jueves, 23 de marzo de 2017

EUGENIO MONTORO, LA MEDIOCRE-CRACIA

MERITOCRACIA VS MEDIOCRECRACIA

         La llegada de Chávez al poder significó para Venezuela el inicio de un período de gobierno de mediocres. Van unas líneas para comentarlo.

         Mediocre es un término utilizado para indicar a una persona de poco talento y también se asocia con algo vulgar o de mala calidad, Como regla general el mediocre es poco capaz de inventar y gusta de lo conocido y de la rutina.

         José Ingenieros fue un tipo que abarcó muchas disciplinas como la medicina, la psicología, la sociología, la filosofía y fue gran escritor y docente pero nunca fue (cruel charada) ingeniero. Una de sus obras se titula “El hombre mediocre”. Allí dice “el mediocre es incapaz de usar su imaginación para concebir ideales”, “es dócil, maleable e ignorante”.

         La afirmación de que Chávez fue mediocre podría lucir débil por cuanto mostraba capacidad para inventar (misiones y organismos) y de ser idealista (Latinoamérica unida o el fin del capitalismo) y, por otra parte, su afán “revolucionario” lo mostraría como propulsor de cambios y novedades. Pero las apariencias disfrazan la verdad.

         Chávez antes de su intento de golpe tenía algunas nociones marxistas, pero fue su cercanía con Fidel Castro y otros comunistas lo que le dio la tranquilidad de disponer ideas que imitar. Por otro lado, Chávez había desarrollado habilidades histriónicas animando elecciones de reinas de carnaval y fiestas de cuartel que le crearon soltura con el micrófono y una verborrea adictiva.

         De manera que Chávez vino a ser presidente con una preparación mediocre que disimuló al cumplir sin chistar las indicaciones de Fidel. Pero a un mediocre se le reconoce fácilmente pues se rodea de otros mediocres. Gusta del halago y las felicitaciones y le encanta ser el centro de atención. Y aunque Chávez parecía un tipo osado y recio que se enfrentaba a los poderosos gringos, en realidad, era, como se anotó, “dócil, maleable e ignorante” y solo seguía las indicaciones cubanas adobándolas con un teatro gritón que desnudaba su trastorno histriónico y su baja autoestima.

         Los resultados no se hicieron esperar y unos funcionarios mediocres produjeron iguales resultados. Todos los niveles de ejecución se desplomaron. La producción de petróleo, hierro, aluminio, productos agrícolas e industriales fueron a menos y los índices sociales de inseguridad, salud y economía se convirtieron en los peores del planeta.

         Los mandones mediocres entran siempre en conflicto con los hombres idealistas que también menciona José Ingenieros en su libro y, desesperadamente, los intentan opacar, asustar o encerrar porque saben que los idealistas tienen la fuerza necesaria para vencerlos.

         Este es nuestro actual conflicto. Unos idealistas que quieren una Patria grande, próspera y llena de libertades y unos mediocres que esconden su miedo detrás de unas bayonetas que ya también se muestran hartas de tanta mediocridad.

         No hay duda que el nuevo día viene. Viva Venezuela.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
Zulia - Venezuela

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