La Cota 905 fue declarada ‘Zona de
Paz’ por Nicolás Maduro. Extraña manera
de llamar a un área convertida en refugio de todo tipo de delincuentes y de
personajes que se consideran al margen de la ley, portan armas de guerra,
impiden el acceso a los cuerpos de seguridad y se creen los señores de unos
feudos del siglo XXI. Su figura emblemática, ‘El Coqui’, mantiene acosados a
los habitantes de ese sector de Caracas, incluidos los agentes de la Guardia
Nacional y la Policía Nacional. Su osadía lo llevó a intentar, hace pocos días,
tomar por asalto el Comando General de la GNB y el Comando El Pinar, de la PNB,
ambos ubicados en El Paraíso. El objetivo era adueñarse de armas de guerra para
incrementar su arsenal. Hasta donde se sabe, tanto la Guardia como la Policía
repelieron los ataques.
Llama la atención que -a pesar de
estos actos subversivos tan graves- el régimen de Maduro no les ha declarado la
guerra frontal a ‘El Coqui’ y sus secuaces. La actitud de los cuerpos de
seguridad ha sido esencialmente defensiva, no ofensiva. ¿Qué ocurre allí, pues
el gobierno de Maduro no podría calificarse de pacifista y tolerante, al menos
cuando de la oposición se trata?
En este momento el Ejército
Nacional, comandado por el general Vladimir Padrino López, apoyado por las
Fuerzas de Acciones Especiales, las temibles FAES, según señala el gobierno,
libran un enconado combate con unos grupos disidentes de los disidentes de las
FARC –los liderados por Iván Márquez y Jesús Santrich- porque esos guerrilleros
pretenden moverse impunemente por el sur oeste del país. Aspiran a entrar y
salir del territorio nacional a su libre albedrío, como si Venezuela fuera
territorio de nadie. Como si aquí no estuviera Padrino López, un soldado de la
patria dispuesto a defender con su vida la soberanía nacional. La Victoria, en
el estado Apure, a miles de kilómetros de Miraflores y de la capital, ha sido
escenario de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad nacional y los malhechores
colombianos. El Ejército se desplazó hasta la frontera colombiana, pero no ha
podido someter a ‘El Coqui’ y sus muchachos, que viven en Caracas. Raro,
¿verdad?
El régimen que comenzó con Hugo
Chávez y continuó con Maduro, politizó e ideologizó a las Fuerzas Armadas. Las
convirtió en el brazo armado de la autodenominada ‘revolución bolivariana’. Las
puso a vociferar consignas antiimperialistas. Las sometió a la tutela de la
dictadura cubana. Las hace gritar ‘Chávez vive, la Patria sigue’ y ‘Patria,
socialismo o muerte’. Todo este desajuste fue perpetrado en pocos años.
Consumada la deformación de las FAN, el régimen las convirtió en un instrumento
para hostigar, perseguir y reprimir al pueblo y a la oposición. Las obligó a
proclamar ‘No volverán’, para referirse
a la imposibilidad de que la oposición retorne al Gobierno, en una república
cuya constitución consagra la alternancia en el poder.
Con la finalidad de reprimir las
protestas populares y acorralar a la oposición democrática y pacífica, las FAN
sí resultan muy eficientes, pero no para acabar con un grupo de forajidos cuya ubicación ha sido meticulosamente
mapeada y que siembra terror entre los vecinos de las urbanizaciones aledañas a
la Cota 905. ¿Por qué el gobierno les entregó esa área a los delincuentes? ¿Por
qué renuncia a ejercer la autoridad, en este caso legítima, a unos pocos
kilómetros de Miraflores? ¿Cómo entender
este comportamiento en apariencia tan incongruente?
Aventuro la siguiente hipótesis: ‘El
Coqui’ y sus lugartenientes le sirven al régimen para mantener a la ciudadanía
azotada, atemorizada y atrincherada en sus propias viviendas, incapaz de
crear vínculos que le permita organizarse para luchar por
sus propios derechos y reivindicaciones. La megabanda de ‘El Coqui’ es como un
colectivo oficialista, pero más agresivo y letal. Más intimidante. “El Coqui’
se comporta actúa como esbirro del régimen, pero sin aparecer en la nómina del
Sebin, de las FAES o del Dgcim. Es un patriota cooperante, aunque esa no sea su
intención real.
A un aliado tan útil como ese hay
que dejarlo actuar. Esa podría ser otra de las recomendaciones de los cubanos.
Trino
Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Venezuela
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