Con el agravante de que la Organización Mundial de la
Salud (OMS) aliada del gobierno chino, hasta 11 de marzo de 2020 caracterizó al
Covid-19 como pandemia. Subrayando que el marxismo no solo es perverso cuando
dirige una tiranía en una nación, también lo es en otras circunstancias, o en
la oposición atacando a los gobiernos democráticos en donde usa las mentiras y
el terrorismo.
Una mentira monumental del comunismo es el caso de
Venezuela con los infectados por el Covid y los fallecidos; porque comparada
con Colombia según la Federación Médica Colombiana, cuyos directivos no son
afectos al gobierno, han muerto por el Covid 300 trabajadores de la salud y de
acuerdo al ejecutivo sobrepasan los 150, mientras tanto en Venezuela en cifras
que no desmiente la camarilla comunista han muerto 300 trabajadores de la
salud.
Entonces si en Colombia hasta el 15 de enero se han
contagiado 1.849.101 personas con 47.491 fallecidas, y en Venezuela el informe
de la dictadura dice que no hay sino 118.415 infectados y 1.090 muertos, en
sana lógica Maduro y su pandilla mienten, puesto que la estadística no cuadra,
ya que al haber más muertos en el país vecino de trabajadores de la salud por encima de Colombia, estadísticamente
sin ser alarmistas las cifras de fallecidos y contagiados en la patria de
Bolívar son ampliamente superiores a las de nuestro país, pues es absurdo que
el 30% de los decesos en esa nación sean de los que trabajan en la salubridad.
De acuerdo a las anteriores consideraciones no cabe la
menor duda acerca de la condición mentirosa y terrorista del comunismo, de tal
suerte que el debate propiciado por algunos líderes políticos en los últimos
años, acerca de que en Colombia ha existido una amenaza terrorista y no un
conflicto político-militar, crea confusiones, por lo que la sociedad debe de
tener plena claridad sobre los asuntos que inciden profundamente en su vida, y
precisamente una cosa es amenazar y otra muy distinta es atacar, de ahí que las
bandas armadas narco-marxistas de las Farc, Eln, Epl, M-19 y otras, no se
quedaron en simples amenazas sino que practicaron de diferentes maneras el
terrorismo, en un conflicto generado por seguidores de la doctrina marxista
para la toma del poder.
Así que eso de una simple amenaza terrorista, no es
cierto, puesto que el marxismo es terrorista por principio y lo ejecuta sin
quedarse en solo amenazas, lo que significa que indirectamente se exculpa al
comunismo totalitario de ser terrorista, cuando se plantea que no ha sido bien
aplicado o que no hay una interpretación correcta del mismo, porque para el
marxismo no importa que su teoría sea inescrupulosa, criminal y terrorista,
pues lo que interesa es que se cumpla en la práctica.
No hay que caer en dubitaciones frente a una doctrina
genocida como el marxismo leninismo, que con su accionar es responsable de
cerca de 140 millones de asesinatos en el último siglo, convirtiéndose en la
organización que más crímenes a cometido en todos los tiempos, por eso es que precisamente
sin perder su esencia en Colombia, con los acuerdos de La Habana, un parte de
las Farc se desmovilizó y otra entró en la “disidencia”, impulsando un nuevo
escenario en la combinación de todas las formas de lucha. Ante ese enemigo tan siniestro
que enfrenta la democracia, hay que combatirlo con denuedo ideológica y
políticamente.
A raíz de las acciones terroristas que a través de los
años han realizado las Farc y el Eln en compañía de otras bandas armadas, se
escuchaban voces, no se sabe si por inocencia suma o picardía extrema, que
decían que los grupos guerrilleros habían perdido su idealismo por semejantes
prácticas, lo que es una gigantesca equivocación, ya que esos grupos
guerrilleros estaban y están en lo de ellos, con el terrorismo que es el
sustrato del marxismo, y por eso no tienen ningún empacho también en ser
narcotraficantes, al igual que lo hacía Lenin con sus bolcheviques en Rusia
antes de tomarse el poder, pues aparte de practicar el terrorismo cometían
delitos con negocios de prostitución y proxenetismo, porque la naturaleza del
marxismo es la perfidia y el crimen.
Se dice que en la actualidad hay varios grupos que
siguen las enseñanzas del marxismo que no practican la violencia, recordando
que el comunismo totalitario actúa de acuerdo a las condiciones y, para el caso
colombiano el partido comunista que en su momento seguía como una especie de
Vaticano infalible a Moscú fue el creador de las Farc y el M-19, de la misma
forma el partido comunista m-l de línea maoísta fundó el Epl y seguidores de
Fidel Castro organizaron al Eln.
Además los trotskistas plantean una insurrección
popular violenta y el Moir (movimiento obrero independiente y revolucionario)
también maoísta, afirmaba que no estaban dadas las condiciones para la lucha
armada. Lo que demuestra que ninguna organización marxista en sus diferentes
presentaciones ha descartado a la violencia para la toma del poder en Colombia,
con todo lo que ello representa.
El marxismo no sólo ha utilizado al terrorismo para
tomarse el poder en diferentes países, sino que también tiene el campeonato
mundial en terrorismo de Estado con sus más connotados dirigentes como: Pol
Pot, Lenin, Stalin, Mao, Kim il Sung, Ho Chi Ming y Fidel Castro, entre otros;
teniendo en el último tiempo ejemplos patético de terrorismo de Estado en
Latinoamérica con los regímenes comunistas de Venezuela y Nicaragua, en donde
Maduro y Ortega han cometido genocidios en contra de esos pueblos.
El terrorismo de Estado no es como lo entienden y
difunden de mala fe, los mamertos de Colombia, para responsabilizar a la
institucionalidad, ya que hay terrorismo de Estado cuando existe un régimen
dictatorial totalitario que controla todos los poderes, como sucede en las
naciones que han caído bajo la férula del comunismo.
EL marxismo con todas sus etiquetas y sus máscaras es
intrínsecamente mentiroso y terrorista, pues tiene de fundamentos a la lucha de
clases como ajuste de cuentas o vendetta.
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