Pues bien, parece que tal ideal -desiderata- no ha hecho mella en la capacidad intelectual de la elite piloto de nuestra nación, quiero decir: de quienes han tenido en su haber la responsabilidad, oportunidad de hacer de nuestro país nacional una nación próspera e independiente, principalmente económicamente. No lo han hecho, ni por voluntad ni por conocimientos. Lo triste del caso es que: aun siendo un país rico en recursos naturales, los mismo, en vez de haber sido utilizados -por esa elite piloto- para fortalecer la economía, la educación, la salud del pueblo; solo ha servido para enriquecer a quienes han manejado la cosa pública, tanto por el nepotismo como por la corrupción de funcionarios públicos y últimamente mediante la malversación de recursos en geo-políticas asimétricas con la ingenua y errada idea de conseguir apoyo para mantenerse en el poder y promover una ideología absurda, retrógrada e inviable por desnaturalizada en el sentido de la conducta inmanente y espiritual (libre albedrío) del individuo humano que ellos mismos no digieren, ni acata, ni cumplen.
A Venezuela y los venezolanos le han hecho perder el tiempo para lograr ser un país próspero, solvente y para integrarse ciudadanamente a la civilización posmoderna y actualizada.
Actualmente llevamos alrededor de 50 años de atraso y vamos por los casi 200 que lleva la industrialización en el mundo. En esto los perros de la guerra tienen parte de su mano involucrada, más la mano de megalómanos e idealistas pescadores de aguas revuelta y líderes totalitaristas y populistas de una mal llamada globalización económica. Sin Descartar el espíritu hegemónico de países parásitos que extienden sus tentáculos camuflados para haberse apropiado de recursos estratégicos (energéticos y minerales de toda índole) a cambio de baratijas. Relacionado a esto anterior dicho y, para aprehender o captar la idea, debemos asociarlo con la obra del Gabo, Grabiel G. Márquez, “Cien años de soledad” donde a causa de esa ignorancia que preconizaba Simon Rodríguez; los orfebres del pueblo "Macondo", los Buendía; cambiaban a los gitanos pescaditos de oro por hielo que recibían como diamantes gigantes.
Respecto a la educación del pueblo basado en estrategias objetivas y eficientes se debe utilizar el espacio necesario y el momento preciso o sea (el tiempo) en su mejor proporción. En tal sentido, se debe aceptar que: hay que utilizar y vivir cada segundo de la vida pues, el futuro no tiene un ápice de seguridad.
Agustín de Hipona decía: “La vida es lineal, por eso, hay que vivir el presente, pues el pasado pasó, no volverá y, el futuro está por verse”
Considerando lo antes mencionado respecto a la educación, observaremos que: los padres normales o comunes, tratan de darle a sus hijos lo que ellos no tuvieron, los padres asertivos tratan de enseñar a sus hijos lo que ellos no aprendieron para ser autónomos libres e independientes. En Venezuela se ha vivido en los 400 años de existencia, políticamente un mundo absurdo, basado en el manejo del poder y el control de la ignorancia como herramienta de sometimiento. Con ello el hambre y la miseria. Histórica, y antropológicamente. los gobiernos siempre con sesgo déspota --excepto 36 años de democracia imperfecta según Ángel Lombardi (historiador)- han pasado de una mano a otra, para quedar siempre la misma miseria.
Hannah Arendt, denuncia en la antropología política, de sus obras, de cómo los gobiernos y sistemas totalitarios populistas (comunistas) actúan para mantener a los pueblos en la miseria. En su obra "Los Orígenes del Totalitarismo" denuncia como ejemplo, la barbarie de los jacobinos de la revolución francesa, máxime que su consigna libertad, igualdad y fraternidad, sólo era el opio propagandístico que ellos nunca cumplieron, y que esparcieron como perfume en spray sobre el "populacho". (término que usaba la filósofa para referirse a las masa de gente ignorante de civismo y política que S. Bolívar señalaba en el Congreso de Angostura de 1819).
Joise Morillo
kaojoise@gmail.com
@kao_joi_lin
Venezuela-EEUU
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