VERDADES INTERNACIONALES
En una oportunidad, durante la
campaña electoral, el multimillonario Donald Trump dijo que podría tener
interés en “comprar” a Venezuela. Según él “sería bonito tener un país
tropical” como Venezuela. Cuando le preguntaron que por qué Venezuela y no otro
país respondió: “Porque es más barato y estoy seguro que puedo conseguir un
buen descuento” Dijo también que mandaría a los Venezolanos a vivir en la Isla
de la Orchila, pero tendrían que pagar una renta.
Lo anterior lo publicó Kronos Time citando la revista Forbes. Si eso es verdad
seguramente fue dicho en plan “jocoso”, aquella expresión utilizada por el
doblemente ilegítimo para zafarse de su ofrecimiento de poner en libertad a
Leopoldo López si en Estados Unidos ponían en Libertad al líder portorriqueño
Oscar López Rivera.
Lo que si es cierto es que durante su campaña Trump dijo que si no
ganaba las elecciones Estados Unidos se convertirían en una segunda Venezuela
por “el mal manejo gubernamental y la política corrupta.
Todo lo anterior denota la opinión que sobre Venezuela prevalece en los
medios internacionales.
Pasando ahora al tema del título de este artículo, yo creo que el
nombramiento de Rex Tillerson como Secretario de Estado (Canciller) en el
Gabinete de Trump puede tener un impacto sobre la actitud los Estados Unidos
hacia nuestro país. Veamos algunos antecedentes:
Antes de ser nombrado Secretario de Estado Tillerson se desempeñó
durante diez años como Director Ejecutivo de la Exxon Mobil, una de las
empresas petroleras que operaban en Venezuela hasta que en el 2007 el dictador
predecesor del actual emitió un decreto
de nacionalización obligando a la formación de empresas mixtas en las cuales el
gobierno controlaría el 51% . La Exxon
no acepto esa medida y fue expropiada. Esto condujo a que demandara a Venezuela
y exigiera el pago de 10.000 millones de dólares como indemnización. La Corte
de Arbitraje falló reconociéndole a
Exxon solamente 1.600 millones. La empresa decidió retirarse de Venezuela antes
que aceptar un trato vejatorio.
No se sabe en qué medidas esos hechos pueden influir en la actitud de
Tillerson hacia Venezuela ahora como Secretario de Estado.
Pero hay más. Exxon ha estado realizando
prospecciones petroleras en Guyana y supuestamente ubicó un yacimiento
de crudo de gran calidad a 200 kilómetros de la costa de ese país, sitio que
presuntamente e encuentra dentro de la zona que Venezuela reivindica como
territorio en reclamación. El doblemente ilegítimo consideró que ese hallazgo
no había sido casual sino que es una
provocación deliberada de Guyana contra Venezuela. “Hay una campaña brutal
contra Venezuela instigada por Exxon Mobil” dijo el doblemente ilegítimo en una
aparición en televisión en julio de 2015. “Exxon Mobil ha financiado
campañas de televisión, radio y la
prensa en Guyana”.
El 12 de enero, cuando Tillerson
ya no estaba al Frente de la Exxon, la empresa anunció haber ubicado otro
yacimiento de petróleo de gran calidad en un sitio también ubicado dentro de lo
que Venezuela considera zona en reclamación.
Durante su comparecencia ante el
Congreso para su confirmación como Secretario de Estado, refiriéndose a
Venezuela, Tillerson dijo en una
respuesta escrita lo siguiente: “Estamos
todos conscientes del desastre que ha sucedido en Venezuela, producto sobre
todo de un gobierno incompetente y disfuncional, primero con Hugo Chávez y
ahora con el sucesor al que designó, Nicolás Maduro”. El texto fue publicado
por la web Latin America Goes Global.
En una entrevista con ese mismo medio Tillerson dijo que buscará “junto
con otros actores internacionales” una transición hacia la democracia en
Venezuela con el apoyo de Brasil y Colombia.
“También cooperaremos con organismos multilaterales como la Organización
de Estados Americanos (OEA), para buscar una transición negociada a la
democracia en Venezuela”, “Al final, se reconstruirán las instituciones
políticas, encabezadas por valientes defensores de la democracia y de los
derechos humanos, que allanarán el camino para el tipo de reformas necesarias
para poner a Venezuela en el camino de la recuperación económica”, apuntó
Tillerson, y agregó que Estados Unidos continuará “respaldando un legítimo
diálogo que resuelva la crisis política entre el Gobierno de Maduro y la
oposición, la cual ahora controla la Asamblea Nacional“. “Debemos continuar
denunciando las prácticas antidemocráticas de Maduro. Debemos pedir que se
liberen los presos políticos y reforzar las sanciones a los violadores de
derechos humanos en Venezuela y a los narcotraficantes”, Dijo también que
Estados Unidos debe prestar ayuda humanitaria, junto con la región, a
Venezuela, “se deben defender los derechos humanos y reforzar las instituciones
democráticas en el país que es dominado por una dictadura”.
También dijo: “Se van a cumplir las sanciones impuestas por el
Congreso, vamos a continuar apoyando los
esfuerzos del secretario general de la OEA, Almagro, en la búsqueda de la
invocación de la Carta Democrática Interamericana para promover la
normalización de la situación en Venezuela y el restablecimiento de las
situaciones democráticas”, y se refirió a las“prácticas antidemocráticas” de
Maduro y de la necesidad de una “transición negociada al orden democrático”.
Sobre esas declaraciones del nuevo Secretario de Estado me limito a
reaccionar diciendo: si así llueve mejor es que no escampe. Esperemos que esas
palabras no caigan en un barril sin fondo.
Antes de cerrar este artículo quiero celebrar las decisiones tomadas
por la CAF y el Gobierno Chino,
anunciadas por el Presidente de la AN, julio Borges, según la cuales no
prestarán más dinero a Venezuela hasta que el régimen reconozca a la Asamblea
Nacional. Ojalá otros acreedores asuman la misma actitud.
Adolfo Taylhardat
adolfotaylhardat@gmail.com
@taylhardat
Internacionalista
Caracas - Venezuela
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