domingo, 9 de enero de 2022

VÍCTOR MANUEL GARCÍA HIDALGO: EL LENGUAJE POLÍTICO Y CLAUDIO FERMÍN

Decir que el lenguaje político en las redes sociales es una cloaca putrefacta, no es una exageración.

No hay un solo rincón de Venezuela, donde el Dr. Claudio Fermin no lleve su discurso de unidad, encuentro y democracia.

Recientemente afirmé en Primera Página de Globobovisión, en una entrevista que me hizo la periodista Rosa Colmenares y cuyo contenido se convirtió en Tendencia Nacional, que en contra del Dr. Claudio Fermín, existe una conspiración mediática, una guerra sucia, que data de hace algunos años, desde entonces, los laboratorios de opinión al servicio de los “Amos del Valle”, el old money , el new money, el racismo y el neo populismo venezolano, han sustituido el debate político por las “etiquetas pestilentes” cargadas de odio social y mentiras.

Alacrán, colaboracionista, vendido, negro de mierda, chavista, madurista, entregado, son algunas de esas “etiquetas pestilentes” que se estrellan en la chaqueta democrática de un Profesor Universitario, que en los ultimos 40 años, ha dedicado su vida a formar nuevas generaciones de profesionales universitarios, tanto en la UCV, como en la UCAB.

La contaminación narrativa, en contra de Claudio Fermín, ese deseo de relatos excitantes que por costumbre de la publicidad, la televisión y las redes sociales, llegan a los usuarios, sin que exista una “aduana mediática” que detenga esa caravana de insultos, mentiras y difamaciones.

Mi colega editor Mark Thompson, presidente de The New York Times, antes fue director de la BBC, quien algo sabe sobre el lenguaje político, en su ensayo titulado “Sin Palabras”, ¿Qué ha pasado con el lenguaje de la política? (2017), Debate Barcelona, sostiene que: “ Que la corrupción del lenguaje -la escisión entre el signo y la cosa- precipita la democracia hacia la tiranía es algo que ya identificó Tucídides en la frivolidad ateniense o Salustio en Catilina, célebre populista que tuvo la mala suerte de topar con Cicerón.

Pero son Aristóteles y Orwell las referencias más constantes de este libro. El primero porque su división del discurso público en logos (argumento), ethos (carácter del emisor) y pathos (estado de ánimo del receptor) no solo no ha perdido vigencia sino que facilita el diagnóstico: la eficacia emocional ha desplazado el debate racional en nuestras democracias. El segundo, porque desenmascaró la negación del principio de no contradicción que sustenta toda propaganda totalitaria. Y la dictadura no es más que la degeneración de la democracia a través de la demagogia”.

Podría afirmarse entonces, que los últimos 23 años, de nuestra política contemporánea, el neo populismo del lenguaje encendido en contra de la democracia y lo establecido, de Hugo Rafael Chávez Frías, contribuyó – no poco – con el despotismo y la tirania que exibe el regimen de Maduro, pero a decir verdad, desde la varanda opositora, se le hace tambien daño a la democracia, cuando se le da rienda suelta a las “etiquetas pestilentes” que se sueltan, la mayor de las veces sin sentido, es el caso de Claudio Fermin, y en contra de otros dirigentes políticos.

“Sin Palabras” de Mark Thompson, nos relata como la hermenéutica de la sospecha que formuló Ricoeur nos ha habituado a la desconfianza, empezando por los propios medios, a los que Thompson no ahorra responsabilidades cuando adoptan la estrategia suicida de la polarización digital en pos de un espejismo de rentabilidad.

Las teorías de la conspiración gozan de mayor crédito que las descripciones de hechos interdependientes. Las redes sociales y los algoritmos selectivos atomizan el discurso y blindan la ideología de cada tribu. Las televisiones sesgan inevitablemente la posibilidad misma de la comprensión cuando el espectáculo de la agresividad obstruye el razonamiento con el político. Porque los medios que no le atacan son considerados parte de una trama elitista. Y entretanto instituciones y partidos huyen del combate perpetuando prácticas endogámicas o presiones subterráneas a través de sus spin doctors. Este es el cuadro veraz que pinta Thompson.

El lenguaje político y Claudio Fermín, es un llamado de consciencia, una clarinada de alerta a retomar el camino del debate político y el cese inmediato de las etiquetas pestilentes y las conspiraciones mediáticas.

Mi amistad personal con Claudio Fermín, por más de cuarenta años, me han permitido registrar en detalle cada una de las conspiraciones mediáticas en contra de un venezolano de excepción. 

Recuerdo que siendo Claudio Fermín, candidato a la Alcaldía de Caracas, uno de sus contendores fue el Dr. Miguel Henrique Otero, Presidente Editor del Diario El Nacional, el triunfo de Claudio, significó un veto permanente en el otrora diario de Puerto Escondido.

Más recientemente, cuando la oposición venezolana se manejaba desde la oficina de Alberto Federico Ravell, en Globobovisión, el Dr. Claudio Fermín se opuso al Paro Petrolero, bajo el argumento que el mismo le daría las herramientas a Hugo Chávez, para destruir la Industria Petrolera, la estatal venezolana PDVSA, la gallinita de las huevos de oro, así fue, Chávez despidió a 22 mil trabajadores de PDVSA y Claudio Fermín, no solo fue vetado en la “GLOBORavell”, sino que también, muchos de esos laboratorios de guerra sucia y plumas tarifadas en su contra, son financiados por los otrora “Amos del Valle”, el old money , el new money, el racismo y el neo populismo venezolano.

Víctor Manuel Garcia Hidalgo
victor@infocifrastv.com
@infocifras
Editor Presidente de InfocifrasTV.
@garciavictor_m

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