sábado, 6 de febrero de 2016

GUSTAVO AZÓCAR ALCALÁ, ¿ESPERAMOS HASTA JUNIO PARA SALIR DE MADURO?


Un cable de la agencia AFP, publicado en EL NACIONAL del 3 de febrero de este año, ha encendido las alarmas en algunos sectores del país que deseamos salir del pésimo gobierno de Nicolás Maduro lo antes posible. El cable dice que “la MUD analizará la enmienda, el referendo revocatorio y una Asamblea Constituyente como fórmulas para anticipar la salida del poder de Maduro, sin descartar su renuncia”. Pero eso no es lo que me preocupa. Lo más grave, es que, según la AFP, “el mecanismo se definirá a más tardar en junio, de acuerdo con la coalición”.

Escribo estas líneas el sábado 6 de febrero, luego de ver las imágenes de un grupo de personas que intentaron saquear un supermercado en San Cristóbal en busca de comida, y pocas horas después de observar el más reciente discurso de Maduro, arremetiendo contra empresas Polar y su presidente Lorenzo Mendoza, y me pregunto: ¿estarán dispuestos los venezolanos a esperar hasta junio para que la MUD defina cuál es el mecanismo para salir constitucionalmente de este desastre? De verdad, no lo creo.

No pretendo competir con Adriana Azzi ni con Reinaldo Dos Santos en el terreno de las predicciones. Pero algo me dice, y no son precisamente los astros, que las grandes mayorías del país (sobre todo esa mayoría que votó a favor de los candidatos de la MUD el pasado 6 de diciembre) quiere y desea con fervor, que las fuerzas democráticas venezolanas definan, lo antes posible, el mejor camino para sacar a Nicolás Maduro de la Presidencia de la República.

Sí. Es cierto. No faltará quien diga que la nueva AN apenas tiene un mes de instalada, y que hay muchas cosas prioritarias, como la Ley de Amnistía, la Ley de títulos de propiedad para los adjudicatarios de viviendas de la GMVV y muchas otras leyes que se han presentado a discusión en el seno del parlamento venezolano. No le exigiré a Henry Ramos y los restantes 108 diputados de la MUD que resuelvan los problemas del país en 30 días como lo hacen descaradamente algunos voceros del oficialismo. Pero que nadie me venga con el cuento de que debo esperar hasta junio para que me digan cómo vamos a salir de Maduro.  Eso sí que no me lo calo.

Hay, hasta ahora, cinco caminos para buscar la salida de Maduro de la presidencia de la República:

1.- La Renuncia: Un importante sector del país insiste en solicitar la renuncia del Jefe de Estado. Hay quienes piensan en la posibilidad de que Maduro, en un gesto de desprendimiento y de admisión de sus culpas, ponga el cargo a la orden al reconocer que la crisis lo ha sobrepasado y que no está en capacidad para continuar al frente del gobierno.

Lo diré a bocajarro: no creo que Maduro vaya a renunciar. Todo lo contrario: pienso que el Presidente intenta desesperadamente aferrarse al cargo. Henry Ramos Allup dijo hace un par de días algo que comparto plenamente: “Maduro es un preso político”. Claro que lo es. Nicolás es un preso de los cubanos que no quieren por nada del mundo perder la influencia que tienen sobre el gobierno (y los dineros) de Venezuela. Es un preso de la cúpula militar corrupta que se ha enriquecido manejando los grandes negocios del gobierno y que no quiere por nada del mundo que se le acabe la manguangua.

Así que olvidémonos de eso: Maduro no va a renunciar. A Maduro hay que sacarlo de Miraflores, utilizando para ello cualquiera de las vías establecidas  en la Constitución.

2.- Asamblea Nacional Constituyente: La propuesta de una ANC, inicialmente lanzada por Leopoldo López, se ha desinflado, pero todavía hay un sector, que cree y defiende esa salida. En mi opinión, la Constituyente cuenta con un gran escollo: los partidos políticos que integran la MUD no están interesados en esa vía porque una Constituyente dejaría sin trabajo a la recién electa Asamblea Nacional. Como se sabe, una ANC deja sin efecto a todos los poderes constituidos, comenzando por el Poder Legislativo. No creo que los 112 diputados electos estén dispuestos a dejar unas curules que ganaron en muy buena lid y con tanto esfuerzo para abrirle paso a una ANC. 

3.- Recorte del Mandato: La propuesta de un recorte del mandato de Maduro la hizo el partido Causa R, el cual plantea una enmienda constitucional que debe ser refrendada por voto popular, y que según explicó el constitucionalista Juan Manuel Rafalli, requiere el voto afirmativo del 50 % más uno de los legisladores presentes en la sesión de la AN.

De aprobarse esta iniciativa, Maduro gobernaría hasta abril de 2017. En diciembre de este año se deberían celebrar elecciones para escoger un nuevo Presidente de la República. La propuesta de la Causa R no es nada despreciable. Pero ocurre que para que sea válida, requiere de una consulta popular (un referendo) que la convalide, lo cual implica atravesar el espinoso camino del CNE dominado actualmente por el PSUV. La ventaja del recorte del mandato, según algunos abogados, es que ese referendo aprobatorio se ganaría por mayoría simple, independientemente del número de electores que acuda a la cita, lo cual no implicaría la necesidad de sacar más de 7 millones 500 mil votos como el referendo revocatorio.

4.- Consolidar mayoría en elecciones regionales: Algunos partidos políticos pertenecientes a la MUD apoyan la teoría de la “consolidación de la mayoría” y consideran que las fuerzas democráticas deben centrar todos sus esfuerzos y sus energías en los comicios regionales que, de acuerdo con la Constitución y las leyes, deberían realizarse a más tardar a finales de 2016 para escoger nuevos gobernadores y consejos legislativos. Según esta teoría, la MUD debe consolidar una mayoría política en otras instancias de poder para luego doblegar a Maduro.

Quienes defienden esta tesis señalan que si se repite la votación del 6D, las fuerzas democráticas podrían arrasar en no menos de 20 gobernaciones de estado.

La pregunta es: ¿aguantará el país un año más de gobierno de Nicolás Maduro mientras los partidos políticos buscan conquistar las gobernaciones? Y hay otra interrogante: ¿De qué sirve tener 20 gobernadores en un país presidido por Maduro y controlado por el TSJ y una cúpula militar corrupta?

5.- Referendo Revocatorio: El revocatorio pareciera ser la vía más expedita para salir de Maduro. Los demócratas de Venezuela ya sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer para activar ese mecanismo. La experiencia obtenida en 2004 será de gran ayuda. Se necesitarían cerca de 4 millones de firmas (20% del electorado) y la aprobación del CNE que, por el momento, se encuentra dominado en una relación de 4 a 1 por el oficialismo, para activar este mecanismo.
Si dejamos el Revocatorio contra Maduro en manos del actual CNE ya sabemos lo que nos espera: firmazo, reafirmazo, firmas planas, planillas van, planillas vienen, hasta que a las rectoras oficialistas les de la regalada gana de aprobar la consulta. No descarten una nueva Lista Tascón (que evidentemente, esta vez llevará otro apellido) y las intimidaciones contra funcionarios públicos para que se abstengan de votar.

Pero si la AN actúa, de acuerdo con la Constitución y las leyes, podría revertir esa mayoría oficialista del CNE este mismo año, en virtud de que como bien se sabe, hay dos rectoras a quienes se les vence el período en 2016. El 22 de diciembre de 2014, el diario pro oficialista Ultimas Noticias, informó que “los períodos de las dos rectoras del CNE, Socorro Hernández y Tania D'Amelio, vencen en 2016”.

Hay que admitirlo: revocar a Maduro no es fácil. Se requieren 7.585.580 votos, es decir, un sufragio más de los que sacó en las elecciones de 2013: 7.585.579 votos.  Es bueno recordar que la oposición obtuvo en los comicios de abril de 2013 un total de 7.363.980 votos, cifra que aumentó en los comicios del 6 de diciembre de 2015 cuando se obtuvieron 7.707.422 votos, es decir, 343.442 votos más. El oficialismo, por su parte, obtuvo 5.599.025 votos, lo que significa 1.986.554 votos menos.

¿Hay votos para revocar a Maduro? La respuesta es sí. En las elecciones del 6D hubo cerca de 680 mil votos nulos, la mayoría de los cuales, eran sufragios opositores, gente que desafortunadamente no supo votar, o electores que intentaron cruzar el voto, para beneficiar a candidatos que se encontraban por fuera de la tarjeta de la MUD. Aunque sea difícil de aceptar es completamente cierto: hay gente que todavía no sabe votar con máquinas.

En conclusión: existen los mecanismos constitucionales para salir de Nicolás Maduro. Lo que no hay es tiempo. Esperar hasta junio es un suicidio. Cada segundo que pasa, hace que esta olla de presión se ponga mucho más caliente. El pueblo se está impacientando. Pedimos a la gente que nos diera mayoría en la AN y la gente votó. El país anda buscando una válvula de escape. Con el hambre de la gente no se juega. Los ciudadanos debemos actuar antes de que lo hagan los militares.

Gustavo Azocar Alcala
cafeconazocar@gmail.com
@gustavoazocara

Tachira – Venezuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario