Lo más grotesco es que el 21N es parte de un show macabro desprendido de una falsa Venezuela mediática, de una pretendida democracia totalmente irreal, de un bienestar inexistente, de una presunta nueva normalidad que no es más que la continuación de la imposición del modelo cubano, auspiciado por el régimen y sus neocolaboradores.
¿Cómo puede haber elecciones sin institucionalidad? ¿Cómo salir a votar sí ambos bandos representan lo mismo? ¿Cómo aprobar los actos de un sistema ilegal e ilegítimo? ¿Cómo ejercer el derecho al sufragio cuando el proyecto a “defender” es consentir ser alimentados por cajas de comida, dicho sea de paso, de quinta categoría?.
Los discursos de la “oposición” participante en el 21N son prácticamente símiles de los del chavismo, a decir: solución de los problemas nacionales por vía electoral, con instituciones psuvizadas. Levantamiento de sanciones internacionales, sin que se subsanen los motivos que las generaron. Aprobar las agendas chavistas, sin importar que tan contravenidas estén con la constitución… además, en los discursos de esta “oposición” no faltan las frases “El Presidente Maduro” “El gobierno” cuyas menciones hasta hace pocos meses eran “el usurpador” y “la tiranía”.
¿Qué hay detrás del 21N? La dimisión de la oposición del momento, su pacto con el régimen en una cohabitación donde los participantes obtendrán gotas de la miel derramada, mientras los venezolanos seguiremos abandonados a nuestra suerte, a las fauces del dólar paralelo, de la ausencia de autoridad, a la violencia institucionalizada, a una economía dolarizada edificada para los que de la noche a la mañana hicieron fortunas, para los que pasaron de ser la élite política a la élite económica.
El 21N será otro 6D 2020 ¿ha contribuido positivamente la Asamblea Nacional recién electa al país? Pues no, todo sigue igual por el mismo camino de destrucción cada vez más acelerada. Lo propio ocurrió con las anteriores presidenciales, regionales, municipales y la fracasada “constituyente” ¿Por qué? Porque en las condiciones castristas que el chavismo retiene el poder lo electoral es inútil, el poder lo mantienen de forma absolutista… indistintamente de los resultados electorales.
En conclusión, el 21N solo denota una “oposición” que se cansó serlo y ahora pasó a cohabitar con el régimen, prefirió gozar gotas de miel que el jarrón completo. Con el 21N solo se buscar oficializar una oposición cómplice que permita al régimen lavar la cara y buscar el tan anhelado reconocimiento, por eso también se prestará para “el revocatorio” escenario que el régimen ya tiene totalmente previsto.
De esta forma estimado lector, dude y reniegue de todo aquel que diga ser opositor, pero se presta para todos los escenarios que el régimen impone. Insistimos, una oposición real, en estas condiciones es quien impondría agenda.
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
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