención de la emergencia social compleja profundizada por la pandemia y sus secuelas”.
La última exigencia se le hace a los partidos y candidatos de la oposición democrática, que participan en las elecciones parlamentarias. Se trata de la realización de “un supremo esfuerzo unitario para el que todavía hay tiempo y el compromiso de la defensa colectiva del voto”. En esta petición ha sido constante, perseverante y consecuente el Movimiento al Socialismo (MAS) en todas sus ruedas de prensa y declaraciones públicas de sus líderes nacionales. Personalmente aspiro a que nuestros asiduos lectores nos ayuden en la difusión y firma de este importante documento.
A mis queridos hermanos venezolanos, aunque yo sea mayor y jubilada, puedo aconsejar y pedirles que no reconozcan unos comicios amañados, no transparentes!!, Ya basta!! Como si los venezolanos, no supieramos que el voto libre ha sido arrebatado por el régimen, lo cual fue muy evidente a raíz de la elecciones de la ANC en el año 2017, donde Smartmatic (empresa proveedora de las máquinas de votación en Venezuela), cesó sus operaciones en el país, denunciando la manipulación de datos en los comicios; luego la elección presidencial del año 2018, catalogada como la de mayor abstención y fraude en la historia del país, dió resultados no creíbles, ni apegados a la realidad, los hechos y la verdad. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, otros países y organismos rechazaron la convocatoria por su falta de transparencia y de garantías electorales, y por tanto la comunidad internacional no reconoció los resultados..
ResponderEliminarAunque soy mayor y jubilada, quisiera pedirle a mis queridos hermanos venezolanos que no validen ante el mundo la farsa electoral del 6 de diciembre. Como si los venezolanos, no supieramos que el voto libre ha sido arrebatado por el régimen, lo cual fue muy evidente a raíz de la elecciones de la ANC en el año 2017, donde Smartmatic (empresa proveedora de las máquinas de votación en Venezuela), cesó sus operaciones en el país, denunciando la manipulación de datos en los comicios; luego la elección presidencial del año 2018, catalogada como la de mayor abstención y fraude en la historia del país, dió resultados no creíbles, ni apegados a la realidad, los hechos y la verdad. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos, otros países y organismos rechazaron la convocatoria por su falta de transparencia y de garantías electorales, y por tanto la comunidad internacional no reconoció los resultados..
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