sábado, 6 de febrero de 2016

CESAR GUILLEN CITTERIO, RENUNCIA Y TRANSICION, NO HAY ALTERNATIVA MAS DIGNA.

“El valiente tiene miedo del contrario, el cobarde de su propio temor”
Lo de Venezuela, al parecer no tiene remedio por su propia decisión. Es una sociedad que espera todavía  una solución mágica o providencial para ponerle fin a esta tragedia. Lleno de miedo y confusión nuestro pueblo es incapaz de reconocer nuestra cruda y peligrosa realidad. A todos los niveles se apuesta a que todo se resuelva de forma negociada y sin sacrificios. “Aquí no ha pasado nada”
Envilecido por años de democracia populista y al amparo de la cultura de los petrodólares y del estado complaciente, el venezolano sigue absorto ante una situación que no identifica claramente y si lo hace la adapta a su único referente ante la crisis que atraviesa, “Esperar a que otros solucionen y observar a ver qué pasa”. Mientras, el pendejo en la cola murmura y los vivos, se están yendo del país.
No hay que confundirse, “el hambre” fue la que derrotó al gobierno. Conscientes de ello hacen el esfuerzo para neutralizar su efecto con más proselitismo y promesas para ganar tiempo. Colocan a sus caudillejos con disfraz de pueblo  a decir cualquier disparate, a contradecirse en su locuaz y mal digerida ideología. Hipócritas, pero no tienen otra alternativa y conocen lo voluble del venezolano.
Sectores siguen esperanzados en que los Marines, la DEA, y el FBI, hagan lo que no hacemos los hombres de este país. Salvo excepciones, no se observa una reacción determinante y llena de coraje. Por allí ya van apareciendo los héroes de papel que estaban callados o autoexiliados. Algunos también juegan con el tiempo, de cara a los futuros comicios regionales, otros colaboran con el fin de obtener prebendas.
Los documentos y denuncias ante la ONU, OEA y la CIDH son calistenia jurídica. El caso cubano es un ejemplo del modo de operar del mundo actual, que evidencia una profunda crisis de valores. Sino como se explica que Venezuela este en el consejo de seguridad y  la  Francia de Hollande, le prometa ayuda  al desesperado criminal de Raúl Castro. Mientras, España le coquetea al populismo de izquierda.
Se repiten los programas económicos fracasados del mentor de tamaño desastre. Todo ello acompañado de los mercachifles que recibieron prebendas y dólares, y que ahora tienen que  aparecer obligatoriamente en la comparsa, So pena de ser pulverizados. La sombra de un estallido social sigue al acecho y su desenlace será impredecible. La única salida es la renuncia y una junta de transición.
 “La esperanza no es resignación ni pasividad y el valor radica en hacer lo que más tememos hacer”
Cesar Guillen Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
"Adhuc Stantes"
“Todavía en Pie”

Caracas- Venezuela

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