Cuando escuche de nuevo la expresión “revocatorio de
Maduro” no lo podía creer. No solo porque ya eso lo habíamos intentado dos
veces antes de que se fueran algunos millones más de venezolanos del país (la
primera vez con Chávez en el 2004 y la segunda vez con Maduro el año 2016),
sino que la figura del Revocatorio fue la razón misma de la existencia del
actual sistema electoral fraudulento del régimen, y cuyo debut lo tuvimos el
año 2004. Los venezolanos debemos recordar que por allí comenzamos una larga lucha
con muertos, presos, exiliados, destrucción económica, y todas las plagas que
nos han caído con el castro-chavismo-madurismo.
Las máquinas SmartMatic nacieron con la palabra
“revocatorio” en Venezuela. Sin embargo, al parecer algunos venezolanos aun no
han aprendido esa sangrienta lección. Incluso hasta algunos notables abogados,
extrañamente acomodaticios, hasta la consideren “jurídicamente válida” como
fórmula a aplicarle a Maduro para salir de su régimen. Y yo me pregunto, ¿y en
dónde estaba esa gente el año 2004? O en el año 2016 cuando unos tribunales de
Apure, Aragua, Bolívar y Carabobo decidieron suspender el proceso revocatorio
cuando “fueron admitidas a trámite querellas criminales presentadas por el
oficialismo contra la recolección de firmas de abril” (ver Venezuela: El CNE
paraliza referendo revocatorio a Nicolás Maduro, en
https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-37723172).
Puedo entender que Guaidó y sus muchachos hayan estado
por su corta edad lejos de entender debidamente lo que pasamos los venezolanos
con el Firmazo, el Reafirmazo, las “firmas planas” y los Reparos en el año
2004. Recuérdese que Guaidó tenía solo 15 años cuando llegó Chávez en 1998 y 20
cuando los venezolanos comenzamos una dura cruzada de salir de Chávez con los
votos. Estábamos muy lejos en ese momento de imaginarnos que más de 20 años
después estuviéramos hablando todavía de esto y menos aún que alguien tuviera
la mente lo suficientemente retorcida para trampear abiertamente el mecanismo
de pesos y contrapesos políticos que garantiza la estabilidad política de un
país, que no es otra cosa que su sistema electoral. Pero el venezolano común
aprendió después de mucha sangre derramada en las calles que el régimen que nos
azota no se parará en nimiedades electorales para permanecer en el poder.
¿Por qué entonces todavía tenemos que escuchar de
nuevo la expresión “revocatorio de Maduro”? En efecto, la figura está en la
Constitución, como lo estaba en el año 2004 y el año 2016. ¿Qué cambió aquí?
¿Qué nos perdimos los venezolanos? Imagínense lo difícil que lo puso el régimen
para levantar el 20% de firmas necesarias para revocarlo en el 2016 todavía
estando en Venezuela los millones de venezolanos activos que ya se han ido del
país. ¿Recuerdan que en el 2016 solo se abrían las maquinas en un horario
específico y cuando se habilitaban no había línea o la maquina estaba dañada?
¿Y las colas impresionantes de aquellos que manteniendo la esperanza concurrían
a ese sainete que creían en lo “democrático” del régimen? Se me pone la piel de
gallina solo recordarlo. Pero eso al parecer no lo recuerdan los proponentes de
esta nueva “crónica de una muerte anunciada”.
Pero lo más impresionante es la posición del gobierno
norteamericano ante esa propuesta, expuesta por su embajador James Story (ver
“Gobierno de Estados Unidos apoyaría un revocatorio contra Maduro”, en
https://youtu.be/7AADShLJukM). Como lo mencioné en mi nota anterior, los
norteamericanos son pragmáticos. Cualquier cosa que salga, por más absurda que
sea, y que les baje a ellos la presión de Venezuela es bienvenida porque es una
posibilidad para que el “problema venezolano” se quede dentro de sus fronteras.
Pero esa no es una solución para los venezolanos. Quedarnos con Maduro no es
una opción. Y hay que insistir con ellos que la solución venezolana no puede
ser solo para la Comunidad Internacional sino para quienes vivimos en este
país. De allí que el espectro de soluciones a plantear a los Estados Unidos no
está de ninguna manera completo todavía. Pero veamos esa nueva propuesta
“revocatoria” en más detalle.
El solo hecho de iniciar de nuevo un proceso
revocatorio constitucional en contra de Nicolás Maduro Moros, admite sin lugar
a dudas que su presidencia es legítima así como la institución electoral que
recibió esa solicitud. Admite a Maduro como Presidente, que no lo es sino un
usurpador. Admite la legitimidad de la Asamblea Nacional que designó ese nuevo
CNE. Y con la admisión de la legitimidad del CNE se admite de paso la
“veracidad” del Registro Electoral sobre el que se sustentará el número de
firmas necesarias para la convocatoria a ese supuesto nuevo revocatorio.
El Registro Electoral venezolano está viciado. De eso
se encargaron Chávez, Maduro y Tibisay Lucena. Muchos estudios técnicos lo han
demostrado fehacientemente, y para muestra un botón: “Esa conclusión nos lleva
a poner de manifiesto una vez más la crucial pregunta, ¿dónde están los 19
millones de votantes que el CNE y el gobierno pregonan en las cifras oficiales?
En otras palabras, la conclusión es obvia, la población votante no debería ser
superior a los 11 millones de electores válidamente registrados. La respuesta a
dicha interrogante, es tremenda, sobran más de 6 millones de votantes en el
registro electoral lo cual permite ratificar una vez más, que el registro no
sirve, que está hipertrofiado y ha sido manipulado por el CNE en acciones
fraudulentas…” (ver Democracia y Elecciones en Venezuela, por Genaro Mosquera
Castellanos, Pág. 46, https://tinyurl.com/mwwxdezy).
Sabiendo esto, ¿sobre qué numero se basará el 20%
requerido en el Artículo 72 Constitucional de una nueva convocatoria para
revocar el supuesto mandato del usurpador? ¿Sobre los 19 millones que ellos
siempre han dicho que tienen en el RE, que ya de por si esta inflado en más de
6 millones de votantes virtuales, o en un número mucho menor luego de los más
de 5 millones de venezolanos que se han exiliado huyendo de la desgracia del
país y los otros 6 millones que no existen porque son virtuales? Porque
obviamente serían menos las firmas requeridas. La respuesta a eso les dirá que
tan interesado esta el régimen en aceptar un nuevo revocatorio ante la
Comunidad Internacional para dar respuesta a esta nueva solicitud de quienes al
parecer no han aprendido todavía la lección sangrienta que la mayoría de los venezolanos si asimilamos
al participar sin el CNE del régimen en la Consulta Popular del 7 al 12 de
Diciembre de 2020.
El régimen aceptará encantado esa propuesta de
revocatorio porque con eso esa “oposición” que ha olvidado lo que ha pasado en
Venezuela, le regala un botellón de oxigeno que durará muchos meses, porque al
perderlo, ya sea porque no lo puedan activar como en el año 2016, o que el CNE
del régimen haga lo mismo que hizo en el 2004, sumarán a la tropa de alacranes
que de una manera u otra han reconocido al régimen como un gobierno legítimo.
Ellos dirán de nuevo que “se equivocaron” y el pueblo venezolano estará aun más
jodido. Lamento el mal francés pero es así…
Quiero suponer que quienes están impulsando esta
supuesta “alternativa” están claros en esa realidad y no son ningunos ingenuos
de la política. Los venezolanos deberán preguntarse porque lo hacen. De nuevo,
no existen ingenuos en la política, pero si debo destacar que hay un tema ético
involucrado en el asunto. Solo por un mínimo de consideración a todos los
muertos, desaparecidos, presos, torturados, exiliados y constantemente
amenazados, nadie debería atreverse a faltarle el respeto a los millones de
venezolanos que pusieron sus esperanzas en los dos primeros revocatorios y
trabajaron a riesgo de sus vidas con las herramientas de la democracia y que
fallaron porque tuvieron al frente a un régimen tramposo de malandros y
delincuentes capaz de cualquier cosa. Eso es como si esa venezolana que hizo el
esfuerzo de cruzar el Rio Grande sobre hombros para entrar a los Estados
Unidos, al llegar medio muerta a la otra orilla la estuvieran esperando para
darle una paliza y expulsarla. Esos que proponen ese revocatorio están haciendo
el papel de aquellos que saben lo que pasará del otro lado y aun así proponen
el viaje, excusándose después en que cada uno tomo su decisión. También debe
haber ética y moral en lo que se propone después de todo lo que ha sufrido el
pueblo de Venezuela para expulsar al régimen.
Los venezolanos debemos no solo evaluar muy
detalladamente las propuestas que se hacen para salir del régimen, sino quienes
las proponen y analizar por qué lo hacen. Somos nosotros los venezolanos
quienes estamos en riesgo aquí, no los proponentes. A este punto hay mucha
gente interesada en que esta situación continúe, buscando espacios donde quedar
después de la tragedia utilizándonos para sus 15 minutos de notoriedad y fama.
Ni revocatorio para un usurpador, ni elecciones regionales convocadas por una
Asamblea Nacional y un CNE ilegítimos. Ya el pueblo decidió en una Consulta
Popular el camino a seguir: Maduro y su régimen se tienen que ir inmediatamente
para que este país tenga reconstrucción, paz y libertad. Seguiremos trabajando
para hacer cumplir el mandato del pueblo venezolano.
Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
https://ticsddhh.blogspot.com/
@laguana
Venezuela
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