En un discurso hermoso -.entre familiares- de espíritu
esperanzante y para dar aliento los parientes angustiados por la situación
político económica que padece el
venezolano, entre otras frases, mi primo Luis (abogado) entre insinuó lo
siguiente:
“Hay que tener calma, cordura y fortaleza espiritual
para enfrentar la crisis”
¡Yo le respondí!
Muy lindas y espirituales vuestras palabras querido
Luis, considerando que van a llegar a personas con un nivel medio y alto de
carácter espiritual, esto podría ser muy útil en el caso de que las crisis
fueran de carácter natural, si, pasajeras, por cierto, incluso en casos
comparables con la alegoría del diluvio y “El arca de Noé”, respecto al último
Tsunami en Japón, o las inundaciones actuales en Perú con avalanchas de lodo y piedras o
"huaicos"que cae tras las fuertes lluvias.
Para estos avatares, el individuo humano, mediante la
condición celestial o natural –como le queráis concebir- enciende sus alertas
en función de desarrollar las acciones (contingencia) necesarias para:
1) paliar la
crisis
2) reparar a
corto, mediano y largo plazo las consecuencias de las actividades sublimes de
la naturaleza: sequías, terremotos,
estaciones severas, erupciones volcánicas, etc.
Empero, al ser las crisis encausadas con la actividad
humana, sean de Carácter social, económico y político, o en el orden de las
combinaciones de estos elementos de la res pública, el problema se hace
potencial y de facto, pues, devenido de intereses que las más de las veces son
encontrados opuestos, la diatriba se parcializa a favor o en defensa peculiar
de cada parte y, donde, la contingencia, como quiera que sea, es insuficiente
para resolver cómodamente la crisis o el conflicto. Las más de las veces por efecto
de la mezquindad de una de las partes y la impotencia de la otra para poder
eliminarlo.
En nuestro caso, Venezuela, el régimen apoyado por el
PSUV ha adoptado un sistema donde la
mantenencia en el poder se concentra en un despotismo (dictadura del
proletariado) y no en la democracia. Este despotismo está inspirado en la
ambigüedad del marxismo y promovido por una receta cruel en contra del
capitalismo, lo cual al discurso de introducción de su manifiesto perverso de
(1847-48) y, desarrollado en su versión latina para desarrollar la miseria con génesis y amparo
del Foro de Sao Paulo, más el padrinazgo
de los Castro de Cuba
En este marco de proceso político el gobierno
venezolano, ha desarrollado una suerte de tiranía donde en contra y ambiguo a
Marx está haciendo –mediante la concentración de poderes legislativo y
judicial, en uno solo, el ejecutivo- un estado centralizado y fuerte antes que
eliminar, como lo dicta su doctrina. De este modo y con una tiranía de sesgo
estalinista se controla las masa
populares con alimentación racionada a gusto del gobierno, paralelamente se
achacan todos los males que sufre el pueblo derivado de las acciones del
gobierno a la oposición, con lo cual se
debilita su credibilidad al no contar con el apoyo de las masas populares.
Del mismo modo, el pueblo, pierde su tiempo de protestar por su libertad
debido a que tiene que procurarse el alimento cuando el gobierno lo facilita, donde quiere y como quiere.
Aparte, como corolario el régimen mantiene una
represión basada en terrorismo de estado, con presos políticos y persecución a
cualquier sesgo de disidencia, expropiación de la empresa privada y control de
cambio monetario que es su su especial
bocadillo.
Entonces, querido Luis, nuestra crisis es difícil de
salvar. Reprimir, solamente con la
madurez del carácter y el ejercicio espiritual no es fácil. SI es verdad, calma
y cordura, paciencia y esperar es una buena fórmula para relajar nuestra
angustia, pero, de brazos cruzados tampoco lograremos nada.
Tenemos que luchar, protestar por el voto democrático
y apoyar las instancias legales, sean nacionales o internacionales, entonces, –valga
la frase- palante es pa allá.
Joise Morillo
kaojoise@gmail.com
@kao_joi_lin
Venezuela - EEUU
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