domingo, 26 de febrero de 2017

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ AZNAR, OTRA VERSIÓN DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

CASO ECUADOR

Los ecuatorianos acuden a las urnas para elegir nuevo presidente de la República.  Su actual presidente Rafael Correa fue elegido en el año 2006, habiendo sido reelecto posteriormente. Para estas elecciones no aceptó las sugerencias de sus partidarios para que se postulara una vez más, no obstante que, según las encuestas, triunfaría nuevamente.  Es encomiable su decisión de no aferrarse al poder.

Históricamente Ecuador ha vivido en permanente convulsión política, con frecuentes cambios de gobierno por golpes de Estado militares o de civiles con apoyo militar. En casi doscientos años apenas tres o cuatro presidentes han culminado su mandato, siendo Correa uno de ellos.

Correa ha gobernado Ecuador con la bandera del Socialismo del Siglo XXI aunque en forma muy distinta a la aplicada en Venezuela y, por supuesto, con resultados totalmente diferentes. Al inicio de su gobierno, Ecuador sufría una grave crisis económica, política y social. En su campaña Correa atacó fuertemente al neoliberalismo a quien culpaba de los males que padecía el país. La economía estaba dolarizada desde que en el año 2000 el dólar estadounidense era la moneda de curso legal y único medio de pago. Su programa económico se sustentaba en el Socialismo del Siglo XXI al cual lo aliñó con la denominación de Revolución Ciudadana, dándole así  una identidad propia más nacionalista y auténtico.

En el último decenio Ecuador ha progresado dentro de un esquema pragmático sin acogerse a estrictos dogmas ideológicos. Ha mejorado el nivel de vida de las clases populares sin acudir al clásico populismo improductivo, generador de crisis y déficits fiscales. Actualmente está en proceso la desdolarización de la economía para lograr la ansiada  "soberanía monetaria y cambiaria".

Es evidente que en Ecuador el llamado eufemísticamente Socialismo del Siglo XXI, ha dado resultados positivos muy distintos a los obtenidos en Venezuela que fue el país que puso de moda  este concepto en Latinoamérica. Ello se debe a que en cada país su aplicación ha sido muy distinta. En Ecuador la inversión pública y el apoyo a la iniciativa privada, han sido factores decisivos para mantener una tasa de crecimiento constante y bajas tasas de inflación; se ha mantenido y estimulado el desarrollo del sector privado nacional y se ha incentivado la inversión extranjera; se han desarrollado programas masivos en las áreas de educación y salud;  la ejecución de obras públicas se ha desenvuelto en forma eficiente; la política fiscal se ha manejado con prudencia, logrando mantener un ligero déficit público a niveles razonables.

Como es natural, en Ecuador todavía existen muchos problemas económicos  por resolver. La caída de los precios de exportación del petróleo en los dos últimos años ha afectado sensiblemente las cuentas fiscales

La organización institucional del Estado y la preparación técnica de los principales funcionarios ha sido factor decisivo en la recuperación económica. En general se ha mantenido un equipo ministerial con pocas modificaciones y con profesionales conocedores de las respectivas áreas de su competencia. Todos ellos formaron un equipo de trabajo coordinado, priorizando su función pública por encima de apetencias económicas o aspiraciones políticas o personales.

Solo así se puede ejecutar un programa coherente de gobierno, adaptado a la situación del país, con metas concretas y ajustado a las posibilidades de financiamiento. Es la mejor forma de evitar que los gobiernos actúen bajo la improvisación o inspiración personal de sus gobernantes que toman decisiones impensadas, contrarias a las necesidades colectivas.         


José Vicente Rodríguez Aznar
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com
@econsinsecretos                                    
Miranda - Venezuela

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