sábado, 26 de diciembre de 2015

JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ, QUEREMOS BIENESTAR EN LIBERTAD

Al enfrentamiento pernicioso y reiterado en la conducta del PSUV y MUD hay que buscarle una solución civilizada, participativa y pluralista en democracia y libertad. Si no respetamos la individualidad del venezolano e insistimos en vender mentiras por cadenas presidenciales, prensa y medios oficialistas, en trampear las elecciones y perderán el tiempo irremediablemente con maldades. Pronto la miseria, pobreza, inflación y escasez cobran con dureza y Dios permita que el costo en sangre y vidas humanas sean pocos ¿Por qué no recapacitar? ¿No sería mejor pactar un gobierno de salvación nacional? y construir un Estado “con gobierno” para paz, orden y bienestar.

El Estado de Bienestar bien entendido es el conjunto de actividades desarrolladas por los Gobiernos que guardan relación con la búsqueda de finalidades sociales y redistributivas a través de los presupuestos del Estado. Se refiere, por tanto, a la actividad desarrollada por la Seguridad Social en cuatro frentes: transferencias en dinero (por ejemplo subsidios de desempleo o vejez), cuidados sanitarios (un sistema de salud universal y gratuito), servicios de educación (garantizar el acceso al conocimiento de todos los ciudadanos) y provisión de vivienda, alimentación y otros servicios asistenciales. Estas actividades no son conductas populistas, son soluciones sociales, diseñadas para estimular la economía y la creatividad individual. El fin superior el que el bienestar dinamice la empresa privada o social para crear y generar riqueza y mas bienestar.

Aunque el término “Estado de Bienestar” se acuñó en el año 1942, el Estado de Bienestar es resultado de un proceso lento que se remonta al siglo XIX, y que se encuentra íntimamente relacionado con la necesidad de dar respuesta a las necesidades de una población y una sociedad en crecimiento y en continua evolución. En concreto podrían diferenciarse tres etapas históricas que se corresponden con su grado de difusión y generalización: 1. El Estado asistencial o residual. Constituye el antecedente histórico y conceptual del Estado de Bienestar. La Seguridad Social residual fue propia de antiguos regímenes y la heredó el Régimen Liberal. Se corresponde con la beneficencia. En el Estado Asistencial sólo se podía acceder a las prestaciones cuando se demostraba la indigencia del perceptor. De esta forma el Estado asistencial sólo atendía a aquella parte de la población que vivía por debajo de la línea de la pobreza. Generalmente no era el propio Estado quien proveía de estos servicios, sino que éstos eran prestados por los municipios o por entidades privadas dedicadas a la beneficencia (de todas ellas quizás la más activa fuera la Iglesia). 2. El Estado providencia. En esta segunda etapa los ciudadanos podían acceder a los servicios sociales sin tener que demostrar su nivel de renta. Sin embargo sí debían cumplir unos requisitos: haber contribuido y que hubiera ocurrido alguna contingencia prevista en el seguro (por ejemplo haber perdido el trabajo o haber sufrido un accidente). Se trataba por tanto de una seguridad social basada en seguros sociales contributivos y obligatorios. Hoy se debe y se puede ser más sinérgico e incorporar soluciones proveniente de los ciudadanos organizados y emprendimientos sociales o empresariales. No es aconsejable y ha traído resultados nefatos cuando el estado “Gobierno” se empeña “maliciosamente o indebidamente” en administrar dinero de los ciudadanos (aportes o cotizaciones), por lo regular (en Venezuela es evidente) se administra mal y se producen usos o apropiaciones indebidas.

El Estado Providencia se desarrolló desde finales del siglo XIX en Europa, circunscrito a la necesidad de expandir las funciones presupuestarias públicas tradicionales consistentes en el suministro de bienes públicos, a otras más amplias en las que la redistribución de la riqueza ganaba importancia. De esta forma y por primera vez se destinó parte del presupuesto al gasto para la promoción de seguros sociales obligatorios, así como para la provisión de bienes públicos preferentes (educación y sanidad y en menor medida vivienda).

El Estado de bienestar que funcione bien se debe ir a sistemas mixtos de seguridad social (Estado e iniciativas privadas o sociales). En esta caso el Estado provee de seguridad social “lo básico” a todos los ciudadanos, con carácter universal, y sin tener en cuanta ni sus ingresos ni su condición laboral, social y política. La experiencia Chilena es buena e impulsar en Venezuela una Seguridad Social Mixta. La que existe hoy no sirve y no le es útil a nadie, en especial a los que tienen ingresos mínimos o están en pobreza.
El objetivo último sería conseguir una sociedad más justa, mediante la redistribución de la riqueza generada por el capitalismo humano, social y equitativo o el estado rentista voraz.

Debemos pasar de un caos y una crisis total “afuera y dentro del gobierno ingobernable”. Lo que seguimos teniendo es una pirámide “construida y repartida por los usufructuantes del poder” en la administración pública de su propiedad, ahí se roba y se corrompe todo lo que les da la gana tocar, lo que se tramita les produces bolívares y dólares y cada día se les ocurre nuevas pillerías “su objetivo es el poder “sin votos” y hacer dinero como sea”. Aquí todo es un guiso, coima y corrupción, ya se cobrar por respirar y ver por la ventana de noche “estamos presos en nuestros apartamentos y casas”, los corruptos quieren más reales y vienen con más codicia vampiresca ¿el mal gobierno y la anarquía les convienen para vivir bien? ¿Existe apego constitucional?

     La nación más rica de América Latina fue Venezuela, hoy es la más pobre en dinero, producción y moral. A nuestra Nación sólo la salva un gobierno de Unidad Superior Nacional, donde se conjuguen todas las buenas voluntades políticas, empresariales, sociales y humanas, ahí hay que incluir a gente extraída de esos “polos” culpables de este desastre, bautizados recientemente como “los extremos socialistas (hoy todos son la misma cosa)”; en el medio está la verdadera mayoría, que somos los venezolanos honestos, de trabajo, ingeniosos, emprendedores, apóstoles del bien común y la justicia social. Venezuela debe recuperará su puesto de respeto y grandeza con urgencia. 
      Como apostamos que al final va a privar la sensatez, el sentido común, la ética y honradez de proceder, saldremos bien. No le tengamos miedo a nada y a nadie, actuaremos con cabeza, corazón y coraje, siempre respetando y reconociendo el valor cualitativo y cuantitativo de todos, cada demócrata, opositor o revolucionario honrado y de buena fe, aporta y es útil. UNA UNIDAD NACIONAL ALTERNATIVA ES POSIBLE.

Venezuela tiene buenos economistas, extraordinarios gerentes, administradores, una reserva de jubilados y pensionados con conocimientos en todas las aéreas de la administración pública y administración privada, todos ellos son una maravillosa fortaleza en recursos humanos de calidad, que deben ser incorporados en un Plan de Gobierno y Gobierno de Salvación Nacional para el Cambio Evolutivo. El buen gobierno admite a la empresa privada, la estimula, la defiende y la hace socia en la misión de acabar con la pobreza y las desigualdades sociales.

Juan de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
@rvjuandedios
Solidaridad Independiente
Caracas - Venezuela

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