El retardo surge por
sopesar la tragedia que todo asesinato conlleva… lo que lleva al periodista que
uno lleva por dentro a intentar ser lo más rápido posible en opinar… con la
incertidumbre que desde el momento de un plagio… hasta la entrega sano y salvo
del secuestrado… acompaña a los familiares del raptado quienes obviamente las
más de las veces prefieren el silencio como triste acompañante.
Entendido esto espero
que todos comprendan que esperar tres días para sacar una columna que escribí
apenas minutos después de tener “la noticia” y algo más… fue un compromiso
entre hacer la vuelta más rápida… y cuidar el motor para la carrera.
Bien: conocida la
muerte para ese momento presunta del ex guerrillero Santrich y encontrar casi
al instante una catajarria de contradicciones… en medio de posteos hechos a la
carrera… como para encubrir “algo”.
Lo primero extraño fue
que un gobierno asediado por tres semanas de paro y manifestaciones… mantenga
silencio ante un chaleco salvavidas que Gustavo Duque perfectamente lo pudo
usar para señalar a nuestro gobierno no como encubridor de la guerrilla
colombiana…. que eso ya lo han dicho… sino como “prueba” de que las
manifestaciones y el paro… se originan “en Venezuela”.
Luego vino en una de
las versiones del asesinato, porque
aparentemente eso fue, el cuento completo de Semana, otrora gran revista y
devenida hoy merced a la polarización en una gacetilla propagandista del
uribismo… bulo según el cual un hombre mayor… con sobre peso y casi ciego
“murió en un enfrentamiento entre bandas de delincuentes”.
Hace tiempo conocí una
mentirosa compulsiva que gastaba dinero comprando espacio en las páginas de
deportes de los diarios… para publicar bulos como “X hizo un hoyo en uno”… si
de golf se trataba… o “X gana el triatlón con dos horas de ventaja”.
Ese bulo de Santrich
disparando contra delincuentes es mayor y de haber ocurrido… sus acompañantes
estarían todos muertos merced a la “puntería” del ex guerrillero casi ciego.
Parece más ajustada a
la verdad la versión de El Tiempo donde se informa que Santrich murió en el
estado Zulia y que fue liquidado por un comando elite del Ejército Colombiano
–Semana después de situar la escena del crimen en la parte venezolana de
Perijá… pasó a decir que todo fue en el Apure… incluso para mejor desinformar
por minutos localizaron la escena en Colombia-.
Pero todo eso son
“detalles” porque Santrich no era un guerrillero común. Fue uno de los
negociadores principales de las FARC ante el gobierno de Santos y cómo tal se
ganó la lotería que significaba una banca en el Congreso con lo cual pensó
tener inmunidad.
Pero esa felicidad duró
poco para Santrich que solía usar una pañoleta tipo palestina: el TSJ colombiano
en una sentencia que lucía poco ajustada a la Constitución falló que con o sin
inmunidad… lo podían capturar y enviar extraditado a USA donde lo requerían.
Ese fallo provocó la
huida de Santrich a nuestro país… algo que Duque solía restregarlo a cada rato…
y que nuestro gobierno siempre negaba.
Pero si uno quiere
opinar en un mundo lleno de bulos y mentiras disfrazadas… lo mejor es hacerlo
viendo “un poco más lejos”… más allá de nuestras narices desde luego.
Así el panorama se
ensancha al ingresar a la ecuación los militares venezolanos secuestrados por
una facción de las ex FARC… aliadas… fin de mundo… con Duque.
Militares que tienen
familia preocupada y compañeros que haciendo uso del derecho al pataleo… acusan
al Alto Mando de haber fallado en la planificación
como causa de que ocho militares venezolanos… estén de buenas a primeras en
manos de una guerrilla.
Y cómo a Jesús Santrich
le cortaron un dedo meñique… y cómo el susodicho tenía sobre su cabeza una
recompensa de 620. 000 dólares de parte del gobierno de Duque y muchísimo más
de parte del Imperio… la ecuación cuadra debido al silencio de ambos gobiernos.
Cómo hipótesis es la
única que cuadra: para que devuelvan los muchachos nuestros… dejaron que los
colombianos asesinaran a Santrich en nuestro territorio.
¿Será por eso que en un
cuartel de la FANB… a menos de tres millas del campamento de Santrich… nadie
escuchó nada… ni al helicóptero donde se supone buscaron al comando élite… una
vez perpetrado el crimen?
Ojalá y no sea así…
ojalá regresen los secuestrados… pero dar ingreso a la guerra civil colombiana
es un error que nos puede costar muy caro los venezolanos.
¡Amanecerá y veremos!
Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR
Venezuela
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