Como “Pedro por su casa” es la frase que utiliza Olga
Patricia Rendón, la periodista del equipo del diario paisa El Colombiano en un
artículo de esta semana donde se revelan, con gráficas producto de una
investigación bien armada, los avances de la guerrilla colombiana del ELN en el
territorio venezolano. La investigación no proviene del medio de información
sino de la organización “Insight Crime”, un ente independiente que se
especializa en profundizar en los temas del crimen organizado en América Latina
y el Caribe con oficinas en Washington y Medellín.
Decir que los insurgentes de esta fuerza guerrillera
vecina han penetrado hasta 1500 kilómetros dentro del territorio venezolano no
es poca cosa. Lo es menos que haya sido con la ayuda de las Fuerzas Armadas
Bolivariana que han podido adentrarse y asentarse en la geografía patria con
propósitos nada altruistas y que en su avance hayan dejado núcleos de actuación
en 12 estados venezolanos.
La permisividad del gobierno de Maduro está haciendo
un daño monumental al país al aceptar o incluso al promover activamente una
incursión organizada que, en efecto, tiene sus orígenes en nuestras fronteras
con Colombia desde hace muchas lunas, pero que se ha logrado entronizar y
hacerse poderosa con la ayuda de las autoridades venezolanas actuales.
Tres tipos de tareas desarrollan estos irregulares en
el país. Al contrario de lo que ocurría en el pasado cuando la tónica era el
sigilo en la penetración del territorio ajeno, en la actualidad cada día se
hacen más visibles ante la población, porque con ello logran manejar
abiertamente una relación ponzoñosa que se asienta sobre las necesidades más
básicas de los individuos y su hambre. Es así como las Cajas CLAP que se han
constituido en el mayor monumento al chantaje de la revolución para los mas
pobres, son en muchas regiones del país distribuidas por el ELN y llevan su
marca como si la organización criminal fuera la benefactora de los desposeídos.
Su aceptación es tan importante porque son quienes traen maná del cielo a
quienes no tienen manera de subsistir.
Otra de las actividades tiene que ver con la
explotación de la actividad del narcotráfico, en donde igualmente cuentan con
entes protectores y facilitadores que les hacen la tarea simple y con quienes
se comparte el lucro que allí se genera. Desde las plantaciones de coca en
Colombia y desde las procesadoras que las transforman en pasta del otro lado de
la frontera, el material es transportado a Venezuela por él ELN, se termina de
procesar en algunos enclaves estratégicos venezolanos y sale al exterior
dejando en el camino un reguero de contaminación y de perversión. Menudo legado
el que la confabulación ELN –militares venezolanos le está dejando al país en
épocas de Maduro.
Esta actividad se complementa con la extracción
ilícita de oro, diamante y coltán donde los guerrilleros no solo actúan a sus
anchas, sino que aseguran la vigilancia y custodia de la zona para la población
minera.
Por si lo anterior fuera poco, existe una connivencia
de estos agentes irregulares del ELN con actividades de apoyo al terrorismo
islámico que también se ha insertado en la Venezuela revolucionaria de manera
solapada pero tentacular, con ayuda de agentes del gobierno para exportarse
desde allí a países del sur del continente. Es de esta peligrosa actividad de
la que existe la menor cantidad de información por lo sensible de su contenido.
Una gran caja de pandora se estaría armando dentro de nuestra frontera la que
por fortuna, está siendo monitoreada de cerca por países como los Estados
Unidos, objetivo principalísimo del terrorismo yihadista.
Cuando en las pasadas semanas a los venezolanos se nos
ha abierto una compuerta de información sobre el tamaño y las características
de las corruptelas y robos milmillonarios del chavismo-madurismo que han
saqueado al país de manera grotesca y en unas cantidades de dimensiones
pantagruélicas, nos hemos quedado boquiabierto de lo que se ha estado
perpetrando frente a nuestros ojos.
El tema de la presencia destructora del ELN y sus
colaboradores oficiales, que está ocurriendo flagrantemente en este preciso
instante, es tan grave o más que el asalto de las arcas nacionales por parte de
los del gobiernos y sus aliados. Las tres áreas de actuación del ELN descritas
dejarán en el país una secuela de descomposición, de crimen y de perversión
igual o peor a la otra y de muy difícil recuperación. También por ello nos
tocará procesar, juzgar y castigar a nuestros
gobernantes de estos luctuosos años
Beatriz de Majo
@beatrizdemajo1
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