OSCAR ELÍAS BISCET: CONGRESO COMUNISTA: PERSISTENCIA DEL TOTALITARISMO EN CUBA
Los cabecillas Castro y Díaz-Canel atacaron,
amenazaron y difamaron a la oposición cubana desde sus altas posiciones en el
Congreso
En el 8vo. Congreso, el general Raúl Castro y sus
secuaces del Partido Comunista de Cuba (PCC) cerraron definitivamente el futuro
de libertad y prosperidad para el pueblo cubano. Sus propuestas de salvar a su
régimen tiránico enmascaradas en la defensa de la soberanía, la independencia
nacional y los derechos humanos, son las expresiones evidentes de su débil
influencia para sostenerse por más tiempo en la dirección del país.
Una de las nuevas cosas impulsadas por los comunistas
cubanos fue la eliminación del cuadro escénico principal de las imágenes de los
tristemente célebres y creadores del totalitarismo: Carlos Marx, Federico
Engels y Vladimir Lenin. Desde meses antes habían eliminado estas figuras de
las fotos viejas de los periódicos y solo dejaron en ambas situaciones al
apóstol José Martí, quien en el 8vo. Congreso fue finalmente sustituido por la
imagen del tirano Fidel Castro. Una forma de exponer la idealización de que el
alumno superó al maestro, con el objetivo de vitalizar en la eternidad la
figura del tirano de Birán.
José Martí fue un amante de los valores republicanos,
en especial, la libertad, el derecho a la posesión de propiedad privada y el
libre negocio. Fue un crítico severo del socialismo, pues lo consideraba la
nueva esclavitud. Aunque el comunismo en su primera etapa, el socialismo, es
permisivo con la propiedad privada e incluso sus teóricosla aprovechan para
avanzar su régimen totalitario, como el caso de Lenin-Stalin en su plan de la
Nueva Política Económica (NEP), 1921.
Este es aprobado como vestigio pálido por el régimen
de Castro Díaz-Canel. En una de las fotografías en el Congreso, Fidel se ve
dejando un tanque de guerra. Esta representa el mayor entreguismo e injerencia
foránea en la vida nacional, donde se da pie a un acuerdo secreto de la
presencia de tropas extranjerizas extra continental en la Isla, que más tarde
se materializa con la conversión de la patria cubana en la mayor base militar
extranjera en las existencia de la nación y en las Américas, por las múltiples
zonas de cohetes nucleares ofensivos bajo la dirección de 50 mil soldados
soviéticos; que no solo disuadió a los enemigos externos sino que atemorizó y
congeló la voluntad de acción de su propio ejército castrista, el cual no
representaba al ejército patrio, sino un cuerpo adoctrinado al servicio de los
caprichos y privilegios del tirano Fidel Castro Ruz.
Fidel Castro fue el actor intelectual de la
instauración del régimen estalinista en Cuba. Sin embargo, su hermano Raúl fue
el testaferro más soberbio, sumiso y principal en la ejecución de ese plan
siniestro en el país. Raúl fue tan cínico como Stalin, tanto en la represión,
sus crímenes de lesa humanidad y en sus falsas afirmaciones de respeto a los
derechos humanos. El general Castro puso en prácticas ideas estalinistas
durante su mandato, como el referendo popular controlado a su voluntad y el
nuevo adefesio constitucional, donde es irrevocable la ideología socialista y
el Partido Comunista está por encima de todos los poderes del Estado y de la
nación.
Miguel Díaz Canel es el sucesor designado Primer
Secretario del Comité Central del PCC. Su discurso de clausura del Congreso fue
una perorata sumisa de adhesión a las palabras de apertura de conclave del
general Castro. Nada nuevo, pues en múltiples ocasiones Díaz-Canel ha
reafirmado su continuismo en la fracasada política castrocomunista.
En el Congreso comunista eliminaron del Politburó a
los más peligrosos recalcitrantes fidelistas, quienes podían socavar la
estabilidad de los comprometidos con la línea raulista. Los defenestrados son
los comandantes Ramiro Valdés y José Ramón Machado Ventura, los generales Ramón
Espinosa Martínez y Leopoldo Cintra Frías, también el jefe del ordenamiento
económico del régimen, Marino Murillo. Tampoco se definió el segundo puesto del
Partido, quedó vacante. Cargo partidista que Fidel Castro materializó desde la
fundación de PCC, en 1965, para su hermano Raúl y aseguraba la sucesión
política. Ambas situaciones sugieren debilidad y fractura en la estructura y
alta dirigencia partidista, división interna manifiesta y exacerbada en choques
de fracciones en la organización política castrista, que se manifestará en el
futuro reciente del país.
Sin embargo, los cabecillas Castro y Díaz-Canel
atacaron, amenazaron y difamaron a la oposición cubana desde sus altas
posiciones en el Congreso y reconocieron sus debilidades en la confrontación de
la información en la Internet. Esto personifica la fortaleza creciente del
movimiento prodemocrático en Cuba y que las condiciones subyacentes de la grave
crisis humanitaria en el país desencadenarían el estallido social, que con la
guía de la oposición se consolidará en la desintegración de la tiranía y el
establecimiento de la libertad, la democracia y el estado de derecho en la
República de Cuba.
Oscar Elías
Biscet:
lanuevanacion@bellsouth.net
@oscarbiscet
Presidente de la Fundación
Lawton de Derechos Humanos
Presidente del
Proyecto Emilia
Medalla Presidencial
de la Libertad
Cuba - Estados UnIdos
http://www.lanuevanacion.com
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