DENUNCIAS INCESANTES
Nicolás Maduro logró eludir el referendo revocatorio en 2016. Sus socios
en el TSJ, el CNE y el Alto Mando Militar se coaligaron para impedir que se
cumpliese el artículo 72 de la Constitución. Lo que ninguno de esos factores ha
logrado, ni puede lograr, es evitar que la crisis económica y social avance a
ritmo de vértigo, que la situación de los derechos humanos en el país atraiga
cada vez más la atención de los demócratas del mundo y que las demandas desde
exterior para restablecer la democracia en Venezuela sean cada vez mayores.
Durante los días recientes se ha
producido un bombardeo incesante sobre el atolondrado gobierno de Maduro. El
Senado norteamericano aprobó una resolución por unanimidad, a pesar de la
enconada rivalidad entre republicanos y demócratas, en la que reclama la
liberación inmediata de todos los presos políticos y le pide al Gobierno que
acepte la ayuda humanitaria para subsanar la carencia de alimentos y medicinas.
Por añadidura, le da un espaldarazo a Luis Almagro en su empeño por aplicarle
al régimen la Carta Democrática Interamericana, al tiempo que aumenta la
presión sobre Donald Trump para que demande el respeto a la convivencia
democrática en nuestro país.
El mismo día que el Senado emitió
esa declaración, 28 de febrero, el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por una
coalición de izquierda agrupada bajo el nombre de Ahora Madrid, votó
mayoritariamente a favor de una moción en la que también se demanda la
liberación de los presos políticos, presentada por el Partido Popular (PP) y Ciudadanos.
A esta iniciativa se sumó la alcaldesa Manuela Carmena, de Ahora Madrid.
Estuvieron en contra los vivianes de Podemos, quienes piensan más con el
bolsillo que con el cerebro. Claro, se mantienen en buena medida por las
transferencias de los rojos, generosos con la oposición española y verdugos con
la oposición venezolana. La señora Carmena, además, va a recibir a los padres
de Leopoldo López en una recepción que le brindara el Ayuntamiento.
Luis Almagro, secretario general
de la OEA, ha retomado el dinamismo que tuvo durante la mayor parte del año
pasado. Nuevamente se coloca a la vanguardia de la defensa de la democracia,
seriamente amenazada en Venezuela por unos filibusteros que sólo quieren
participar en elecciones cuando estén “seguros de que van a ganar”, según palabras de Maduro. Lo que diga la
Carta Magna acerca de los períodos constitucionales les importa un comino.
La brillante y aplomada Rocío San
Miguel le dio en la Corte Interamericana de Derechos Humano una felpa al
abogado Larry Davoe, Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos
Humanos y representante del gobierno ante diversos organismos internacionales
en esa materia. El plumífero trató de defender la Lista Tascón y los atropellos
cometidos por el régimen contra quienes exigieron el RR en 2004. Además de
quedar radiografiado ese perverso instrumento, el madurismo fue zarandeado por
Rocío.
A estas cuatro referencias hay
que sumar las continuas declaraciones de Mauricio Macri, de los expresidentes
iberoamericanos, de diferentes parlamentos europeos y latinoamericanos, de
intelectuales del prestigio y autoridad de Mario Vargas Llosa, Fernando Mires y
Enrique Krauze. A Maduro sólo le quedan personajes como Maradona, quien cada
vez que habla produce más pena que rabia.
Maduro en el plano internacional
se encuentra aislado y desprestigiado. No cuenta con la chequera petrolera, ni
con carisma, para atraer apoyos y salir del abismo. Su ineptitud, la corrupción
de su entorno y la violación continua de los derechos humanos pulverizaron el
capital que le dejó su predecesor. Hasta los cubanos se cuidan de andar en su
compañía. Saben que el futuro de la isla se encuentra más hacia el Norte. La
solidaridad proletaria internacional no sirve. Las alianzas se miden con
energía verde, no con desechos rojos.
La oposición tendría que
aprovechar esta situación de descrédito e impopularidad del mandatario para
lograr que las elecciones de gobernadores se realicen cuanto antes y que se
respeten las siglas de la MUD en esa consulta electoral. Todos los sectores
internacionales que cuestionan a Nicolás Maduro llaman al diálogo entre el
Gobierno y la oposición. Se les puede complacer señalando que esas dos
exigencias tienen estar presentes en cualquier conversación y acuerdo entre los
bandos.
Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Miranda - Venezuela
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