Primero: cambiar al gobierno. El país necesita un
nuevo gobierno. Maduro no puede resolver la crisis venezolana. Al contrario,
mientras más tiempo permanezca en Miraflores más grave será el sufrimiento de
los venezolanos.
Segundo: el cambio de gobierno debe ser lo más pronto
posible y lo menos traumático posible. Hay compatriotas que piensan que la
violencia es inevitable. Hay otros que piensan que la violencia es conveniente
y aconsejable. Yo sigo abogando por un cambio de gobierno lo más pronto posible
y lo más pacífico posible.
Tercero: los venezolanos tenemos que acceder más
temprano que tarde a unas elecciones libres y transparentes, con plenas
garantías para todos los que participen y con un Consejo Electoral que merezca
la confianza y el acatamiento de todos los ciudadanos.
Cuarto: Es indispensable que Venezuela y los
venezolanos podamos recibir la ayuda humanitaria que la comunidad internacional
está dispuesta a hacernos llegar. Ojalá esa ayuda pudiera ser canalizada por
las Naciones Unidas o por la Cruz Roja Internacional, o por Caritas.
Quinto: La Asamblea Nacional es la institución más
legítima y más representativa con la que cuenta la democracia venezolana. Ojala
esa Asamblea Nacional sea respetada y acatada por todos los venezolanos.
Sexto. Es obligatorio proceder de inmediato a la liberación
de todos los presos políticos. Es incompatible con un estado de derecho y con
un sistema democrático la existencia de centenares de venezolanos presos por
razones políticas. Hay que ponerlos en libertad ya!
Séptimo: Hay que lograr la reinserción de Venezuela en
la comunidad internacional. Está muy bien que tengamos buenas relaciones con
países como Rusia, China, la India y Turquía. Pero los intereses geopolíticos
de Venezuela están en América Latina, particularmente Colombia, Brasil y el
Caribe y con Estados Unidos y Europa occidental. La medida contra los
eurodiputados que nos visitaban es peor que un crimen, una estupidez.
Octavo: Es indispensable rescatar el carácter
profesional, apolítico y no deliberante de la Fuerza Armada Nacional. Como lo dice
el artículo 328 Constitucional, la institución armada “está al servicio
exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política
alguna”.
Noveno: Rehabilitación de los Partidos Políticos. Es
una arbitrariedad contraria a la existencia misma de la democracia que existan
Partidos Políticos inhabilitados.
Décimo: Es urgente el rescate de los valores éticos y
de los principios morales. La corrupción ha alcanzado niveles intolerables. Hay
que castigar ejemplarmente a los corruptos y levantar una conciencia ética que
proteja a la Nación.
Seguiremos conversando.
Eduardo Fernández
@EFernandezVE
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