sábado, 26 de diciembre de 2015

MAURO PARRA, MAZO

El pueblo de Venezuela en su condición de posesorio de toda la soberanía y dueño absoluto de todos los bienes de la República ha decretado, con un mandato irreversible mediante elecciones libres el 6D a los ejecutores del poder y a quienes aún promulgan  leyes, que debemos apegarnos con toda fortaleza a los dictados de la Constitución Nacional. No hacerlo es perjurio, traición  a los colores nacionales, los símbolos de la Patria y afrenta a los héroes que descansan en el Panteón.  La Patria os lo cobrará. No se puede golpear a la Nación con martillo, porque «no somos yunque». No se puede, en acto de artera cobardía, dar puños y romperle la cabeza a porrazo limpio a un diputado en el sagrado recinto del parlamento, donde  solo las ideas sean debatibles, ni partirle la nariz a una diputada allí mismo por no coincidir en pensamiento, en un país como el nuestro sin truculencias en nuestra cultura, donde blasfemias y herejías, comprobadamente, no salvan vida. El único mazo que sirve de causa al bien es el mítico de Thor que combate con él hasta su hermano diabólico, con cuernos de lucifer como bandera.
Un buen revolucionario venezolano se precia por tener alguno o todos estos renglones de ostentosa riqueza: Residencia  a orillas del lago Tahoe;  mansión en Como;  quinta playera y yate en Guanta, PLC  o cualquier yacht club del Litoral o el Caribe; apartamento en la Quinta de Nueva York, mirando a Parque Central; cuentas  bancarias en Miami,  Zurich, Londres, Andorra y /o en  cualquier paraíso caribeño, Panamá, las Bahamas. Y hasta lingotes de oro en cavas subterráneas ocultas  en bosques impenetrables, porque ya Fort Knox  es inseguro en manos del Imperio.
Un buen revolucionario debe hacerse eco de mostrar ese librito azul que no sabemos a qué constitución se refiere, porque la violan con asiduidad,  y la usan sin parar como prostitutilla  de arrabales.
Un revolucionario sin par debe ser aquel, enchufado en el proceso y  con expectativa a beneficios que proporciona un retiro «honorable» con pensión equivalente  en dólares a la que espera Trump del Social Security, nada menos.  No se  cómo vamos pagar esto a todos los revolucionarios si los aportes que hacen los ciudadanos al SS no alcanzaran  para cubrir las pensiones de los jubilados  comunes,  ni mucho menos, como ya  no hay dólares, los recientes del TSJ chavista.
Un revolucionario confeso y practicante puede ser un experimento sociológico cambiante, enfermo de una incultura característica  de la anti-política -una hallaca con tocino verraco- acrisolada en los últimos  apesadumbrados años cuando se conformó  la absurda «filosofía» denominada del siglo XXI.
Venezuela vive hoy entre susto y sustos. Por las calles pululan espantos y fantasmagóricos personajes,  quienes  el  año próximo se convertirán en magra oposición.  Están jugándose las últimas cartas y arrasando con la mesa. Pero el «dado no les devolverá los corotos» por mal habidos y esquilmados de los verdaderos  dueños, los pobres y vulnerables ciudadanos de tercera en que los ha transmutado el poder  durante  más  de 15 años de oprobios y falsas promesas.
No tememos al  mazo ni a las  veladas y abiertas amenazas que se posan sobre sobre nuestras cabezas cada noche a las sombras de la oscurana para continuar pescando en río revuelto, en espera de la remotísima posibilidad que la Unidad se descalabre o descuide.  Sueños e intenciones malhadadas que no se materializaran porque alertas estamos, vigilantes a la vuelta del camino y frente al CNE también.

Mauro Parra
jmpzc@yahoo.com
@parratiticastro

Miranda -Venezuela

1 comentario:

  1. Excelente análisis expositivo de nuestra realidad presente… ¡Gracias a Dios! Ya le está llegando aceleradamente el momento, a este vil gobierno, de bajar el mazo más débil cada día, que empuña en su enojo contra el pueblo, en su búsqueda impía y corrupta de hacer el mal, pues ahora es el momento de Dios burlarse de ellos, pues sabe que pronto serán destruidos. (Salmo 37) Arasir Camero Parra. Arasir28@gmail.com

    ResponderEliminar