¿Por qué la tragedia económica? Sencillamente, porque
nadie invierte en una nación dónde se socavó el Estado de Derecho, dónde reina
el temor real a las expropiaciones, ranqueada entre las 5 naciones más
inseguras del planeta, con hiperinflación, sin moneda local, con control
cambiario, servicios públicos moribundos, políticamente inestable, entre las
más corruptas del planeta, en desbandada, con un gobierno no reconocido en el
occidente y sus principales figuras solicitados por la justicia estadounidense…
entre otros terribles desincentivos más. Venezuela es la antítesis de las
inversiones, las que hoy se producen son puntuales, realizadas por aliados del
régimen con fines muy específicos.
Allí está el detalle, lo político es la causa de todo
mal, incluso las de origen económico, social, hasta cultural, pues se pretende
desvenezolanizarnos, imponernos el “cuban style of life”. La política es la
clave de este país desnaturalizado, arruinado.
Ahora bien, Venezuela se encuentra en su peor momento
histórico porque evade la realidad, se impone a la fuerza un régimen que
rechaza la inmensa mayoría de los venezolanos, en el que el chavismo también
impone una falsa oposición electorera. A parte, la oposición legítimamente
reconocida se encuentra atada de manos, sin injerencia dentro del país, al
igual que la oposición ciudadana asediada por los organismos represivos
formales e informales… políticamente Venezuela está forzada a su destrucción,
de espalda a lo que realmente amerita.
Los venezolanos afrontamos un reto gigante, de igual
envergadura a la gesta de nuestros próceres, estamos obligados rescatar el
país, nuestra esencia, nuestra historia y ello solo es posible a través de un
liderazgo político real/legítimo, la voluntad de todos los venezolanos y la
intermediación internacional, pues dentro de nuestras fronteras el chavismo (a
la fuerza) es amo de todo, así la diplomacia mundial juega un papel
preponderante… estos son los 3 requisitos necesarios para consumar los
anhelados cambios.
En los actuales momentos continuamos descendiendo
mucho más, a la espera de otro proceso electoral con misma etiqueta que los
perpetrados desde 2017, bajo el auspicio de instituciones públicas psuvizadas y
una falsa oposición que ni siquiera es capaz de representar a ella misma, es
tan rechazada como el chavismo.
En paralelo Maduro intenta oxigenar la economía siendo
presa de sus acciones, es incapaz de generar confianza, la crisis se agrava
porque sencillamente quienes nos metieron en este atolladero no pueden ser los
mismos que nos sacarán… la política y la economía son ciencias que pasan
rencorosas facturas.
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